HACIA
LOS 100 AÑOS DE PRESENCIA MISIONERA REDENTORISTA EN AMÉRICA CENTRAL. A MODO DE RECENSIÓN.
LOS
ORÍGENES. I PARTE. SOMOS HEREDEROS DE UNA TRADICIÓN (Colección Temas históricos)
´´Solo
resta felicitar al Padre Bosco Rodríguez por su labor histórica; decía don
Marcelino Menéndez Pelayo que los pueblos que desconocen su historia están
condenados a cometer los mismos errores. Y, por supuesto, animar a los
cohermanos a expansionarse leyendo esta historia que nos atañe directamente,
pues somos los herederos de una tradición misionera´´.
P.
Roberto Bolaños A.,C.Ss.R.
Prólogo
El
dramaturgo, poeta y novelista español Ramón del Valle-Inclán, escribió con
letras de oro la siguiente locución: ´´Nada es como es, sino como se
recuerda´´. ¿Qué significa recordar? Recordar es: ´´traer a la memoria propia
algo percibido, aprendido o conocido, o retener algo en la mente´´. Con el
presente escrito que el lector visualiza y sostiene en sus manos, se intenta
traer a su memoria lo percibido, aprendido o conocido; y retener en la mente lo
vivido en esta Unidad de la Congregación del Santísimo Redentor: ¡la amada
provincia de América Central!
Sin embargo, no ha sido faena sencilla
buscar y encontrar la información pertinente en los archivos, crónicas y comunicaciones
emanadas en nuestra provincia para esta recensión. Pues las Crónicas de
nuestras comunidades son como mi tierra lacustre Nicaragua: llenas de lagos y
lagunas. Algunas ya son océanos… Suena poético; pero no lo es. Hablando de
archivos, decía el célebre poeta mexicano Octavio Paz lo siguiente: ´´La poesía
es la memoria de la vida y los archivos son su lengua´´. Somos conscientes que
la desorganización de un archivo, es la forma más eficaz de silenciar cualquier
información.
Estimo importante que quien tenga en sus
manos la presente recensión, conozca o recuerde datos de nuestra historia
misionera. Conozca o recuerde de dónde venimos los Misioneros Redentoristas,
quién nos fundó, quién nos inspiró, cómo crecimos y quiénes somos. Mi punto de apoyo o referencia serán las
obras del R.P. Roberto Bolaños A., quien se ha dedicado con amor y pasión a
escribir nuestra historia redentorista en estas tierras centroamericanas.
LA
FUNDACIÓN
San Alfonso, inspirado por Dios e
iluminado por las luces de fuego del Espíritu Santo, movido por la Palabra de
Dios y con un gran corazón de pastor, de celo apostólico, funda bajo un clima
de oración profunda en la ciudad elevada de Scala, cerca de las costas de
Amalfi, la Congregación de Misioneros del Santísimo Salvador, llamada más
tarde, en 1749, del Santísimo Redentor.
Era el memorable día del 9 de noviembre de 1732.
Para la fundación del nuevo Instituto
Misionero, san Alfonso se vio rodeado de gente llena de Dios que le acompañó
con oraciones. La historia menciona a la beata María Celeste Crostarosa y a un
grupo de hombres de recia espiritualidad que iniciaron junto a san Alfonso el
camino de una vida misionera por el bien de los más desprotegidos. La beata
María Celeste fue inspiradora de dos congregaciones: Congregación del Santísimo
Redentor, la cual fundó san Alfonso María de Ligorio el 9 de noviembre de 1732;
y de la Congregación del Santísimo Sacramento cuyo fundador fue el P. Vicente
Mannarini. Aquellos primeros redentoristas fueron: Giovanni Mazzini, Vicenzo
Mannarini, Pietro Romano, Giovanni Battista de Donato, Silvestro Tósquez, César
Sportelli, monseñor Tomás Falcoia y Vito Curzio.
Sin duda alguna, san Alfonso fue un
hombre inspirado por el Espíritu Santo, quien confió en la providencia de Dios.
Esta fe lo llevó a la obediencia, porque en la obediencia está la bendición. Su
fe y obediencia lo mantuvieron en unión fraterna con los pastores de la
Iglesia, el papa y los obispos, y él, más tarde, se convirtió en obispo de la
diócesis de Santa Agueda de Los Godos.
Ese amor a la Iglesia y a sus pastores lo vemos reflejado en todo su
ministerio apostólico, impregnado de humildad y sencillez. Así lo leemos en el
“Suplex Libellus”, al solicitar al papa la aprobación del nuevo instituto
religioso y describir el estado en que se encontraba ya la fundación:
“Santísimo Padre, este es el estado en que se halla esta nueva obra. Pero si Su Santidad no se digna a concederle
su aprobación apostólica, la misión no podrá continuar su feliz desarrollo. Por
lo que el suplicante y sus compañeros, postrados a sus pies, por el amor que Su
Santidad demuestra por la gloria de Jesucristo y por la salud espiritual de
tantos pobres campesinos, que son los hijos más desamparados en la Iglesia de
Dios, le suplican se digne a conceder su consentimiento apostólico´´.
La Congregación del Santísimo Redentor
fue aprobada por la Santa Sede el 25 de febrero de 1749.
Sin duda alguna, la personalidad de san
Alfonso María de Ligorio es impresionante, su corazón estaba hecho de celo
apostólico y amor a los más necesitados; eso se propuso en su programa como
sacerdote el 21 de diciembre de 1726 cuando fue ordenado: “La Santa Iglesia me
honra; yo debo honrar a la Iglesia con la santidad de vida, con celo, con el
trabajo, con el decoro”.
EXPANSIÓN
DE LA CONGREGACIÓN
La Congregación del Santísimo Redentor,
gracias a la providencia de Dios, fue creciendo en todo el territorio de
Italia, fortaleciéndose y dando grandes frutos.
Fue san Clemente María Hofbauer, quien llevó más allá de las fronteras
de Italia el instituto religioso. San
Clemente, considerado un segundo fundador, sin quitar mérito alguno al fundador
san Alfonso María, con su don misionero y celo por las almas, lleva el carisma
de la Congregación a Polonia, Alemania, Suiza y Austria. Y es el venerable
padre José Passerat (1772-1858), hombre santo de Dios, y compañero de misión de
san Clemente, quien envía misioneros a Portugal, Bélgica y Bulgaria. Es así como el carisma fundado por san
Alfonso María de Ligorio empieza a derramarse como óleo santo por el mundo
entero.
LOS
MISIONEROS REDENTORISTAS EN EL REINO DE ESPAÑA Y EN LA REPÚBLICA MEXICANA
Los Misioneros Redentoristas en España y
México. Los hijos de san Alfonso llegan a ´La madre patria´, la tierra de
Miguel de Cervantes Saavedra, y de grandes escritores de todos los tiempos,
´tierra de santos´ como llamó a España san Juan Pablo II en su primera visita
histórica a ese bello país. Los primeros Misioneros Redentoristas llegan a
Madrid, España, el 15 de febrero de 1863, y el 2 de febrero de 1900 fue creada
canónicamente la provincia de Madrid.
