miércoles, 11 de noviembre de 2020

La ciudad de Asís se encuentra sobre una colina, en la región central de Umbría. Es una de las ciudades italianas más visitadas por los peregrinos cristianos católicos de los cuatro puntos cardinales de la Tierra; los cuales convergen todos los días del año (excepto el presente 2020, debido a la pandemia de la COVID-19) hacia la Basílica Patriarcal de San Francisco, para visitar la tumba del ´´varón que tiene corazón de lis, alma de querube, lengua celestial, el mínimo y dulce Francisco de Asís´´. En este año, los ojos del mundo católico volvieron su mirada hacia esa bellísima basílica; en esta ocasión, no para contemplar la tumba del pobrecillo Francisco de Asís, sino para seguir a través de los medios de comunicación y redes sociales la ceremonia de beatificación del venerable Carlo Acutis. En la mañana luminosa del 10 de octubre, mes de las misiones y del santo rosario, bajo el bellísimo cielo franciscano, fue beatificado Carlo Acutis, el jovencito italiano llamado el ´´ciberapóstol de la Eucaristía´´. La ciudad de Asís fue el escenario en el que se realizó la ceremonia solemne de beatificación del venerable Carlo Acutis; y desde la cual escuchamos la fórmula de beatificación que lo proclamó bienaventurado, que está gozando de las delicias del Paraíso y fue inscrito en el catálogo de los beatos de la santa Iglesia católica y apostólica. La ceremonia de beatificación fue presidida por el cardenal Agostino Vallini, delegado del papa Francisco. En su homilía, el cardenal Vallini subrayó lo siguiente en la vida del nuevo beato: ´´Era un joven normal, sencillo, espontáneo, simpático, amaba la naturaleza y los animales, jugaba fútbol, tenía muchos amigos de su edad, se sintió atraído por los medios modernos de comunicación social, apasionado por la informática y autodidacta construyó programas para transmitir el Evangelio, comunicar valores y belleza. Tenía el don de atraer y fue percibido como un ejemplo´´. El beato Carlo Acutis fue un verdadero genio de la informática. Usó esa habilidad para evangelizar y difundir el amor a la eucaristía y el santo rosario. Profesó una gran devoción a la Virgen María, la cual se reflejó en las flores que llevaba a María de niño y en el rezo del santo rosario diario. Realizó exposiciones sobre los ´milagros eucarísticos´ y las ´apariciones marianas´. ¿Qué es un milagro eucarístico y una aparición mariana en verdad? ¿Por qué le llamaron tanto la atención estos milagros y apariciones a Carlo Acutis? Nuestro Señor Jesucristo instituyó por amor a nosotros la Santísima Eucaristía, para perpetuar de modo singular por los siglos, hasta su segunda venida, el santo sacrificio de la cruz, y alimentar nuestras almas y vidas para la vida eterna, nos ha enseñado sabiamente nuestra madre la Iglesia. En la Última Cena, Nuestro Señor Jesucristo ofreció aquel día, el Jueves Santo, en el Cenáculo, el mismo sacrificio que iba a ofrecer poco horas más tarde en el monte Calvario, también conocido como el Gólgota. Con las memorables palabras de ´´HACED ESTO EN MEMORIA MÍA´´, Jesús dio a sus apóstoles y a sus sucesores el divino poder y sublime mandato de repetir aquello mismo que Él había hecho: convertir el pan y el vino, en su Cuerpo y en su Sangre, hecho que la Teología de la Iglesia llama la transubstanciación. En cada eucaristía de cada día, se repite este magnánimo y trascendental hecho. La presencia de Cristo Jesús en la Eucaristía está avalada por los milagros eucarísticos y la misma ciencia, pues esta ha comprobado que la Carne y la Sangre son verdaderamente humanos, que están vivos y son del mismo grupo sanguíneo encontrado en el Santo Sudario de Turín. Hecho también comprobado por la ciencia. Carlo Acutis sabía muy bien esta gran verdad de la presencia real de Nuestro Señor Jesucristo en la Hostia Santa. Sabía en su fe adulta (hay gente adulta con fe infantil, y hay gente joven con fe adulta…), que la santa misa es la renovación y perpetuación del sacrificio de Cristo en la Cruz, y que en cada misa se actualiza ese sacrificio porque es un ´´memorial´´ de la Pascua del Señor. El acto más grande, más sublime y más santo que se celebra en toda la Iglesia católica todos los días, exceptuando el Viernes Santo, sobre la faz del globo terráqueo, es la celebración de la eucaristía. Los milagros eucarísticos más conocidos y que llamaron poderosamente la atención del jovencito Carlo Acutis, son: Lanciano, Orvieto, Ferrara, Offida, Siena, Turín. Carlo Acutis decía lo siguiente sobre la eucaristía: ´´La Eucaristía, mi autopista para ir al Cielo´´. ¿Cuáles mariofanías gustaba leer e investigar el beato Carlo Acutis? Las apariciones marianas son manifestaciones de la Santísima Virgen María a sus hijos, a quienes Ella, como Madre amorosa que es, escoge en un lugar y tiempo determinado. Hay que distinguir, también, las ´apariciones´ de las ´visiones´ (hay visiones sensibles, corporales, imaginativas e intelectuales), pues no son lo