domingo, 5 de julio de 2020

SOR MARÍA CELESTE CROSTAROSA: ESCRITORA, FUNDADORA REFORMADORA Y MAESTRA DE ESPIRITUALIDAD ¿DESCONOCIDA, INCOMPRENDIDA O IGNORADA?


SOR MARÍA CELESTE CROSTAROSA: ESCRITORA, FUNDADORA REFORMADORA Y MAESTRA DE ESPIRITUALIDAD
¿DESCONOCIDA, INCOMPRENDIDA O IGNORADA? (Colección Santos y beatos CSSR)

En el año de 1696, en la República del Ecuador, América del Sur, el día domingo 30 de diciembre, se apareció la Bienaventurada siempre Virgen María en el barrio de  Guápulo, en la ciudad capital de Quito, a quien llamaron Nuestra Señora de la Nube. En ese mismo año, allende los océanos, en Italia, Reino de Nápoles, el día miércoles 31 de octubre, abrió sus ojos a la luz de este mundo, por primera vez, la niña Julia Marcela Santa Crostarosa, quien más tarde sería sor María Celeste Crostarosa, nombre que adoptó al ingresar en el convento de la Visitación en 1724. Sus padres, don José Crostarosa y doña Paula Battista Caldari, supieron transmitir a la niña y jovencita Julia los valores de la fe cristiana católica. Así fue creciendo la joven damita de la sociedad napolitana y muy acomodada Julia Crostarosa, hasta convertirse en una de las mujeres más grandes de la Iglesia en Nápoles  y de la espiritualidad cristiana que ha dado el siglo XVIII; el siglo que disipó ´las tinieblas de la humanidad mediante las luces de la razón´: el ´Siglo de las Luces´.
Esta gran mujer, grande como escritora, fundadora, reformadora y maestra de espiritualidad, fue beatificada en Foggia. Esta ciudad es la bella capital de la provincia que lleva su mismo nombre en la región de Apulia, Italia. Tan hermosa es esa región que recibió los elogios sonoros y vibrantes del emperador del Sacro Imperio Romano Germánico, Federico II de Hohenstaufen: ´´Si el Señor hubiera conocido esta llanura de Apulia, luz de mis ojos, se habría quedado a vivir aquí´´. Desde esta ciudad se contempla todo el norte y el este del mar Adriático. Dicha ciudad fue el escenario en el que se realizó la ceremonia solemne de beatificación de la venerable sor María Celeste Crostarosa, el 18 de junio del año 2016, en la basílica y catedral María SS. Assunta in Cielo; y desde la cual escuchamos la fórmula de beatificación que la proclamó bienaventurada, que está gozando de las delicias del Paraíso y fue inscrita en el catálogo de los beatos de la santa Iglesia católica y apostólica.  La ceremonia de beatificación fue presidida por el cardenal Angelo Amato, prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos.
¿Llegó fuera de tiempo o prudencialmente el evento de la beatificación de la venerable sor María Celeste Crostarosa? Siendo ella contemporánea de san Alfonso María de Ligorio y de san Gerardo María Mayela, san Alfonso fue canonizado en 1839 y san Gerardo en 1904. El proceso de beatificación de sor María Celeste comenzó en 1879 por el papa León XIII, en el segundo año de su pontificado. Han pasado 141 años. ¿Desconocida o ignorada? Y no solo eso. Además fue incomprendida. Pues en toda Scala corría la idea y se rumoraba que sor María Celeste era una monja muy propensa a ilusionarse con demasiada facilidad; en una palabra: monja ilusa. María Celeste Crostarosa, en varias ocasiones fue punto blanco de persecuciones y calumnias. Ella misma escribió con honda tristeza y sumida en el dolor su experiencia: ´´Y lo más doloroso era verse perseguida y calumniada por sus más queridos e íntimos amigos, y censurada por siervos de Dios y personas de bien que hacían esto por celo, creyendo obrar por gloria de Dios´´. Su sufrimiento llegó a un nivel de exasperación cuando fue expulsada de uno de los monasterios donde vivía, y privada de usar el hábito redentorista, el cual llevaba con humildad, sencillez y con todos los derechos como fundadora de su congregación e inspiradora de dos congregaciones. 