Rubén Darío, el gran poeta nicaragüense, ´príncipe de las letras castellanas´,
decía que somos hijos de América y nietos de España. De ´La madre patria´ hemos heredado su
cultura, lengua y sobre todo el cristianismo, y por España nos vino la
Congregación del Santísimo Redentor.
El 8 de marzo de 1908, a las 2:30 p.m.,
llegan provenientes de España, en el navío ´Alfonso XIII´, los primeros
Misioneros Redentoristas al Puerto de Veracruz, México, que más tarde será la
primera viceprovincia en Hispanoamérica. Comienzan las fundaciones en
Monterrey, Puebla, Torreón, Pachuca y San Luis Potosí.
Como nos cuenta la historia, hubo en los
Estados Unidos Mexicanos una gran persecución en contra de la Iglesia, en la
cual derramaron su sangre varios cristianos, entre ellos sacerdotes, religiosos
y religiosas, catequistas y laicos comprometidos. Varios de ellos han sido
elevados a los altares por nuestro inolvidable san Juan Pablo II y el papa
emérito Benedicto XVI. Para la Iglesia los gobiernos de Díaz y Calles
significaron sangre y destrucción. En su
tiempo, varios cristianos fueron perseguidos, llevados a la cárcel y
expulsados. Situación dada en la llamada Guerra de los Cristeros o Cristiada.
El papa Francisco, recientemente, elevó al honor de los altares al ´niño
cristero´ san José Sánchez del Río.
LA
CONGREGACIÓN DEL SANTÍSIMO REDENTOR LLEGA A CENTROAMÉRICA
Los Misioneros Redentoristas en
Centroamérica. En un contexto de persecución, los Misioneros Redentoristas
llegan de México a nuestros países centroamericanos. Nuestra historia en
Centroamérica comienza en mayo de 1927, cuando llegaron a Puerto Limón en Costa
Rica. De la hermana república de Costa
Rica se fueron expandiendo hacia Honduras y El Salvador, donde comenzaron a
trabajar y a predicar el don de la redención en Cristo a través de las misiones
populares.
A principios del siglo XX, el mundo
vivía con expectación el acontecimiento de Cova de Iria: las apariciones de
Nuestra Señora la Virgen del Rosario de Fátima, cuya devoción llegó a tierras
centroamericanas, entre los años de 1940 y 1950. ¿Serían las apariciones de
Nuestra Señora, un preludio del alumbramiento de la congregación del Santísimo
Redentor en América Central?
Las apariciones de Nuestra Señora
empezaron un 13 de mayo de 1917 y, según cuenta la historia, fue el luminoso y
mariano día del 13 de mayo de 1927, cuando los sacerdotes redentoristas Félix
Ruiz de Samaniego y Pedro del Palacio -ambos españoles-, desembarcaron del
vapor “Galicia”, en el vivo y ardiente Puerto Limón, Costa Rica. Venían bajo la
sombra de la gran persecución de don Francisco Plutarco Elías Campuzano, mejor
conocido como Plutarco Elías Calles. Pero impulsados por el ardor del Espíritu
Santo para predicar en el istmo centroamericano la “redención copiosa”:
anunciar con viva voz la pasión, muerte y resurrección de Nuestro Señor
Jesucristo.
Las crónicas nos dicen que, llegados a
Puerto Limón, aquellos misioneros se encaminaron a la ciudad de Alajuela, en el
Valle Central de la república costarricense. Allí, los misioneros fueron
recibidos por el obispo de la ciudad, monseñor Antonio del Carmen Monestel,
quien les ofreció una iglesita de pocas dimensiones, del siglo XIX. Esa
iglesita, hoy en día, es un hermoso santuario dedicado al Santo Cristo de
Esquipulas o de La Agonía, como se le conoce. Actualmente, es el segundo templo
más importante de la ciudad de Alajuela y uno de los más visitados en el país;
es, además, sede de la curia provincial.
Los padres Samaniego y del Palacio, como
hijos genuinos de san Alfonso María de Ligorio, comenzaron la labor apostólica
en Alajuela, con misas, confesiones, predicaciones y la administración de los
sacramentos. En el cumplimiento de su deber, pasaron por muchas dificultades,
que con la ayuda de Dios fueron superando con paciencia de santos.
El carisma de la congregación fue
creciendo y desarrollándose poco a poco, como crece y se desarrolla una planta,
que cumple con un ciclo vital constituido por varias etapas: la etapa
germinativa de la semilla, echa sus primeras hojas, su tallo, raíces y
ramificaciones; así, como una planta, fue creciendo y desarrollándose el carisma
redentorista en América Central.
Los años 1950 y 1960 fueron de gran
vigor impulsador en la expansión del carisma redentorista. La redención copiosa
predicada por aquellos misioneros, fue tomando fuerza cada vez más por toda
América Central. En los años de 1950, asistimos al nacimiento de la
viceprovincia de San Salvador. Era el 2 de febrero de 1955, cuando el padre
general, Guillermo Gaudreau, creó la nueva viceprovincia de San Salvador. La
naciente viceprovincia, comprendía para ese entonces, todos los países de
América Central y ´la perla del Caribe´, Cuba. El Gobierno general de la
Congregación, nombró como primer viceprovincial al presbítero Manuel Cid
Riesco, conocido como Agapito Martínez.
Es en estos años que se abren nuevas
comunidades en los países de Guatemala, Nicaragua y Panamá.
En febrero de 1955, se funda en la
ciudad de Managua, Nicaragua, donde los redentoristas se hacen cargo de las
parroquias del Santísimo Redentor y Santísima Trinidad.
LOS
REDENTORISTAS EN LA REPÚBLICA DE COSTA RICA: LOS ORÍGENES
´´Soy
tico, porque llevo a Costa Rica en las entrañas, porque lloro cuando escucho
una guitarra, cuando trema la marimba, y con la puesta del sol´´ (Humberto
Vargas).
Como óleo santo, desde Alajuela, Costa
Rica, fue derramándose el carisma de san Alfonso por los demás países del
istmo. Costa Rica, como tierra de misión para los Misioneros Redentoristas, no
ha sido la excepción. A todo lo
recomendado por las Constituciones y Estatutos se han dedicado los misioneros
de la gran alegría. En el santuario y parroquia Santo Cristo de La Agonía, en
Alajuela, el pueblo fiel ha encontrado en los Misioneros Redentoristas,
consejeros, maestros, misioneros y pastores.
Los misioneros redentoristas que
conformaron la primera comunidad en La Agonía entre 1927 y 1929, fueron los PP.