mismo. Cuando oímos hablar de las apariciones de la Virgen María, pensamos únicamente en las llamadas ´tres grandes´ apariciones marianas: la de Santa María de Guadalupe en el Cerro del Tepeyac, en Ciudad de México a san Juan Diego Cuauhtlatoatzin en el año de 1531; la de Lourdes, Francia, a santa Bernadette Soubirous el 11 de febrero de 1858; y la de Nuestra Señora del Rosario de Fátima en 1917, a Lucía dos Santos, Jacinta y Francisco Marto, estos dos últimos canonizados por el papa Francisco, el 13 de mayo del 2017, para celebrar el centenario de la primera aparición y para pedir por la paz del mundo. En la historia de la Iglesia ha habido otras grandes manifestaciones de la Virgen María. Las advocaciones marianas preferidas del beato Carlo Acutis eran Nuestra Señora de Lourdes, Nuestra Señora de Fátima y Nuestra Señora de Zapopan, advocación mariana con mucho arraigo en Jalisco, México, donde Acutis tiene muchos jóvenes devotos. Para Carlo Acutis la Santísima Virgen María era la única mujer en su vida. ´´La Virgen María es la única mujer de mi vida´´, dijo en varias ocasiones. Él solía repetir que María era su gran amiga y su gran confidente. Fue bautizado en una parroquia mariana, Nuestra Señora de los Dolores, en Londres, donde recibió los siguientes nombres: Carlo María Antonio. El 24 de mayo del 2003, día de María Auxiliadora, recibió el sacramento de la confirmación en la parroquia de Santa María Secreta. Para él, el rosario era la escalera más directa y más corta para llegar al cielo. Su viaje a la eternidad lo realizó un 12 de octubre, día de Nuestra Señora del Pilar, gran día mariano, en Monza, Italia. Tenía tan solo 15 años. Este joven beato nos dejó como testamento de vida y amor testimonial varias frases sencillas y prácticas para amar a Dios y dejarnos santificar por Él. He aquí algunas de sus frases: ´´Nuestra meta debe ser el infinito, no el finito. El Infinito es nuestra Patria. Desde siempre el Cielo nos espera´´; ´´¡Cuantas más eucaristías recibamos más nos pareceremos a Jesús y ya en esta tierra disfrutaremos del Paraíso!´´; ´´No yo, sino Dios´´; ´´Todos nacen como originales, pero muchos mueren como fotocopias´´; ´´Estoy feliz de morir, porque he vivido mi vida sin perder un minuto en aquellas cosas que no agradan a Dio´´; ´´Hay gente que sufre mucho más que yo´´; ´´¿De qué sirve ganar mil batallas si no puedes vencer tus propias pasiones? La verdadera batalla tiene lugar dentro de nosotros mismos´´; ´´No hablo con palabras, solo me recuesto sobre su pecho, como San Juan en la Cena´´; ´´Lo único que tenemos que pedirle a Dios, en oración, es el deseo de ser santos ´´;´´Pide ayuda continuamente a tu ángel de la guarda. Tu ángel de la guarda tiene que convertirse en tu mejor amigo´´; ´´La vida es un regalo porque mientras estemos en este planeta, podemos incrementar nuestro nivel de caridad´´; ´´Solo los que hagan la voluntad de Dios serán verdaderamente libres´´. El papa Francisco, al finalizar el rezo del Ángelus el domingo 11 de octubre del 2020, recordó al beato Carlo Acutis con estas palabras: ´´Ayer, en Asís, fue beatificado Carlo Acutis, un chico de quince años, enamorado de la Eucaristía. No se instaló en una cómoda inmovilidad, sino que comprendió las necesidades de su tiempo, porque en los más débiles vio el rostro de Cristo. Su testimonio indica a los jóvenes de hoy que la verdadera felicidad se encuentra poniendo a Dios en primer lugar y sirviéndole en nuestros hermanos, especialmente en los más pequeños. ¡Un aplauso al nuevo joven Beato!´´. El 25 de marzo del 2019, en la Exhortación apostólica postsinodal Christus Vivit, dedicada a los jóvenes, el papa Francisco también recordó a Carlos Acutis. Escribió: ´´Es verdad que el mundo digital puede ponerte ante el riesgo del ensimismamiento, del aislamiento o del placer vacío, pero no se debe olvidar que hay jóvenes que también en estos ámbitos son creativos y a veces geniales´´. ´´Es lo que hacía el joven venerable Carlo Acutis´´. Carlo Acutis nació en Londres, Reino Unido, un 3 de mayo de 1991, día de la Santa Cruz, en varios lugares. Sus padres, Andrea Acutis y Antonia Salzano, junto a sus hijos, Francesca y Michele, estuvieron presentes en la beatificación. Es importante anotar que su familia era muy tradicional, pero no practicante del catolicismo. Fue su niñera Beata, de origen polaco, la cual era muy devota de san Juan Pablo II, quien alentó la vida de fe de Carlo Acutis. Antonia, madre de Carlo, dice de la niñera lo siguiente: ´´Beata ha sido una de las primeras personas en hablarle a Carlo de Dios´´. El beato Carlo Acutis falleció un 12 de octubre, en Monza, Italia, en el 2006. Su cuerpo está expuesto en el Santuario de la Expoliación en Asís. Se encuentra en un estado muy íntegro, no intacto, pero íntegro, afirmaron las autoridades eclesiásticas del lugar. Conserva todos los órganos. Que el nuevo beato Carlo Acutis interceda por los jóvenes del mundo entero. ¡Carlo Acutis, ruega por nosotros!

