lunes, 22 de octubre de 2018

El Señor de los Milagros (Colección Santos Cristos)



La devoción a “El Señor de los Milagros” es una de las más grandes e impresionantes que hay por parte del pueblo cristiano-católico a Jesús clavado en la cruz por amor a la humanidad. Esta devoción nos viene de América del Sur en Perú: “Esta tradición nace en Lima, Perú, donde una serie de acontecimientos extraordinarios fueron acrecentando con el correr del tiempo, la proyección a todos los lugares del mundo de esta sagrada Imagen del Señor de los Milagros. En este país la devoción es de carácter nacional y parte de una pintura al fresco del siglo XVII, que representa al crucificado y que pertenecía a una cofradía de negros”. 

En Nicaragua, esta devoción llega con fuerza, dinamismo, y encuentra un lugar especial para quedarse en el corazón de los managuas. La bendita Imagen de “El Señor de los Milagros”, se encontraba en el templo de Veracruz; que a la llegada de la Imagen de la Sangre de Cristo en el año de 1638, ya se veneraba con mucha devoción en dicho templo, la Imagen de “El Señor de los Milagros”.

El movimiento terráqueo del año de 1931, echó abajo el antiguo templo de Veracruz; este acontecimiento llevó a trasladar la imagen a la iglesia de Nuestra Señora de la Candelaria, donde estuvo hasta mediados de los años cincuenta. Cuando es levantada arquitectónicamente la Iglesia de Santo Domingo, la venerada Imagen de “El Señor de los Milagros” permaneció en dicha Iglesia hasta nueva orden del Sr. arzobispo Alejandro González y Robleto, quien decidió que la milagrosa Imagen, después de su estancia en la Iglesia de Santo Domingo, fuera llevada a la Catedral Santiago de Managua, donde permaneció hasta el año de 1972, cuando ocurrió el fatídico terremoto.

La Imagen de “El Señor de los Milagros”, al igual que otras imágenes que se encontraban en la antigua Catedral Santiago de Managua, fueron recuperadas y enviadas a otras iglesias de la ciudad capital para ser custodiadas a la espera de un nuevo templo; en este caso, de una nueva Catedral. En el caso concreto de algunas imágenes, no encontraron el camino para llegar a la nueva catedral de Managua Inmaculada Concepción de María.

Pues así lo permitió Dios en su infinita misericordia y en sus infinitos designios, y así lo ha permitido con la imagen de “El Señor de los Milagros”. Esta bendita Imagen estuvo desaparecida por varios años después del terremoto de 1972. En un breve escrito sobre la historia de esta venerada Imagen, se narra su hallazgo, en una época llamada posterremoto, su llegada a la Colonia Unidad de Propósito y su restauración: “Después de este suceso se pierde el rastro por varios años, hasta que es encontrada en una pequeña Iglesia del barrio María Auxiliadora, tirada en un basurero de hojas y papeles viejos, a la par de otros santos. Es rescatada de allí por el señor Edmundo Martínez y su hijo Bayardo Martínez, habitantes de la Colonia Unidad de Propósito. Ellos la trasladan a la Iglesia de esta colonia. Aquí es restaurada por el gran pintor y escultor Rodrigo Peñalba, ya que tenía la mano quebrada, y dos dedos de las manos. Esto ocurre a finales de la década de los años de 1970.

Hermano lector, si desea conocer la bella imagen de “El Señor de los Milagros”, y la parroquia donde se encuentra y que lleva su mismo nombre, le invito a que siga leyendo algo más sobre esta milagrosa Imagen.

Siguiendo la famosa Carretera Norte, que en febrero de 1996 vibró al paso de san Juan Pablo II “El Grande”, en el km 9 ½ dirigiéndonos al Instituto Modesto Armijo, 1c. al norte, 25 mts. al este, en la Colonia Unidad de Propósito, encontramos el templo parroquial de “El Señor de los Milagros”.
Esta Parroquia, fue creada en diciembre de 1997; comprende los barrios de Monte Fresco, El Rodeo, Monte Christi, Casa Real, La Purísima. En el centro del altar mayor del templo parroquial, se encuentra la bella imagen de “El Señor de los Milagros”. Su fiesta patronal es el 3 de mayo, en el calendario anterior, día de la “Santa Cruz”.