Pedro del Palacio, como superior; Félix Ruiz de Samaniego, Miguel Reimóndez,
Dionisio Monroy Alaguero, Carlos Cavero, Javier García Portero, Perfecto Crespo
y el Hno. Demetrio Álvarez. Los primeros lugares bendecidos con la predicación
de misiones con 16 en total, fueron: San Ramón, San Antonio del Tejar, La
Guácima, Desamparados de Alajuela, La Merced en San José, San Josecito de
Alajuela, Naranjo, San Vicente de Moravia, El Tambor de Alajuela y San Rafael
de Ojo de Agua. En cuanto al P. Cavero, recordado por sus hermosos sermones,
hemos de decir lo siguiente: que si el pueblo costarricense y centroamericano
conoce la vida y obras de san Gerardo María Mayela, esto se debe en parte, al
R.P. Carlos Cavero Combarros, que con vigorosa propagación dio a conocer a este
gran santo redentorista por medio de las misiones populares tradicionales.
Después vendrían más misiones y más
trabajo apostólico para los hijos de san Alfonso. Entre 1930 y 1965, tiempo en
que los misioneros redentoristas solamente se dedicaban al trabajo del
apostolado misionero itinerante, se predicaron alrededor de 700 misiones en
distintos lugares de las provincias de Costa Rica (San José, Alajuela, Heredia,
Cartago y Guanacaste), llevando a esos lugares la Palabra de Dios.
Los misioneros redentoristas, además de
predicar misiones, se dedicaron con gran ahínco a las asociaciones y grupos
apostólicos existentes en el Santuario; por ejemplo, en 1956, encontramos a los
padres Carlos Cavero, Miguel Cervantes, José Elorza y José de Prada,
acompañando a los hermanos que asistían a los grupos de la Liga de San Gerardo,
Archicofradía del Perpetuo Socorro, Jueves Eucarísticos, Santo Cristo de
Esquipulas y Catequesis. Y a la altura de 1963 encontramos, por ejemplo, al P.
Juan Nuin como director de la Archicofradía del Perpetuo Socorro y la Corte de
María. Al P. Heraclio Hermosilla, dirigiendo como subdirector a la
Archicofradía del Perpetuo Socorro. Al padre Virgilio de Castro, como director
de los Jueves Eucarísticos y de la Hermandad de Caballeros del Santo Cristo de
Esquipulas. Y al padre Jesús García Portero, como subdirector de los Jueves
Eucarísticos, asociación que en sus últimos años tuvo como director al padre
Joaquín Mendoza Samaniego.
El 1 de enero de 1965, entró en vigencia
el Decreto de la segunda erección canónica del Santuario de La Agonía como
parroquia, dado por Mons. Enrique Bolaños Quesada, que en ese entonces era
administrador apostólico de la diócesis de Alajuela. Fue nombrado como primer
párroco el P. Juan Nuin Gorosterratzu (párroco entre 1965-1967 y 1969-1974).
De aquella memorable fecha hasta el año
de 1990, encuentran un espacio vital para su apostolado, los siguientes grupos:
Cursillos de Cristiandad, Movimiento Familiar Cristiano (MFC) en 1973,
Encuentros de Promoción Juvenil y Renovación Espiritual Católica. Los
sacerdotes que acompañaron a estos grupos con eficacia y mucho empeño fueron: los
padres Juan Nuin, párroco; José de Prada y Jesús Rico Aldave (párroco de La
Agonía 1975-1980).
En 1977, funcionaban en el Santuario y
Parroquia Santo Cristo de La Agonía, los siguientes grupos apostólicos: Martes
en honor a la Virgen del Perpetuo Socorro, Legión de María y Jueves
Eucarísticos. Estos grupos desaparecen más tarde. Con mayor presencia de
hermanos permanecen Cursillos de Cristiandad, Emproístas y Renovación
Carismática. Y en los años de 1980, el Movimiento de Jornadas de Vida Cristiana
y la Escuela de Catequistas, desempeñaron un papel importantísimo en la vida
parroquial de La Agonía.
A comienzos de los años de 1990, la
pastoral de La Agonía comienza a orientarse en la dinámica de la Nueva
Evangelización para formar Pequeñas Comunidades. En esos años, el párroco y
superior de La Agonía era el muy querido y recordado P. Laureano Salgado
Estévez, último párroco español. Bajo su tercera gestión como párroco se
construyó, en 1991, el Centro Pastoral del Santuario y Parroquia Santo Cristo
de La Agonía. ´´Honor a quien honor merece´´. ´´A tal señor, tal honor´´.
Con el primer párroco centroamericano de
origen costarricense, P. Ramón Coto (párroco 1993- 1995), los movimientos o
grupos apostólicos como Cursillos de Cristiandad, Movimiento Familiar
Cristiano, Renovación Carismática y Pastoral Juvenil, continuaban su caminar en
la fe con grandes experiencias en su vida testimonial. También, la parroquia
había vivido varias misiones predicadas por el Equipo Misionero de la entonces viceprovincia
de San Salvador, ahora provincia de América Central. Es importante anotar que,
en el tiempo del padre Ramón Coto, en La Agonía servían seis sacerdotes, y en
la casa adyacente a la iglesia de El Llano vivían un sacerdote y tres diáconos
redentoristas. Tiempos floridos aquellos…
La feligresía del santuario y parroquia
Santo Cristo de La Agonía atesora en su mente y corazón, gratísimos recuerdos
de todos los misioneros sacerdotes y hermanos redentoristas de ayer y hoy, que
con su entrega generosa en el apostolado han dejado una grandísima estela
luminosa.
El amable lector que sostiene entre sus
manos este escrito o lo visualiza, sabe muy bien que al pasar las páginas con
la yema de los dedos, no podrían contener en sus espacios los nombres y la
labor que han realizado los hijos de san Alfonso desde su llegada a Alajuela en
1927, hasta nuestros días. ¡Cómo olvidar, por ejemplo, a estos apóstoles del
evangelio! A los Hnos. Sergio Porras y Esteban Ezquer Miralles (quien realzó al
órgano tantas y tantas misas), a los PP. Gratiniano Fernández de Labastida,
Pedro María Castro Valderrama, Juan Azcona, Jesús Ibáñez Cabodevilla, Ángel Morán,
José Casal Calviño, Miguel Rodríguez del Palacio, Julián Domínguez, Julián
Pereda González (primer director del Colegio Redentorista San Alfonso, 1972),
Manuel Pérez Cancela (párroco de La
Agonía 1981-1983), Evaristo Martínez López, el queridísimo Rufino Tedejo
Martínez y Roberto Bolaños (escritor e historiador, a quien consideraban
el ´´boca de oro´´ por sus homilías tan
apreciadas por los feligreses).
Del P. Laureano Salgado como último
párroco español, al P. Ramón Coto como primer párroco centroamericano, el santuario
y parroquia Santo Cristo de La Agonía vive un tiempo de transición. En un
libro, hace muchos años, leí que las transiciones son por lo general,
complejas, difíciles, y sobre todo muy ingratas. El hombre cuando pasa por una
transición, también pasa el dolor e incomprensión.
Los padres españoles fundaron la ahora
provincia de América Central. Por muchas décadas fueron los padres, maestros,
hermanos y amigos en Cristo Redentor. Ellos, con su sabiduría, enseñaron a
madurar en la fe a muchas personas.