 


La ciudad de Asís se encuentra sobre una colina, en la región central de Umbría. Es una de las ciudades italianas más visitadas por los peregrinos cristianos católicos de los cuatro puntos cardinales de la Tierra; los cuales convergen todos los días del año (excepto el presente 2020, debido a la pandemia de la COVID-19) hacia la Basílica Patriarcal de San Francisco, para visitar la tumba del ´´varón que tiene corazón de lis, alma de querube, lengua celestial, el mínimo y dulce Francisco de Asís´´. En este año, los ojos del mundo católico volvieron su mirada hacia esa bellísima basílica; en esta ocasión, no para contemplar la tumba del pobrecillo Francisco de Asís, sino para seguir a través de los medios de comunicación y redes sociales la ceremonia de beatificación del venerable Carlo Acutis.

En la mañana luminosa del 10 de octubre, mes de las misiones y del santo rosario, bajo el bellísimo cielo franciscano, fue beatificado Carlo Acutis, el jovencito italiano llamado el ´´ciberapóstol de la Eucaristía´´. La ciudad de Asís fue el escenario en el que se realizó la ceremonia solemne de beatificación del venerable Carlo Acutis; y desde la cual escuchamos la fórmula de beatificación que lo proclamó bienaventurado, que está gozando de las delicias del Paraíso y fue inscrito en el catálogo de los beatos de la santa Iglesia católica y apostólica.  La ceremonia de beatificación fue presidida por el cardenal Agostino Vallini, delegado del papa Francisco. En su homilía, el cardenal Vallini subrayó lo siguiente en la vida del nuevo beato: ´´Era un joven normal, sencillo, espontáneo, simpático, amaba la naturaleza y los animales, jugaba fútbol, tenía muchos amigos de su edad, se sintió atraído por los medios modernos de comunicación social, apasionado por la informática y autodidacta construyó programas para transmitir el Evangelio, comunicar valores y belleza. Tenía el don de atraer y fue percibido como un ejemplo´´.