Dos grandes rasgos se sesgan de la personalidad de sor María Celeste Crostarosa: fundadora y escritora. Como fundadora de la Orden del Santísimo Redentor o Madres Redentoristas, en el año de 1731, en la solemnidad de Pentecostés. Lo cual indica su apertura a la gracia del Espíritu Santo. Inspiradora de dos congregaciones: Congregación del Santísimo Redentor o Misioneros Redentoristas, la cual fundó san Alfonso María de Ligorio el 9 de noviembre de 1732; y de la Congregación del Santísimo Sacramento, cuyo fundador fue el P. Vicente Mannarini. Dios iluminó a sor María Celeste para la fundación de san Alfonso. Es decir, como un doble instituto en que sus miembros se dedicaran a la vida contemplativa y misionera a través del quehacer apostólico; y reflejar al mundo la ´viva memoria del Redentor´. Fue así que en sus inicios la fundación se conformó en dos ramas: una de varones, de vida apostólica, anunciando la redención copiosa; la otra, de mujeres, entregándose a la contemplación. Sor María Celeste cuenta sobre la inspiración que ella recibió para que se fundara la Congregación del Santísimo Redentor: ´´Cómo el Señor me reveló que quería se fundase la Congregación de los hombres de la misma Regla´´.
Como escritora, sor María Celeste es considerada y con mucha razón de sobra, como escritora prolífica. El P. Emilio Lage, de la provincia de Madrid y ferviente devoto de la venerable sor María Celeste, en el volumen V de la obra ´Espiritualidad Redentorista´, nos ofrece una información resumida de los valiosos escritos de esta gran mujer. Leamos detenidamente el listado que nos proporciona el padre Lage:
´´1. Instituto y Reglas del Santísimo Salvador. Se conservan seis códices, dos de ellos autógrafos de sor Mª Celeste.
2. Autobiografía.  Son 141 páginas, escritas en Foggia, después de 1750, en las que sor Mª Celeste recuerda toda su vida centrada en su vocación de fundadora.
3. Diálogos del alma (Trattenimenti).  Son 152 páginas escritas en su mayoría en los años de Scala, 1724 a 1733; el resto lo escribió en Roccapiemonte en 1737-1738, excepto las últimas páginas escritas en Foggia anotando al final: «Hoy, 10 del mes de septiembre de 1751».  Los Diálogos son como un diario o cuaderno de confidencias espirituales, usando la forma de diálogo entre el alma y el Esposo.
4. Los grados de oración. Sor Mª Celeste expone su experiencia mística de la oración describiendo 16 grados o peldaños de la «mística escala» por la que se sube de la tierra al cielo. Comprende 132 páginas.  El libro fue escrito en Foggia.
5. Ejercicio de amor de Dios.  El título completo anunciaba una meditación para todos los días del año, sobre el evangelio de san Mateo.  En realidad son sólo 193 meditaciones, casi todas sobre textos de san Mateo, san Lucas y san Juan, algunas sobre el Génesis y el Cantar de los Cantares y algunas sin texto bíblico.  Fue escrito parte en Pareti-Roccapiemonte (1733-1737), parte en los últimos años de Foggia.
6. Ejercicio de amor para la Cuaresma. Son 53 páginas con 50 meditaciones sobre la Pasión. Excepto la primera, todas comienzan con un texto de los capítulos 18 y 19 de San Juan. Fue escrito en los últimos años de Foggia.
7. Meditaciones de Adviento. Son 77 meditaciones, siguiendo a Lucas y Mateo  desde la Anunciación hasta la vocación de Pedro y Andrés.  Fue escrito también en los últimos años de Foggia.
8. Jardín interior (Giardinetto). Esta obra, de la que hasta hace pocos años solo se conocía una parte en una copia no autógrafa, es la más extensa.  A lo largo de casi 600 páginas sor Mª Celeste comenta los relatos de la infancia de Cristo según Lucas y Mateo y los capítulos 1 y 12 de san Juan, intercalando algunas meditaciones sobre textos del Cantar y del Apocalipsis. 
Otros escritos más breves, pero no de menor densidad espiritual, son los Ejercicios Espirituales (dos series), la Novena de Navidad, las Canciones espirituales, las Siete reglas espirituales, y un folleto de oraciones con el título de Libro de ejercicios espirituales devotos. Se conservan 27 Cartas de las cuales 15 fueron dirigidas a san Alfonso´´.
Como vemos, indudablemente, sor María Celeste escribió con gran destreza, que con justicia mayor, puede ser considerada una de las mejores plumas del Reino de Nápoles del siglo XVIII. Pero no solo corrió mucha tinta en los papeles que con gran delicadeza tomaba en sus manos la Crostarosa; con la tinta corrió también como una cascada su recia espiritualidad, que hicieron de sor María Celeste mujer de una sola pieza y aplomada en el misterio de Cristo: nacimiento, pasión, muerte y resurrección. Su recia personalidad y espiritualidad la hacen merecedora de las palabras dedicadas a ella en un escrito muy interesante: ´´Una mujer fuerte y tierna a la vez, devorada por el fuego del Espíritu´´.