En 1995, cuando el padre Ramón Coto deja
la parroquia de La Agonía, le suceden en el cargo de párroco, misioneros
redentoristas que junto a otros hermanos, haciendo comunidad, desempeñaron una
labor apostólica verdaderamente encomiable.
Al frente de esa transición estuvo el
primer párroco nicaragüense de La Agonía, el fallecido P. Óscar Meléndez
Loásiga (párroco 1996-1998). Antes de la transición, es importante anotar, que
el Equipo Misionero Redentorista de Centroamérica ya había predicado misiones
en la parroquia de La Agonía a principios de los años de 1990. Tenían como
residencia la casa adyacente de la iglesia Inmaculada Concepción de El Llano,
cuyo director era el P. Minor Sandoval. De esta experiencia misionera, se pasa
de Asambleas Familiares a Pequeñas Comunidades con el método de Sistema
Integral de la Nueva Evangelización (SINE). Se hace la sectorización de la
parroquia Santo Cristo de La Agonía, y se crean los consejos sectoriales,
ampliándose así el Consejo Parroquial. Nacen en el seno de la parroquia, los
diferentes ministerios al servicio de la misma. Se crea la oficina de
Evangelización desde la cual se hacían las diferentes programaciones para la
formación de los laicos al servicio de la parroquia. También, se le brindó un
espacio a las Comunidades del Camino Neocatecumenal, quienes colaboraron en el
ministerio de Liturgia.
Después de la gestión del padre
Meléndez, continúa la lista de sacerdotes redentoristas centroamericanos que
estuvieron al frente de la parroquia, y bajo cuyo ejercicio como párrocos, se
realizaron proyectos pastorales de digna recordación.
En 1999, toma posesión como párroco el
padre Iván Ávila Monge (Q.d.D.g), hijo de esta parroquia, quien desarrolló un
excelente y brillante trabajo pastoral. Le siguen al P. Iván, los padres Óscar
Rojas Paniagua (2002), Gerardo Vargas Rodríguez (2003-2004), Jesús María Rojas
Quesada (2005-2010), Jeffry Artavia Céspedes (2011-2015), todos de origen
costarricense; y José Manuel Batres Orellana, salvadoreño. En la administración
del padre Rojas Quesada, hubo más apertura a las Pequeñas Comunidades, más
colaboración de los laicos, organización económica de los sectores de la
parroquia, descentralización y la reunión mensual del Consejo Parroquial.
Territorialmente, el santuario y parroquia
Santo Cristo de La Agonía –el cual es urbano-, está conformado por ocho
sectores o diaconías, a saber: Jesús de la Divina Misericordia (Urbanización
Ciruelas), Inmaculada Concepción de María (Barrio El Llano), Nuestra Señora del
Perpetuo Socorro (Barrio Brasil), Nuestra Señora de Fátima (Higuerones),
Nuestra Señora de los Ángeles (Barrio Canoas), Nuestra Señora de la Divina
Providencia (Barrio Providencia), Santa Eduviges (Barrio La Guaria) y Nuestra
Señora de Guadalupe (Barrio Guadalupe).
De 1927 a 1963, etapa preconciliar,
encontramos los siguientes grupos apostólicos en el santuario y parroquia Santo
Cristo de La Agonía: Hijas de María (cuyo director fue el P. del Palacio),
Cofradía del Santo Cristo de Esquipulas, Asociación de Intrépidos Caballeros
del Santo Cristo de Esquipulas, Corazón Eucarístico de Jesús, Catequesis,
Acción Católica, Archicofradía del Perpetuo Socorro, Jueves Eucarísticos, Liga
Gerardina, Corte de María y
Archicofradía de San Alfonso María de Ligorio.
Etapa pos Concilio Vaticano II. Con la
renovación eclesial del Concilio Vaticano II (1962-1965), a partir de este gran
evento de la Iglesia, se proyectan con mayor fuerza en La Agonía, entre 1963 al
2002, los siguientes grupos apostólicos: Cáritas Parroquial, Legión de María, Escuela
de Catequistas, Movimiento Familiar Cristiano (MFC), Cursillos de Cristiandad,
Movimiento Emproista, Pastoral Juvenil, Renovación Espiritual Católica o
Renovación Carismática, Archicofradía del Perpetuo Socorro, Jornadas de Vida
Cristiana y Camino Neocatecumenal.
Los siguientes son los grupos
apostólicos existentes en el Santuario y Parroquia Santo Cristo de La Agonía.
En la actualidad son cuatro áreas pastorales: Kerygma, Liturgia, Koinonía y
Diaconía.
Área Kerygma (Palabra): Catequesis
bautismal, primera comunión, confirmación, prematrimonial, matrimonial y
adultos.
Área Liturgia (Sacramentos): ministerios
de Liturgia, ministros extraordinarios de la comunión, monaguillos y coros.
Área Koinonía (Vida Comunitaria):
Pequeñas Comunidades, Comunidades Católica Nueva Esperanza, Jóvenes Adultos
Redentoristas y Católica Emaús, Pastoral Juvenil Vocacional Redentorista,
Pastoral de la Mujer, Renovación
Espiritual Católica o Renovación Carismática.
Área Diaconía (Servicio): Ministerios de
Evangelización, Acción Social y Finanzas.
Dependencias del santuario y parroquia:
Oficinas de secretaría, pastoral, administrativa, sacristía, librería, cuidado
y vigilancia.
Primeros Oblatos Redentoristas: El día
20 de abril del año 2014, a las seis de la tarde, en el santuario y parroquia
Santo Cristo de La Agonía, se dieron cita tres grandes acontecimientos:
celebración del gran Domingo de la Resurrección del Señor, apertura del ´Año
Jubilar´ de la parroquia Santo Cristo de La Agonía, y entrega de los diplomas
de ´Oblato Redentorista´ a los primeros cuatro laicos de la parroquia de La
Agonía.
En la única eucaristía que se celebró
ese día, se dio apertura al ´Año Jubilar´ del santuario y parroquia Santo Cristo
de La Agonía por sus 50 años de vida parroquial. Presidió la solemne eucaristía
Mons. Ángel San Casimiro Fernández, obispo de Alajuela. Concelebraron con él,
los PP. Manuel Cruz Meza, provincial; Jeffry Artavia, superior y párroco y
demás sacerdotes redentoristas de la comunidad. Muchísimos fieles de la
parroquia, venidos de los diferentes sectores de la misma, acudieron a esta
cita en el Domingo de la Resurrección del Señor, y así testificaron con su presencia un momento histórico en la
vida parroquial: cuatro laicos, hijos de esta parroquia, los hermanos Beatriz
Mayela Delgado Solera, José Antonio Hidalgo García, Marta Eugenia García Suárez y Esmeralda
Gutiérrez Araya, mejor conocida como ´Lala´, recibían de manos del M.R.P.
Manuel Cruz Meza, provincial de América Central, el diploma de ´Oblato
Redentorista´.