El beato Carlo Acutis fue un verdadero genio de la informática. Usó esa habilidad para evangelizar y difundir el amor a la eucaristía y el santo rosario. Profesó una gran devoción a la Virgen María, la cual se reflejó en las flores que llevaba a María de niño y en el rezo del santo rosario diario. Realizó exposiciones sobre los ´milagros eucarísticos´ y las ´apariciones marianas´. ¿Qué es un milagro eucarístico y una aparición mariana en verdad? ¿Por qué le llamaron tanto la atención estos milagros y apariciones a Carlo Acutis?

Nuestro Señor Jesucristo instituyó por amor a nosotros la Santísima Eucaristía, para perpetuar de modo singular por los siglos, hasta su segunda venida, el santo sacrificio de la cruz, y alimentar nuestras almas y vidas para la vida eterna, nos ha enseñado sabiamente nuestra madre la Iglesia. En la Última Cena, Nuestro Señor Jesucristo ofreció aquel día, el Jueves Santo, en el Cenáculo, el mismo sacrificio que iba a ofrecer poco horas más tarde en el monte Calvario, también conocido como el Gólgota. Con las memorables palabras de ´´HACED ESTO EN MEMORIA MÍA´´, Jesús dio a sus apóstoles y a sus sucesores el divino poder y sublime mandato de repetir aquello mismo que Él había hecho: convertir el pan y el vino, en su Cuerpo y en su Sangre, hecho que la Teología de la Iglesia llama la transubstanciación. En cada eucaristía de cada día, se repite este magnánimo y trascendental hecho. La presencia de Cristo Jesús en la Eucaristía está avalada por los milagros eucarísticos y la misma ciencia, pues esta ha comprobado que la Carne y la Sangre son verdaderamente humanos, que están vivos y son del mismo grupo sanguíneo encontrado en el Santo Sudario de Turín. Hecho también comprobado por la ciencia. Carlo Acutis sabía muy bien esta gran verdad de la presencia real de Nuestro Señor Jesucristo en la Hostia Santa. Sabía en su fe adulta (hay gente adulta con fe infantil, y hay gente joven con fe adulta…), que la santa misa es la renovación y perpetuación del sacrificio de Cristo en la Cruz, y que en cada misa se actualiza ese sacrificio porque es un ´´memorial´´ de la Pascua del Señor. El acto más grande, más sublime y más santo que se celebra en toda la Iglesia católica todos los días, exceptuando el Viernes Santo, sobre la faz del globo terráqueo, es la celebración de la eucaristía. Los milagros eucarísticos más conocidos y que llamaron poderosamente la atención del jovencito Carlo Acutis, son: Lanciano, Orvieto, Ferrara, Offida, Siena, Turín. Carlo Acutis decía lo siguiente sobre la eucaristía: ´´La Eucaristía, mi autopista para ir al Cielo´´.

¿Cuáles mariofanías gustaba leer e investigar el beato Carlo Acutis? Las apariciones marianas son manifestaciones de la Santísima Virgen María a sus hijos, a quienes Ella, como Madre amorosa que es, escoge en un lugar y tiempo determinado. Hay que distinguir, también, las ´apariciones´ de las ´visiones´ (hay visiones sensibles, corporales, imaginativas e intelectuales), pues no son lo mismo. Cuando oímos hablar de las apariciones de la Virgen María, pensamos únicamente en las llamadas ´tres grandes´ apariciones marianas: la de Santa María de Guadalupe en el Cerro del Tepeyac, en Ciudad de México a san Juan Diego Cuauhtlatoatzin en el año de 1531; la de Lourdes, Francia, a santa Bernadette Soubirous el 11 de febrero de 1858; y la de Nuestra Señora del Rosario de Fátima en 1917, a Lucía dos Santos, Jacinta y Francisco Marto, estos dos últimos canonizados por el papa Francisco, el 13 de mayo del 2017, para celebrar el centenario de la primera aparición y para pedir por la paz del mundo. En la historia de la Iglesia ha habido otras grandes manifestaciones de la Virgen María. Las advocaciones marianas preferidas del beato Carlo Acutis eran Nuestra Señora de Lourdes, Nuestra Señora de Fátima y Nuestra Señora de Zapopan, advocación mariana con mucho arraigo en Jalisco, México, donde Acutis tiene muchos jóvenes devotos.

