Brevísimas
notas históricas de la devoción a la Virgen María bajo la advocación del
Perpetuo Socorro en Nicaragua, Costa Rica y Honduras
Devoción a María en mi tierra lacustre Nicaragua, la
tierra del inmenso Rubén Darío y de la beata María Romero Meneses. La primera
vez que se entronizó una imagen de la Virgen María en Nicaragua, fue un sábado
3 de octubre de 1528, en la plaza de Totoaca (“Pluma de Pájaro”), por el fraile
Francisco de Bobadilla, provincial de la Orden de Nuestra Señora de la Merced. La
imagen era la de Nuestra Señora de la Merced. Este dato nos lo refiere nuestro
insigne historiador nicaragüense y amigo don Clemente Guido Martínez, en su
escrito ´PRIMERA IMAGEN DE SANTA MARIA ENTRONIZADA EN NICARAGUA´.
Nicaragua es un pueblo mariano por excelencia. Pueblo en el cual se le tributa a la madre
del Señor un amor especialísimo y que celebra, con gran devoción y forma
singular, el misterio de la Inmaculada Concepción de María, Patrona de la
República de Nicaragua. En la
Arquidiócesis de Managua, en todas las parroquias, llegado el mes de diciembre,
cada año, a una hora determinada, se reza el santo rosario, se reedita y se
distribuye masivamente la novena de la Purísima Concepción de María, y se
preparan catequesis sobre el culto a la Virgen, sobre su función en el misterio
de la salvación. Y no solo la Iglesia
entra en esta tarea de divulgar el amor a la Purísima, sino también los medios
de comunicación social y redes sociales escritos, radiales y televisivos, antes
y durante la novena en honor a la Virgen, presentan especiales sobre la
historia de la devoción en Nicaragua a la madre del Señor en su Inmaculada
Concepción. El día 8 de diciembre por
decreto de la Honorable Asamblea Nacional, es “Feriado Nacional”.
Al hablar de la devoción a la Virgen en Nicaragua y
concretamente en la arquidiócesis de Managua, es necesario narrar cómo llegó la
imagen de la Inmaculada Concepción a Nicaragua, y hablar de las
“purísimas”. Hablar de ello, es hablar
de lo más querido y sentido por todo fiel cristiano católico nicaragüense.
Según una antigua tradición, fue el capitán don Pedro de
Ahumada, hermano de la gran santa Teresa de Jesús, quien entre 1562 y 1563,
trajo a Nicaragua, deteniéndose en el Realejo y El Viejo, la imagen de la
Virgen María, que con el pasar de la historia ha recibido los siguientes
nombres:
Nuestra Señora Inmaculada Concepción de El Viejo, La
Purísima, La “Conchita”, La Virgencita.
Así le decimos todos los nicaragüenses.
Esta venerada imagen se encuentra hoy día en la Basílica Menor
Inmaculada Concepción de la ciudad de El Viejo, departamento de Chinandega.
Las “purísimas” en honor a la Purísima Concepción de
María. En Nicaragua, en los últimos días de noviembre y primeros de diciembre
se escucha un grito emocionado: ¿Quién causa tanta alegría? ¡La Concepción de
María! Es el grito que recorre todos los rincones del territorio nicaragüense,
es el grito alegre y emocionado, es el grito llamado “azul y blanco”. Es el
grito que cuando niños escuchamos en brazos de nuestras madres, de nuestras
abuelas, de nuestros padres, que jubilosos cantan alegres a la Purísima Virgen
María. Ese grito, todo nicaragüense,
todo “managua”, lo relaciona con luces, gritos con canciones a la Virgen, con
cohetes, con dulces (cajetas, gofios, bienmesabes, almíbar, etc). Lo relaciona
con alegría, así lo califica y nombra el P. Osvaldo Tijerino, en su breve
escrito sobre la Virgen María. Grito, que hasta Juan Pablo II, ahora santo, en
sus dos visitas históricas a nuestro país, aprendió a gritar. Pero, ¿de dónde proviene o cuál es el origen
de ese grito azul y blanco en honor a la más Bella entre las bellas? El prestigioso historiador nicaragüense,
especialista en la obra de Rubén Darío, el Dr. Edgardo Buitrago (Q.d.D.g.) nos
lo refiere así:
“Los padres Franciscanos pedían a las familias leonesas
(estamos hablando de comienzo del siglo XVIII) que todos sin excepción
celebraran a la Inmaculada Concepción.
Las personas se encontraban con tantas invitaciones que tenían que
recorrer de un rezo a otro encontrándose así por las calles grandes y numerosos
grupos de gentes que iban y venían en alegre marcha. Estos grupos se saludaban al encontrarse y
lanzaban vivas y entonaban cánticos a la Virgen. Los propios padres Franciscanos iban al
frente y le decían a la gente que saludaran con: ¿Quién causa tanta alegría?,
para que otros respondieran: ¡La Concepción de María! Esos recorridos callejeros eran más alegres
las noches del siete de diciembre porque era el último día de la novena”.