Con la entrega de este muy significativo
diploma, la Congregación del Santísimo Redentor en la persona del superior
general, el M.R.P Michael Brehl reconoce en estos hermanos el eminente servicio
prestado a la madre Congregación, haciéndoles así partícipes de todos los
bienes espirituales, oraciones y trabajos misioneros.
Párrocos de la parroquia Santo Cristo de
La Agonía en la segunda erección canónica: 1965 a 2020:
P.
Juan Nuin Gorosterratzu
P.
Antonio González Pérez
P.
Jesús Rico Aldave
P.
Manuel Pérez Cancela
P.
Laureano Salgado Estévez
P.
José Casal Calviño
P.
Ramón Coto Gómez (primer párroco centroamericano, costarricense)
P.
Óscar Iván Meléndez Loásiga (nicaragüense)
P.
Iván Ávila Monge (costarricense)
P.
Óscar Eduardo Rojas (costarricense)
P.
Gerardo Vargas (costarricense)
P.
Jesús María Rojas Quesada (costarricense)
P.
Jeffry Gerardo Artavia Céspedes (costarricense)
P.
José Manuel Batres Orellana (salvadoreño)
P.
José Araya Chavarría (costarricense)
Fundación redentorista en la ciudad
capital de San José. San Clemente María Hofbauer, cuyo nombre de pila era Juan,
nació en la actual República Checa, un 26 de diciembre de 1751. Ejerció con
humildad y sencillez la ocupación de panadero, y como fiel servidor en el
monasterio de Klosterbruck. En 1784, a los treinta y dos años de edad, Clemente
María, entró a formar parte de la Congregación del Santísimo Redentor.
Ejerciendo las funciones propias de un vicario general, fue enviado a los países
eslavos del centro y norte de Europa, donde los ´apóstoles de los eslavos´, el
monje santo Cirilo y el obispo san Metodio, ya habían sembrado la semilla del
Evangelio, haciendo grandes aportes a la cultura de esos pueblos. A san
Clemente se le considera el segundo fundador de la Congregación, pues llevó el
carisma redentorista allende las fronteras del Reino de Nápoles. Su corazón de
apóstol lo hacía repetir una y otra vez,
que el Evangelio debía ser predicado de nuevo. Voló hacia la Casa del Padre en
la bellísima y elegante ciudad de Viena, Austria, el 15 de marzo de 1820.
Con el nombre de San Clemente fue
inaugurada la casa destinada para la formación de jóvenes aspirantes a la vida
religiosa sacerdotal, en la Congregación del Santísimo Redentor, en el año de
1987. La bendición de la casa, en la que residen los aspirantes, futuros
misioneros, fue realizada por Mons. Román Arrieta Villalobos, arzobispo
metropolitano de San José, siendo viceprovincial el M.R.P. Miguel Rodríguez del
Palacio. La historia como mensajera del tiempo, señala a figuras como los PP.
Jesús Rico Aldave, José Casal Calviño, quien estuvo al frente de la
construcción de la casa de formación; Ángel Morán Combarros, primer superior y
prefecto; y Laureano Salgado Estévez, como los que impulsaron grandemente la
realización de tan grande proyecto. Entre 1987 y 1988, la formación fue
conjunta: postulantado y juniorado. Nuestro Postulantado San Clemente,
recientemente cumplió sus ´bodas de perla´.
Al recordar con letras delgadas y puntos
en huelga de hambre, parafraseando al poeta Rubén Izaguirre, a san Clemente y a
nuestro Postulantado que lleva su nombre, nuestro pensamiento vuela y abriga
con grandísima nostalgia, a la parroquia Nuestra Señora de Ujarrás, situada en
Barrio Córdoba, que un día estuvo regentada por los Misioneros Redentoristas…
Así es la historia.
LOS
REDENTORISTAS EN LA REPÚBLICA DE HONDURAS
´´Honduras
tierra bendita que Dios prospera. Tierra fértil que me vio nacer. Tierra que de
Dios su fruto espera. En las manos de Dios has de permanecer´´ (Wilson Leonel
Flores).
El primer misionero redentorista en
poner pie en la tierra que vio nacer al general Francisco Morazán, y contemplar
la belleza sinigual de la iglesia de Los Dolores, fue el R.P. Pedro del
Palacio, en aquel lejano año de 1928, cuando se entrevistó en el Palacio
Episcopal con el segundo arzobispo de Tegucigalpa, S.E. Mons. Agustín Hombach.
La intención del padre Pedro se fundaba
en pedirle al Sr. Arzobispo el cuidado pastoral de la iglesia de Los Dolores.
Tal petición no fue concedida. Mons. Hombach se decantó en entregar a los
Misioneros Redentoristas la histórica iglesia de San Francisco, en la hermosa
ciudad de Comayagua, antigua capital de la república de Honduras.
La primera comunidad de los Misioneros
Redentoristas quedó conformada por los PP. Pedro Larrañeta, superior; Pedro del
Palacio, Misael Abia Carpintero y el Hno. Bernardo Vicente.
En 1930, dos años después de la llegada
de los Misioneros Redentoristas a suelo hondureño, pasando por una serie de
dificultades en la ciudad de Comayagua, dificultades que llegaron con el paso
del tiempo, los Redentoristas dejan la ciudad de Comayagua, y por fin, con la
venia del Sr. Arzobispo Hombach y su Cabildo, conformado por los Ilustrísimos
padres canónigos, tomaron posesión de la iglesia de Santa María de Los Dolores
el 1 de noviembre del año en mención. Los Misioneros Redentoristas se hicieron
cargo de la iglesia de Los Dolores, emprendiendo con mucho ahínco trabajos
pastorales intensos, como también trabajos de restauración, remodelación y
construcción en áreas de la iglesia.
A partir de esa fecha memorable, comenzó
la gran misión de los Redentoristas en Tegucigalpa y sus alrededores. Los
Misioneros no tenían una casa para residir, es por ello que alquilaron una
casita situada calle de por medio de la iglesia. Era una antigua y pequeña casa
esquinera. No fue hasta febrero del año siguiente, que se estableció la
comunidad de Los Dolores.
La iglesia de Los Dolores fue elevada a
categoría de parroquia en 1949, siendo su primer párroco el R.P. Valentín
Martínez. A partir de esa fecha comienza un apostolado intenso que ha dado
grandes frutos, los cuales aún permanecen fortalecidos con la gracia del
Espíritu Santo hasta nuestros días. Si escribiéramos toda la actividad
apostólica de los Misionero Redentoristas, tendríamos que publicar no un libro,
sino varios. Por ejemplo: solamente en la década de 1940, los Misioneros
Redentoristas predicaron en más de ciento veinte ciudades, pueblos, aldeas y
caseríos. La predicación de misiones populares, ejercicios espirituales, retiros,
jornadas misioneras, novenas, triduos, sermones particulares, catequesis,
semanas santas, ha sido parte integral de la misión de los hijos de san
Alfonso.