Para Carlo Acutis la Santísima Virgen María era la única mujer en su vida. ´´La Virgen María es la única mujer de mi vida´´, dijo en varias ocasiones. Él solía repetir que María era su gran amiga y su gran confidente. Fue bautizado en una parroquia mariana, Nuestra Señora de los Dolores, en Londres, donde recibió los siguientes nombres: Carlo María Antonio. El 24 de mayo del 2003, día de María Auxiliadora,  recibió el sacramento de la confirmación en la parroquia de Santa María Secreta. Para él, el rosario era la escalera más directa y más corta para llegar al cielo. Su viaje a la eternidad lo realizó un 12 de octubre, día de Nuestra Señora del Pilar, gran día mariano, en Monza, Italia. Tenía tan solo 15 años.

Este joven beato nos dejó como testamento de vida y amor testimonial varias frases sencillas y prácticas para amar a Dios y dejarnos santificar por Él. He aquí algunas de sus frases: ´´Nuestra meta debe ser el infinito, no el finito. El Infinito es nuestra Patria. Desde siempre el Cielo nos espera´´; ´´¡Cuantas más eucaristías recibamos más nos pareceremos a Jesús y ya en esta tierra disfrutaremos del Paraíso!´´; ´´No yo, sino Dios´´; ´´Todos nacen como originales, pero muchos mueren como fotocopias´´; ´´Estoy feliz de morir, porque he vivido mi vida sin perder un minuto en aquellas cosas que no agradan a Dio´´; ´´Hay gente que sufre mucho más que yo´´; ´´¿De qué sirve ganar mil batallas si no puedes vencer tus propias pasiones? La verdadera batalla tiene lugar dentro de nosotros mismos´´; ´´No hablo con palabras, solo me recuesto sobre su pecho, como San Juan en la Cena´´; ´´Lo único que tenemos que pedirle a Dios, en oración, es el deseo de ser santos ´´;´´Pide ayuda continuamente a tu ángel de la guarda. Tu ángel de la guarda tiene que convertirse en tu mejor amigo´´; ´´La vida es un regalo porque mientras estemos en este planeta, podemos incrementar nuestro nivel de caridad´´; ´´Solo los que hagan la voluntad de Dios serán verdaderamente libres´´.

El papa Francisco, al finalizar el rezo del Ángelus el domingo 11 de octubre del 2020, recordó al beato Carlo Acutis con estas palabras: ´´Ayer, en Asís, fue beatificado Carlo Acutis, un chico de quince años, enamorado de la Eucaristía. No se instaló en una cómoda inmovilidad, sino que comprendió las necesidades de su tiempo, porque en los más débiles vio el rostro de Cristo. Su testimonio indica a los jóvenes de hoy que la verdadera felicidad se encuentra poniendo a Dios en primer lugar y sirviéndole en nuestros hermanos, especialmente en los más pequeños. ¡Un aplauso al nuevo joven Beato!´´. El 25 de marzo del 2019, en la Exhortación apostólica postsinodal Christus Vivit, dedicada a los jóvenes, el papa Francisco también recordó a Carlos Acutis. Escribió: ´´Es verdad que el mundo digital puede ponerte ante el riesgo del ensimismamiento, del aislamiento o del placer vacío, pero no se debe olvidar que hay jóvenes que también en estos ámbitos son creativos y a veces geniales´´. ´´Es lo que hacía el joven venerable Carlo Acutis´´.

Carlo Acutis nació en Londres, Reino Unido, un 3 de mayo de 1991, día de la Santa Cruz. Sus padres, Andrea Acutis y Antonia Salzano, junto a sus hijos, Francesca y Michele, estuvieron presentes en la beatificación. Es importante anotar que su familia era muy tradicional, pero no practicante del catolicismo. Fue su niñera Beata, de origen polaco, la cual era muy devota de san Juan Pablo II, quien alentó la vida de fe de Carlo Acutis. Antonia, madre de Carlo, dice de la niñera lo siguiente: ´´Beata ha sido una de las primeras personas en hablarle a Carlo de Dios´´.

El beato Carlo Acutis falleció un 12 de octubre, en Monza, Italia, en el 2006. Su cuerpo está expuesto en el Santuario de la Expoliación en Asís. Se encuentra en un estado muy íntegro, no intacto, pero íntegro, afirmaron las autoridades eclesiásticas del lugar. Conserva todos los órganos. Que el nuevo beato Carlo Acutis interceda por los jóvenes del mundo entero.

¡Carlo Acutis, ruega por nosotros!

 

 

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