Así comenzó la tradicional “Gritería”, que en el día 7 de
diciembre, se celebra en toda Nicaragua en honor a la Purísima Concepción de
María. Los Franciscanos no imaginaron
que ese grito tan lleno de piedad, que comenzó en la ciudad de León, en el
templo de San Francisco de Asís, iba a repetirse de generación en generación.
Ese grito es, por ahora, una
tricentenaria exclamación.
María es y será siempre para el pueblo de Nicaragua,
´´causa nostrae Laetitiae´´. Pues Ella, primera cristiana, anuncio y don del
evangelio, alegra al pueblo católico, alegra a los nicaragüenses, a los
“managuas”. Esta es una de las
vertientes de la piedad popular en la Arquidiócesis de Managua, una forma de
expresar la fe y amor a Jesucristo y a su Madre la Virgen. En esta amada Arquidiócesis, nunca se dejará
de escuchar el grito que ya es universal: “¿Quién causa tanta alegría?
¡"La Concepción de María”!
Nuestra Señora del Perpetuo Socorro en Nicaragua. Y a
Nicaragua, mi país lacustre y amado, ¿cómo llegó la devoción a la Virgen del
Perpetuo Socorro y por qué los Redentoristas no consagraron su primera iglesia
bajo su patronazgo? Ella, la Virgen, su bendita imagen, llegó antes que los
Redentoristas. Los primeros redentoristas que llegaron a nuestras tierras
centroamericanas, fueron los PP. Pedro del Palacio y Félix Ruiz de Samaniego,
el 13 de mayo de 1927. Y el primero de estos afirma en sus crónicas, que ya en
estas tierras estaba entronizado el cuadro de la Virgen del Perpetuo Socorro.
En el caso de Nicaragua, el fundador de la primera
comunidad redentorista de Managua, P. José Morán Pan, llegó un 10 de febrero de
1955. Ya existía para entonces, una iglesia que llevaba el nombre de Madre del
Perpetuo Socorro. Esta iglesia estaba situada en la zona sur-central de la
vieja Managua. Se construyó a principios de 1950. El P. Morán se hizo cargo
interinamente de la iglesita de Jesús de La Suspensión, que cayó por
antigüedad. El terreno no era propiedad de la Iglesia, pertenecía a la familia
Briones, quienes habían prestado dicho terreno para la construcción de la
iglesia de La Suspensión, según testimonio del señor Ignacio Briones T. Los Redentoristas compraron a la familia Palacios un
terreno cerca de la iglesia de Jesús de La Suspensión. Fue allí donde se
construyó la iglesia con el nombre del Santísimo Redentor.
No recibió el nombre de Perpetuo Socorro porque ya
existía muy cerca de esta, la iglesia que llevaba el nombre de la Virgen
Misionera del Perpetuo Socorro. El 20 de junio de 1958 se colocó la primera
piedra de la nueva iglesia redentorista, el 10 de enero de 1960 se bendijo la
primera parte del templo, el 5 de abril de 1961 se le concedió el título de
parroquia, por el arzobispo Alejandro González y Robleto. El encargado de los
trámites para dicho proceso canónico entre la Curia Arzobispal de Managua y la
Congregación del Santísimo Redentor, fue el R.P. Valentín Villar Pérez, que en
ese tiempo era el viceprovincial (1959-1961). En 1967 fue concluido, en 1972 fue dañado severamente por
el terremoto, y el 7 de agosto de 1974 fue demolido. Pero esta parroquia, como
toda parroquia regentada por los redentoristas, tiene como protectora a la
Virgen María bajo la advocación del Perpetuo Socorro. El P. Santiago Fuentes, redentorista, publicó en 1992 la
´´Historia de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro, devoción a esta advocación
de la Virgen en la República de Nicaragua´´. Obra cuyo título lo explica, habla
sobre la madre del Señor bajo esta antiquísima advocación en el pueblo
cristiano, mariano y nicaragüense.
La tercera parte de la obra del P. Fuentes, se centra en
la devoción que en Nicaragua, en sus diócesis, parroquias, iglesias filiales,
asociaciones religiosas, colegios, cooperativas, están bajo la protección de la
Virgen del Perpetuo Socorro. Es meritorio decir que el trabajo del P. Santiago, hizo
posible tener una mayor información y conocimiento para que el pueblo creyente,
devoto del Perpetuo Socorro, conociera cómo llegó la bendita imagen de Santa María
del Perpetuo Socorro a la república de Nicaragua. Que como bien dice este redentorista,
es muy amada en el país de lagos y volcanes. Afirma el padre Fuentes, que en la
parroquia Nuestra Señora de Guadalupe, en el abrasador departamento de
Chinandega, en el año de 1920, llegó el icono de la Virgen del Perpetuo
Socorro, donado por la señora María Antiote de Galante. Y el Dr. Richard Gómez
Centeno, oriundo de Chinandega, manifiesta en sus indagaciones particulares,
que antes de 1920, ya existía un bello icono de Santa María del Perpetuo Socorro,
en la parroquia del Calvario, que data de 1914.