De 1928, año en que llegaron los
Redentoristas a la tierra del cacique Lempira, a la fecha actual, la iglesia de
Los Dolores ha tenido grandes transformaciones, hasta tomar un nuevo aspecto.
La iglesia con su nuevo aspecto fue inaugurada solemnemente el 14 de septiembre
de 1958, en la festividad de Nuestra Señora de Los Dolores. En el año de 1967, se
había construido un ala nueva de la casa de los misioneros y un 5 de noviembre
de 1968, se inauguraba la hermosa capilla dedicada a Nuestra Patrona de las
Misiones, la Virgen del Perpetuo Socorro. Las últimas transformaciones a la
casa e iglesia se realizaron en el año de 1985.
El paso del tiempo y las inclemencias
del mismo no perdonan; es por ello que en ese periodo se hicieron trabajos de
reparaciones y restauraciones a la casi tricentenaria iglesia de Santa María de
Los Dolores. Con toda seguridad se puede afirmar, que además del recio trabajo
apostólico de los Misioneros Redentoristas durante las ocho décadas de
permanencia en la iglesia de Los Dolores, no han descuidado lo encomendado a
ellos ni en lo espiritual, ni en lo material.
La parroquia de Los Dolores cuenta en su
territorio con cuatro iglesias: El Calvario (esta iglesia data del siglo XIX),
Capilla de los Caballeros del Santo Entierro, en el barrio Abajo; Divina
Providencia, en el barrio El Chile, y Sagrado Corazón de Jesús, en el barrio popular
de Miramesí. En cada una de estas iglesias se trabaja pastoral y
sacramentalmente.
La parroquia de Los Dolores es muy
visitada por gente de todas partes de Honduras y del mundo entero. Turistas de
todas partes hacen siempre una estación en su agenda turística para visitar
Tegucigalpa y sus hermosas iglesias; como es el caso de nuestra iglesia de Los
Dolores, que por estar ubicada en el corazón de Tegucigalpa (barrios Los
Dolores y Abajo) emergen hacia ella feligreses de todas las parroquias, convirtiéndose
así en un santuario. Una de las grandes riquezas de la parroquia de Los Dolores
es, que por muchos años, fue sede del Noviciado Redentorista.
La iglesia de Los Dolores, desde 1732
sigue siendo una iglesia de donde se irradia la ´redención copiosa´ y el
infinito amor de Nuestra Señora la Virgen del Perpetuo Socorro. ¡Viva por
siempre la iglesia de Los Dolores!
Los Redentoristas en el departamento de
El Paraíso y San Pedro Sula, capital administrativa del departamento de Cortés.
El espíritu ardoroso del apostolado
redentorista impulsó a los hijos de san Alfonso a dirigirse al oriente de
Honduras, a la porción del pueblo de Dios que peregrina en el departamento de
El Paraíso. Recientemente, esa porción del pueblo santo de Dios, fue erigida
como diócesis por deseo del papa Francisco, quien nombró al Pbro. José Antonio
Canales Motiño, de la diócesis de San Pedro Sula, como su primer obispo. La
nueva diócesis de Danlí está conformada por once parroquias, una de las cuales
es la parroquia de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro, en la ciudad de Trojes,
único puesto de misión de nuestra amada provincia de América Central, hasta la
fecha.
El departamento de El Paraíso es uno de
los dieciocho departamentos de la república de Honduras, conformado por
diecinueve municipios. Esa unidad territorial vio nacer a la gran Lucila Gamero
de Medina, una de las más grandes escritoras de Honduras. Fue en la capital de
esa división política, la ciudad de Yuscarán, cuna de la histórica familia
Fortín Ordoñez, en la histórica parroquia de San José de la Montaña, donde los
Redentoristas levantaron su tienda un mes de septiembre de 1990, con la venia
del cuarto arzobispo de Tegucigalpa, el inolvidable Mons. Héctor Enrique Santos
y Hernández, siendo viceprovincial el M.R.P. Rufino Tedejo Martínez. Los
fundadores en Yuscarán fueron los PP. Óscar Eduardo Rojas Paniagua y Javier
Castro Espinoza.
La parroquia de San José de la Montaña
abarca tres municipios: Yuscarán, Morocelí (Río de los Gorriones) y Oropolí, la
´perla azul de Oriente´. Estos municipios fueron acompañados pastoralmente por
los Redentoristas que llegaron en enero de 1991, para constituir la Estación
Misionera. Eran los PP. Óscar Eduardo Rojas Paniagua, Javier Castro Espinoza;
diáconos Leovigildo García, Héctor Arturo Artola, Karl Madrid Acevedo, Jorge
Rodenas, y los juniores Jesús María Rojas Quesada y José Rodrigo Quesada Pereira.
Cuatro años más tarde, se dio por terminada la misión de inserción en Yuscarán
y Oropolí. Entretanto, el 5 de enero de 1994, a los Misioneros Redentoristas se
les entregó la casa e iglesia de Morocelí, actual parroquia del Señor de las
Aguas, como nueva sede del noviciado, que años más tarde, después de valorar
´deficiencias y fallos´, se tuvo que desasistir. Ocupaba ya la silla arzobispal
Óscar Andrés Rodríguez Maradiaga, como V arzobispo de Tegucigalpa y creado
cardenal por san Juan Pablo II un 21 de febrero del 2001.
La misión de inserción se traslada un 15
de marzo de 1995, día de san Clemente María Hofbauer, a la ciudad de Trojes. En
abril de 1995 se realiza la primera misión en la ciudad de Trojes; participaron
en esa histórica misión los PP. Javier Castro Espinoza, Mario Matamoros, Óscar
Víquez, Horacio Ramírez; los diáconos Eliomar Benavides, Bosco J. Rodríguez A.
y el Hno. Dimas Miranda. Después vinieron otras misiones que han marcado la
vida espiritual y pastoral configurando la parroquia Nuestra Señora del
Perpetuo Socorro, hoy puesto de misión que abriga en su seno la casa Gaspar
Stanggassinger, donde se forman nuestros estudiantes propedeutas. El municipio
de Trojes comprende las siguientes aldeas: Arenales, Capire, Cifuentes, El
Guineo, Talpachí, Río Arriba, Plan De La Virgen y La Unión Santa Fe.
En San Pedro Sula. Esta ciudad es la
capital administrativa del departamento de Cortés y la segunda ciudad más
importante del país. Vio nacer a uno de sus ínclitos hijos, el cuentista,
crítico literario y ensayista, Julio
Escoto, autor de ´Los Guerreros de
Hibueras´.
La iniciativa de fundar en la calurosa
ciudad de San Pedro Sula, fue del R.P. Jesús María Rojas Quesada, según nos lo
relata el padre Roberto Bolaños en su obra sobre los redentoristas en Honduras.
La iniciativa obedecía a la necesidad de abrir en la ciudad norteña una casa
para jóvenes con aspiraciones sacerdotales. Es así que se crea un aspirantado
para jóvenes próximos a terminar el bachillerato, y continuar sus estudios
superiores eclesiásticos en nuestras casas de formación.
