domingo, 21 de octubre de 2018

Jesús de la Suspensión (Colección Santos Cristos)



La imagen de Jesús de la Suspensión estaba en la iglesita que llevaba su mismo nombre. La iglesita de La Suspensión estaba ubicada al sur este del centro de la ciudad de Managua, cerca de la loma de Tiscapa y de la laguna que lleva el mismo nombre. Al barrio capitalino donde se encontraba la pequeña iglesia, le llamaban barrio del Santo Jesús de La Suspensión, hoy día conocido como barrio Sajonia, donde se encontraba la iglesia de la Suspensión, está ubicada la muy popular y conocida ferretería “Donald`s”. En 1955, a la llegada de los Misioneros Redentoristas, se les confía el cuidado pastoral de la Iglesia de la Suspensión, de la cual se hacen cargo interinamente.

En 1960 se da la bendición de la primera parte del templo del Santísimo Redentor que destruiría el terremoto de 1972, construido como a ciento cincuenta metros de donde estaba la Iglesia de la Suspensión. Es a partir de esa fecha, que la imagen del Santo Jesús de la Suspensión fue trasladada al nuevo templo, construido y finalizado por los Padres Redentoristas en 1967. Hoy día la imagen del Santo Jesús de la Suspensión se encuentra expuesta en la capilla del Santísimo del templo de la parroquia del Santísimo Redentor, remodelado en mayo del 2006 por la feligresía y por quien les escribe.

Esta amada Parroquia fue creada el 5 de abril de 1961, y comprende los barrios de El Redentor, 19 de Julio, Sajonia (antes barrio de la Suspensión), Largaespada, Francisco Meza y Buenos Aires. Han sido los Misioneros Redentoristas quienes han estado al frente de la Parroquia del Santísimo Redentor desde antes de su creación en 1961, hasta nuestros días, acercándose ya esta parroquia a sus Bodas de Oro en el 2011.

Es interesante saber el origen del nombre de la imagen del Santo Jesús de la Suspensión y cómo era la imagen entre los años cuarenta y cincuenta, ya que la imagen ha sufrido, con el paso del tiempo, tres restauraciones.

Don Luís Pérez, (Q.d.D.g), en sus ´´memorias vivenciales´´, nos describe la imagen: “Una imagen, más pequeña que mediana, de Jesús crucificado, inicialmente creo recordarla en una cruz rolliza, luego es modificada y le hacen una cruz plana, la imagen de rasgos y acabados, perfectos, bellísima”.Y por qué le llamaban de la Suspensión, continúa diciendo don Luis: “Se cuenta que hace muchísimo tiempo una fuerte correntada de agua y lodo que bajaba de las Sierras de Managua, amenazaba con inundar y destruir las humildes casitas de barro y zacate en que habitaban los primitivos pobladores del barrio; estas viviendas eran de un tipo de construcción que llevaba el nombre de henchidos, algo parecido al adobe y cuyos techos eran si no de paja, de tejas de barro. Ante aquella amenaza los pobladores del barrio en un acto de fe, de esa pura sin cosméticos, sin sofisticamientos, movidos por esa fe de la que ya dijera el Divino Maestro si la tuviéramos siquiera como un grano de mostaza moviéramos montañas, contaban nuestros bisabuelos se dirigieron a la “iglesita” del barrio y sacaron en procesión a la imagen de Jesús crucificado, enrumbando hacía el sur para encontrarse con la corriente que amenazadoramente en cualquier momento descendería sobre el barrio y lo arrastraría. No busquemos explicación alguna, la corriente no llegó hasta el barrio, se “suspendió”.

En esto, se levantó una fuerte borrasca y las olas irrumpían en la barca, de suerte que ya se anegaba la barca. El estaba en popa, durmiendo sobre un cabezal. Le despiertan y le dicen: “Maestro, ¿no te importa que perezcamos?” Él, habiéndose despertado, increpó al viento y dijo al mar: “!Calla, enmudece” El viento se calmó  y sobrevino una gran bonanza. (Mc 4, 37-39). Este pasaje es conocido como la tempestad calmada por Jesús, que revela su divinidad. Jesús realiza el prodigio de calmar la tempestad para suscitar y confirmar la fe de sus discípulos en Él. ¿Quién es este que hasta el viento y las aguas le obedecen? Jesús es el Mesías, el Hijo de Dios.