Al cuidado de la imagen están, en primer lugar, el párroco, y con él, los coordinadores de las comunidades parroquiales del Sistema Integral de la Nueva Evangelización (SINE), según nos compartió la profesora Aleyda de Jesús Guzmán, hija de esa parroquia y gran devota de “El Señor de los Milagros”.
Según la profesora Aleyda Guzmán, se ha constatado, que la imagen de “El Señor de los Milagros”, tiene alrededor de cuatrocientos años de antigüedad, es decir, es más antigua que la venerada imagen de la “Sangre de Cristo” de la catedral de Managua.
¿Qué expresa el rostro de la imagen de “El Señor de los Milagros”? Para la hermana Aleyda Guzmán y este su servidor quien escribe, la imagen de este Santo Cristo expresa dolor profundísimo, parece estar llegando al paroxismo, al límite del dolor, al sufrimiento mismo de donde surge el dolor. Y esta imagen pareciera decir, gritando a voz en cuello, las palabras: “Todo se ha cumplido”.

´´Había allí una vasija llena de vinagre. Sujetaron a una rama de hispo una esponja empapada en vinagre y se la acercaron a la boca. Cuando tomo Jesús el vinagre, dijo: “Todo está cumplido”. E inclinando la cabeza entregó el espíritu´´(Jn 19, 29-30).

Jesucristo es el fiel cumplidor de la voluntad del Padre. Cumple con la voluntad de su Padre por amor a nosotros, y así, nos enseña a obedecer. La obediencia es la puerta de la bendición, Jesús obediente al Padre, nos conduce a la Casa del Padre. Pasa por el sufrimiento y el dolor, a la gloria y gozo de la resurrección. Su padecimiento es el camino a la gloria, su grito “Todo está cumplido”, es el grito de Jesús vencedor de la muerte, de rey victorioso que se encamina a la gloria. Él es el vencedor que con su obediencia vence al príncipe de este mundo: Satanás. Jesús elevado en la cruz, cumple con la voluntad de su Padre, juzga al mundo y atrae a todos los hombres y mujeres hacia Él. (Jn 12, 32).

“Había allí una vasija llena de vinagre” (Jn 19, 29). ¿Por qué le ofrecieron vinagre y no vino? La escritura dice que le acercaron a su boca una esponja empapada en vinagre y Jesús tomó. El vino y el vinagre. El vino representa la alegría de la vida en la Sagrada Escritura, representa también la generosidad que hay en el corazón del hombre. El vino generoso simboliza la fe que produce en el hombre y la mujer una auténtica alegría iluminando la vida. Por ello, en el pasaje de las bodas de Caná de Galilea, se da el “signo”, una rica simbología, un hecho extraordinario, un hecho que encierra precisamente la conversión del agua en vino. Los biblistas afirman que en las bodas de Caná, por intercesión de la Santísima Virgen María, se anticipó la hora de la glorificación definitiva de Jesús. Se anunció el banquete mesiánico del Reino de Dios, presagio y tipo de la eucaristía. El vino se convierte, para nosotros, en cada eucaristía, en la sangre de Cristo, sangre de la nueva Alianza, como dice el Señor en la última cena.

Jesús nos ofrece, en el Calvario; al gritar “Todo está cumplido”, estaba diciendo, que la gran celebración eucarística con la humanidad entera, se estaba llevando a cabo, se estaba realizando, se estaba cumpliendo, se estaba salvando al género humano. Jesús estaba prodigando el milagro divino de nuestra redención: ese es “El Señor de los Milagros”.

A Jesús le ofrecieron vinagre y no vino, porque el vinagre es agrio, es como astringente, producido por la fermentación ácida del vino; es eso lo que ofrece el mundo, lo que produce el pecado; el vino es alegría, alegra el corazón del hombre, se convierte en la sangre de Cristo que salva y nos redime.

El vinagre del mundo destruye a la persona, produce el ardor en las heridas causadas por nuestros pecados; en cambio, la sangre de Cristo, cierra nuestras heridas, sana nuestras dolencias, nos purifica y nos recrea. En cada eucaristía, se nos sirve el vino perfumado de la nueva alianza, para después convertirse en la sangre de Cristo que perdona los pecados  del mundo.







No hay comentarios.:

Publicar un comentario