El 8 de febrero de 1998, Mons. Ángel
Garachana Pérez, obispo de la ciudad, erigió canónicamente la parroquia de San
Antonio de Padua, teniendo como sede la Colonia Fesitranh, siendo su primer
párroco redentorista el R.P. Jesús María Rojas Quesada. La casa para el
aspirantado estaba adyacente a la iglesia San Antonio de Padua. Los primeros en
residir en la nueva fundación fueron: P. Jesús María Rojas Quesada, superior,
párroco y prefecto; diáconos Carlos Enrique Corrales, Gary Gáez Samaniego, Hno.
Luis Ángel Valverde y aspirantes. La parroquia San Antonio de Padua está
conformada por once aldeas y caseríos. Cuando los Redentoristas llegaron se
encontraron con las siguientes realidades apostólicas: Renovación Carismática
Católica (movimiento fuerte en los años de 1980 en la diócesis de San Pedro
Sula), Legión de María, Comunidades Familiares, Grupos Juveniles, Catequistas y
Delegados de la Palabra.
LOS
REDENTORISTAS EN LA HEROICA REPÚBLICA DE EL SALVADOR, CUNA DEL MÁRTIR DE
AMÉRICA, SAN ÓSCAR ARNULFO ROMERO Y GALDÁMEZ
´´¿Quién
no ama el lugar, la tierra natal y donde ha nacido? Terruño de amor, El
Salvador, donde yo vivo´´ (Leonardo Heredia).
El escritor Julio Enrique Ávila fue
quien acuñó la perífrasis ´El Salvador, Pulgarcito de América´, para hablar de
su amado país El Salvador. Todos los países del istmo centroamericano llaman a
uno de sus departamentos, provincias o ciudades, ´La Sultana de Oriente´. Así
se le llama en El Salvador a la abrasadora ciudad de San Miguel, cabecera del
departamento homónimo. Fue un 26 octubre de 1928 cuando los Redentoristas
llegaron a esa hermosa y alegre ciudad, donde tiene su altar la imagen de
Nuestra Señora de la Paz, patrona de la República de El Salvador.
Fue el obispo de la ciudad, Mons. y Dr.
Juan Antonio Dueñas y Argumedo, quien invitó a los Misioneros Redentoristas a
trabajar apostólicamente en su diócesis. Según las crónicas, Dueñas y Argumedo,
era un hombre violento y expresivo, se olvidaba de las reglas de la prudencia y
de la caridad, hasta tal punto de pronunciar palabras poco convenientes para su
dignidad episcopal. No obstante, su corazón de pastor y gran celo apostólico,
cubrían como un manto de misericordia y amor su fragilidad humana. La falta de
clero diocesano y religioso era una las grandes ´tribulaciones´ que afectaban
el carácter del obispo Dueñas y Argumedo hasta llevarlo a la cima de la ira.
Para la fundación en San Miguel, fueron
designados los padres Misael Abia, Valentín Martínez, José Guaresti Ugarte y el
Hno. Félix Álvarez García. Nos cuenta el R.P. Roberto Bolaños, que los hijos de
san Alfonso fueron recibidos por un grupo de feligreses que llenos de emoción,
junto al obispo de la ciudad, Mons. Juan Antonio Dueñas y Argumedo, el alcalde
y músicos de la banda regimental, a las notas musicales de la ópera Aída,
dieron la más cordial de las bienvenidas a los misioneros. El reloj marcaba las
ocho y media de la mañana. Si leemos detenidamente la narración que nos hace el
padre Bolaños sobre la llegada de los Redentoristas a la Ciudad de San Miguel,
parece haber sido un recibimiento casi papal…
El centro de operaciones apostólicas de
los padres redentoristas fue, al igual que en Comayagua, la iglesia de San
Francisco, que en ese tiempo albergaba la bendita imagen de Nuestra Señora de
la Paz, pues en esa época fungía como catedral. Fue el 1 de noviembre, día
solemne de Todo los Santos, que los Redentoristas tomaron posesión de la
iglesia de San Francisco. La casa donde vivió la comunidad tenía zaguán, jardín
y una sala amplia. Estaba situada a unos cuantos metros de la iglesia. A los
pocos días de su llegada a la ciudad de San Miguel, los Redentoristas
predicaron ´la gran misión de San
Miguel´. La misión terminó con el éxito esperado, gracias a Dios.
Los malos entendidos con el Sr. Obispo
que cada vez crecían más y más, llegaron a su término con la visita del P.
Gregorio Arbeloa, viceprovincial de Venezuela y casas de Centroamérica. Los
Misioneros Redentoristas, después de una tensa relación con el obispo de la ciudad,
debido a que este había interpretado que el contrato de fundación era cosa
definitiva. El contrato decía claramente que la permanencia de los hijos de san
Alfonso era solo un principio de fundación, como ha sido siempre en las
cláusulas de contratos fundacionales.
Los Misioneros se despidieron predicando
la novena en honor a Nuestra Señora del Perpetuo Socorro. Así, dijeron adiós a
la ciudad de San Miguel, el 23 de julio de 1929.
Los Redentoristas se desplazaron a San
Salvador un histórico 23 de julio de 1929. Fueron recibidos por el arzobispo
José Alfonso Belloso y Sánchez, segundo en ocupar la silla arzobispal, según el
episcopologio del listado de obispos de San Salvador. Les concedió la iglesia
de Candelaria en el antiguo barrio homónimo de la capital salvadoreña; barrio
pobre, bañado por dos ríos, sumido en la más absoluta miseria humana y
material. Esta iglesia fue construida a principios del siglo XIX, estilo
neoclásico, considerada por los expertos del arte como una de las iglesias más
bellas del San Salvador de ayer y de hoy.
La arquidiócesis de San Salvador estuvo
apacentada por su cuarto arzobispo, el mártir san Óscar Arnulfo Romero y
Galdámez, el más universal de todos los salvadoreños. Es en esa histórica
arquidiócesis, donde los Redentoristas levantaron su tienda para proclamar la
redención copiosa por todos los rincones de la patria salvadoreña, predicando
misiones en el municipio de San Nicolás Tonacatepeque, ciudad histórica fundada
en 1560, en el departamento de San Salvador. Del centro de Tonacatepeque, donde
se estableció la Archicofradía del Perpetuo Socorro, se desplazaron al Valle
del Rosario y Valle de La Fuente. Los predicadores fueron los PP. Carlos
Seisdedos y José Guaresti.