Hermana república de Costa Rica, donde reina nuestra
Señora de Los Ángeles, ´La Negrita´ bella. En esta amada república de Costa
Rica, el nombre del Perpetuo Socorro sigue recorriendo el territorio nacional.
Su nombre bendito cruza el firmamento de la patria costarricense, y su nombre
surca los mares que bañan de cristal las costas de la bella Costa Rica. María
es de Costa Rica, y Costa Rica es de María. Como un dato histórico, entre 1930 y 1965, tiempo en que
los misioneros redentoristas solamente se dedicaban al trabajo del apostolado
misionero itinerante, se predicaron alrededor de 700 misiones en distintos
lugares de las provincias de Costa Rica (San José, Alajuela, Heredia, Cartago y
Guanacaste), llevando a esos lugares la Palabra de Dios y el sagrado icono de
la Virgen del Perpetuo Socorro
Hoy por hoy, los focos de irradiación socorrista en Costa
Rica los encontramos en tres puntos donde se encuentran los misioneros
redentoristas: Postulantado ´San Clemente´, en San José, la capital; Equipo
Misionero (EMICAR), que recorre el territorio nacional predicando la
´redención copiosa´ y dando a conocer el sagrado icono del Perpetuo Socorro; y en
la parroquia y santuario Santo Cristo de La Agonía, desde 1927, los misioneros
redentoristas que han servido en esa parroquia, han dado a conocer el dulce
nombre del Perpetuo Socorro. En los años de 1960, encontramos una Archicofradía
del Perpetuo Socorro bien fortalecida y entusiasta. Y así, los Redentoristas podemos
decir: ¡Misión cumplida!
La Virgen del Perpetuo Socorro en la república de Honduras.
Las primeras noticias que tenemos sobre la devoción de la Virgen del Perpetuo
Socorro en Honduras, las recibimos del padre Valentín Villar, (Q.d.D.g.), citado
en uno de los libros del padre Roberto Bolaños. 56 En su escrito sobre la devoción a la Virgen
del Perpetuo Socorro y extensión a su devoción entre 1928-1966, afirma
que la primera ciudad en la que se estableció el culto público a la Virgen del
Perpetuo Socorro, fue en Comayagua un 21 de octubre de 1928. Colocándose el bendito cuadro de la Virgen
del Perpetuo Socorro en la iglesia de San Francisco; entre 1928 y 1929,
predicaron misiones los PP. Misael Abia y Valentín Martínez; este en 1949, fue
nombrado como primer párroco de la iglesia de Los Dolores.
En Tegucigalpa, capital de Honduras, se estableció la
Archicofradía del Perpetuo Socorro, en la iglesia de Los Dolores, el 28 de junio de 1931, y la primera novena
se predicó al año siguiente. Predicó el P. Samaniego. El icono de la Virgen del Perpetuo Socorro, que
se encuentra en el altar colonial dedicado a Ella, obra de Blas de Mesa,
elaborado en la ciudad de Valencia, España, con un costo $300.00 lo donó la
señora Mercedes Agurcia, (¿sería la
escritora doña Mercedes Agurcia
Membreño, llamada dulcemente ´´El Hada de los niños´´?). La devoción de los martes a la Virgen del Perpetuo
Socorro comenzó en 1947. En ese tiempo
Los Dolores no tenía la categoría de
Parroquia. En Danlí, El Paraíso, desde 1939 se viene celebrando la
novena a la Virgen Perpetuo Socorro. El gran predicador fue ´´El Padre Santa
Misión´´ Avelino Martínez, con el apoyo de Mons. Jacobo Cáceres (de ahí la
amistad de este con los Redentoristas). En Erandique y Yuscarán, desde
1937. En Yuscarán, cuna de la histórica
familia Fortín Ordoñez, se sigue celebrando la fiesta en honor a la Virgen del
Perpetuo Socorro con mucha devoción y entusiasmo por parte de la familia Ochoa
Chacón, familia de donde proviene nuestro misionero edentorista, P. Óscar Manuel
Ochoa Chacón. En Choluteca se conocía la devoción a la Virgen Misionera, antes
de la llegada de los Redentoristas en 1928, se debe por su proximidad a la república
de Nicaragua (país eminentemente mariano). En la ´´Sultana del Sur´´ se formó
la Archicofradía del Perpetuo Socorro, en 1938. En Amapala se predicaron las
novenas en 1936 y 1937. En Santa Rosa de
Copán se fundó la Archicofradía en 1947. Y En Sabanagrande y La Venta en 1938. La
Virgen del Perpetuo Socorro reina en las tierras de Francisco Morazán.
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