En la Biblia el mar representa las fuerzas del mal que Jesús domina con su poder, como al resto de los otros elementos de la madre naturaleza. Jesús increpa al viento y a las tormentosas olas del lago Tiberíades o mar de Galilea.  Vence los poderes del mal. El milagro de la tempestad calmada es un signo grande de la divinidad de Jesucristo, que se autorrevela y presenta en el mismo Dios Todopoderoso que domina los elementos de la naturaleza, en este caso, el mar embravecido de Galilea.

El relato nos dice que Jesús dormía en la barca; sin embargo, más dormida estaba la fe de sus más cercanos colaboradores, los discípulos. Aquí se da un paso muy importante, Jesús despierta en poder y calma las olas; así, según los biblistas, muestra su gloria y el esplendor maravilloso de su Resurrección.

Ese paso “de la tempestad a la calma”, es el paso de la pascua que hace vivir a sus discípulos y despierta en ellos la fe, viva, auténtica y ardiente. Eso mismo suscita en vos y yo, Jesús. Eso mismo suscitó en aquellos pobladores del barrio de la Suspensión al verse amenazados por aquella correntada, su fe los llevó en nombre del Señor, a “suspender” lo que terriblemente se avecinaba.

¿Por qué digo que el santo Jesús de la Suspensión es una imagen sin culto?¿En qué sentido? En la Iglesia católica, se le rinde un culto vivo y razonable al Dios Uno y Trino, que se expresa en estas dimensiones: a Dios le tributamos un culto de “latría”, que significa adoración; a todos los santos y beatos, le tributamos un culto de “dulía”, que significa veneración; a la Virgen Santísima, nosotros los católicos, le tributamos un culto de “hiperdulía”, que significa que Ella está por encima de todos los santos y beatos, pero no de Dios.

En cuanto a las imágenes, nosotros los católicos, le rendimos nuestra veneración y respeto, porque están en lugar del Señor, de la Santísima Virgen y de los santos y beatos, a quienes representan, porque son como sus retratos, pero no las adoramos.
En el caso de una imagen de Jesús en la cruz, la fe y la devoción del creyente sabe que esta imagen representa a su Señor clavado en la cruz por amor. Las sacrosantas imágenes de “El Señor de los Milagros”, “La Sangre de Cristo” de El Calvario, “Cristo Agonizante del Rosario”, y no digamos, la imagen de la “Sangre de Cristo” de la Catedral, son visitadas a diario; todos los días son visitadas por sus fieles devotos, que delante de esas benditas imágenes, hacen sus oraciones de agradecimiento, de petición y de intercesión.
Encienden una vela, rezan sus novenas, pagan sus promesas, depositan una ofrenda, y regresan a sus hogares bendecidos, fortalecidos y escuchados por el Señor. Han venerado “al Señor de la imagen, no a la imagen del Señor”, este es el significado hondo en el culto tan hermoso de nuestra Iglesia Católica, porque las imágenes merecen nuestra veneración y respeto por lo que representan.

La imagen del santo Jesús de la Suspensión no tiene, al igual que las otras imágenes mencionadas anteriormente, un culto o veneración. ¿A qué se debe? Se debe posiblemente, a las circunstancias que han rodeado a esta bendita imagen, circunstancias históricas como las siguientes que mencionaré a continuación.

Después del terremoto de 1972, que dañó severamente el templo del Santísimo Redentor, y que en agosto de 1974 fue demolido, todas las imágenes fueron retiradas y guardadas, a la espera de un nuevo templo, entre ellas la de la Suspensión, recorrieron varios sitios: casa de los Padres Redentoristas, oficina de la parroquia, templo prefabricado, sacristía, el templo construido en 1993, y remodelado en 2006, hasta que por fin, las imágenes de aquel bellísimo templo del Santísimo Redentor hasta diciembre de 1972 han vuelto a ocupar un lugar digno y elegante, aunque no todas, porque algunas imágenes que los Padres Redentoristas confiaron guardar a algunas personas, no regresaron, tal es el caso de la antigua imagen de la Concepción de María, que podés contemplar en mi libro Crónica breve de la abundante redención en Nicaragua, página 85.


La imagen del santo Cristo de la Suspensión, después de un recorrido sin igual, ahora está expuesta en la capilla de la parroquia de El Redentor, pero sin culto. Es a eso que me refiero, cuando digo, que esa bellísima imagen, es una imagen sin culto.

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