La espiritualidad de María Celeste nos enriquece a todos. Enriquece a la gran familia redentorista. El acontecimiento de su beatificación es bendición y renovación en el carisma de la familia de san Alfonso María de Ligorio. El padre general de la congregación del Santísimo Redentor, Michael Brehl, ha escrito: ´´La Beatificación de la Madre María Celeste Crostarosa es muy importante para todos los que compartimos el carisma, la tradición y la espiritualidad del Santísimo Redentor. En comunión con la Madre María Celeste, ruego que este gran acontecimiento sea ocasión de muchas bendiciones y de renovación espiritual en la Orden y en la Congregación. Que María, nuestra Madre del Perpetuo Socorro, siga acompañándonos en nuestra vocación de vivir y anunciar la “Copiosa Redemptio”, como “Viva Memoria” del Redentor´´. En uno de los abundantes escritos sobre sor María Celeste Crostarosa, se lee que ella ´´hizo carne el proyecto contemplativo redentorista´´.
El P. Emilio Lage, en el capítulo II del volumen V de la colección ´Espiritualidad Redentorista´, nos habla de la doctrina espiritual de sor María Celeste Crostarosa. En su doctrina, dice el P. Lage, sor María Celeste coloca a Dios como el personaje central, y como personaje secundario lo ocupa el alma. En los escritos espirituales de sor María Celeste, hay una fórmula: ´viva memoria´, la cual resume las Reglas y su doctrina espiritual.
¿Qué significa en el lenguaje espiritual crostarosiano la fórmula ´viva memoria´? Escuchemos  a Emilio Lage: ´´Viva memoria significa ser y tener un recuerdo vivo de Cristo. Ser un vivo recuerdo: por la transformación del Espíritu Santo realiza en las almas convirtiéndolas en imágenes vivas, retratos animados del Hijo. La vida comunitaria en unión de amor hace visible la presencia de Cristo en la comunidad, porque Cristo hoy, por medio de las almas en las que vive vida de amor, sigue haciendo las obras de amor que hizo durante su vida terrena, cuando era  ´viador´ en este mundo´´.
Con su vida y sus obras escritas, sor María Celeste Crostarosa se convirtió en una auténtica maestra espiritual. San Gerardo María Mayela, gran santo de la Iglesia, frecuentaba el monasterio de Foggia para visitar a su madre espiritual sor María Celeste. El caso es que cuando el santo de  Materdomini regresaba de Foggia, lo hacía con gran fervor y grandes deseos de unirse más a Jesucristo. Sor María Celeste mantuvo siempre óptimas relaciones con sus amigos de Scala, entre ellos san Alfonso María de Ligorio, quien conversaba largamente con esta venerable mujer. Sin duda alguna, podemos hablar de una espiritualidad  ´crostarosiana´ sin temor alguno. Una espiritualidad válida para los religiosos y laicos de ayer, hoy y siempre.
Sor María Celeste Crostarosa realizó su viaje hacia la Casa del Padre, cerrando sus ojos a este mundo, para abrirlos en la eternidad, en Foggia, a los 58 años de edad, un 14 de septiembre de 1755, día domingo, fiesta de la Exaltación de la Santa Cruz, siendo aclamada por el pueblo santo de Dios como “la santa priora”. El P. Laurentino Miguélez, historiador de la provincia de México, en su libro Los Redentoristas. Veinte lecturas sobre su historia, dice que sor María Celeste murió así: ´´Fue fiel a su vocación fundando y dirigiendo un monasterio con las mismas características que había previsto para el de Scala´´. María Celeste Crostarosa, al momento de su tránsito a la eternidad, agoniza escuchando la Pasión según san Juan. En una de las biografías sobre sor María Celeste, leemos que ella expiró al momento de escuchar las palabras ´todo está cumplido´. Eran las tres de la tarde de ese 14 de septiembre.  Así ella configuró su vida con el Redentor y fue toda su vida ´viva memoria´ de Cristo Redentor.
Que la beata María Celeste Crostarosa, sea para la gran familia redentorista, motivo y ocasión para llenarnos del Espíritu Santo, arropados bajo el tierno y dulce manto de la Virgen María del Perpetuo Socorro, y seamos todos, padres y madres redentoristas, ´viva memoria´ de Jesucristo Redentor del mundo.















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