La vida en comunidad de los
Redentoristas transcurrió según las normas propias de la Congregación. El
apostolado que realizaron mientras vivieron en el barrio de Candelaria fue
verdaderamente intenso. Se sentían a gusto, que es edificante para vivir con
alegría los consejos evangélicos. Contaban con una hermosa biblioteca que,
después del Tabernaculum Domini, era para ellos el lugar de sosiego. Tan a
gusto estaban, que surgió la idea de compartir el carisma de san Alfonso con
jóvenes valientes que desearan vivir y entregar su vida en la Congregación del
Santísimo Redentor. Es así, que en el año de 1930, el padre Carlos Seisdedos,
pensó en un jovenado para las vocaciones centroamericanas. No tenían la
infraestructura; pero tenían el ardor del carisma. Un 9 de noviembre de 1931,
fue admitido el joven Julio Rivas como primer postulante salvadoreño, que al
día siguiente, movido por el llanto inconsolable de su madre, abandonó la
formación. Después llegaron otros dos que tampoco perseveraron. Un 16 de
noviembre de 1934, fue erigida canónicamente la casa de los Redentoristas en el
barrio de Candelaria.
Iglesia del Perpetuo Socorro, tercera
fundación de los Redentoristas. Debido a las intensas lluvias en el año de
1934, y el desbordamiento de los ríos Acelhuate y Arenal, la comunidad
reflexionó y decidió buscar un lugar más seguro para construir casa y templo
propios. Dos años más tarde de aquel aluvión, los Redentoristas ya tenían un
terreno propio sobre la 17 avenida Sur de San Salvador. Ni el cronista ni
nuestro historiador Roberto Bolaños nos consignan los detalles de cómo se
obtuvo dicho terreno. Y por fin, en agosto de 1937 casa e iglesia estaban
construidas. El santuario del Perpetuo Socorro fue bendecido por el arzobispo
Mons. José Alfonso Belloso y Sánchez.
En la Colonia Atlacatl y el nuevo templo
dedicado a la Madre del Perpetuo Socorro. Fue el P. José Morán Pan quien, en
1964, ´encontró´ la Colonia Atlacatl en San Salvador. En el mencionado lugar no
había iglesia alguna, y es por ello que se consideró oportuno fundar allí. Con
la venia de Mons. Luis Chávez y González, tercer arzobispo de San Salvador,
comenzó la construcción de lo que sería la parroquia de La Divina Providencia.
En la década de 1970, iglesia y casa de padres redentoristas ya estaban
concluidas. En la siguiente década, en el área pastoral, comenzaron a brotar
los siguientes grupos apostólicos: Renovación Espiritual Católica, Legión de
María, Camino Neocatecumenal y Pastoral Juvenil. El trabajo de los
Redentoristas, como en otras fundaciones,
fue intenso en lo pastoral y sacramental, trabajo que se recoge
fielmente en el libro ´Abundante Redención en El Salvador –Los Redentoristas
1928-1988-´. Con muchos porqués, un 25 de septiembre de 1994, los Redentoristas
dejaron la parroquia de Atlacatl…
La construcción del actual templo en
honor a la Virgen del Perpetuo Socorro comenzó en 1967. Francisco Ferri y
Roberto Monge, pusieron la firma para realizar, proyectar, dirigir y fiscalizar
la construcción del nuevo templo. El 29 de octubre de ese año, Mons. Luis
Chávez y González bendijo y colocó la primera piedra. Con el paso del tiempo y
espacio de cuatro años, concluyó la construcción de dicho templo, no exento de
serias dificultades con la firma Ferri y Monge. La iglesia, según descripción
de Roberto Bolaños, es la siguiente: ´´La iglesia de forma elíptica mide 38.50
metros de longitud, por 20 de anchura. La altura del techo sobre el presbiterio
es de 18.50 metros y 17 metros sobre el coro. Hacia el centro de la iglesia,
que es el nivel más bajo del techo, tiene 9 metros´´. En descripción popular se
dice: Es una iglesia que tiene la forma del ´arca de Noé´. La iglesia cuenta
con un bellísimo vitral realizado por el arquitecto y escultor salvadoreño
Rubén Martínez Bulnes, considerado por los entendidos del arte el autor más más
prolífico de El Salvador.
El 27 de junio de 1971, fiesta de
Nuestra Señora del Perpetuo Socorro, el arzobispo Luis Chávez y González,
bendijo la nueva iglesia, acompañado del viceprovincial, el M.R.P. José Casal
Calviño y los PP. José Morán Pan y Eladio Buznego.
El juniorado ´San Alfonso´. Aquella casa
de los Misioneros Redentoristas construida y finalizada a finales de los años
de 1930, con el paso incontenible del tiempo sufrió una transformación
arquitectónica. Se levantaron en el segundo piso, habitaciones y una sala común
amplia y muy ventilada. A finales de los años de 1970, comenzaron a llegar los
primeros estudiantes, y en el séptimo año de esa década, comenzaron a llegar
los primeros aspirantes a la vida religiosa sacerdotal, que por la situación
política que atravesaba el país en 1980, hubo de enviarlos a continuar sus
estudios a Alajuela, Costa Rica. Nueve años más tarde, los juniores regresan a
la casa del Perpetuo Socorro, la cual, por la nueva experiencia, un 26 de enero
de 1989, recibe el nombre de ´Teologado Centroamericano San Alfonso´. Su primer
superior y prefecto fue el R.P. Walter Hidalgo García.
LOS
REDENTORISTAS EN LA REPÚBLICA DE GUATEMALA
´´Bella
Monja Blanca de Guatemala, tu hermosura cautiva a propios y extraños, tu rareza
te viste con traje de gala para ser admirada por adultos y niños´´ (Edwin
Yanes)
Redención copiosa en Guatemala. La Santa
Sede y la república de Guatemala, constituyeron relaciones diplomáticas en el
año de 1869. A partir de esa fecha, los delegados y nuncios apostólicos han
desempeñado un papel preponderante en la evangelización del país de la ´eterna
primavera´ y cuna del gran escritor don Miguel Ángel Asturias, autor de la obra
´El señor Presidente´.
En agosto de 1952, el nuncio apostólico
de Guatemala, monseñor Gennaro Verolino, tres años antes de la erección
canónica de la entonces viceprovincia de San Salvador, y en el último año del
sexenio del viceprovincialato del P. Antonio Armada, invita a los misioneros
redentoristas a establecerse en Guatemala. La Iglesia católica en Guatemala no
estaba pasando por su mejor momento apostólico, pues adolecía de la escasez del
clero diocesano y religioso. Ocupaba entonces la silla arzobispal Mons. Mariano
Rossell y Arellano, quien, según los historiadores, desempeñó un papel decisivo
y profético durante el gobierno del Partido Revolucionario presidido por el
coronel Juan Jacobo Árbenz Guzmán.
Fue el arzobispo Arellano y Rossell
quien dio la bienvenida a los hijos de san Alfonso María de Ligorio. Para la
fundación, se le presentó a los Redentoristas la posibilidad de fundar en la
diócesis de Sololá-Chimaltenango. Mons. Jorge García Caballero, quien entonces
era el administrador apostólico de esa diócesis, les ofreció fundar en la
parroquia de San Bartolomé en la ciudad de Mazatenango, ciudad cabecera del
departamento de Suchitepéquez. Así, el 19 de agosto de 1952, Mons. García
Caballero entregó dicha parroquia a los Misioneros Redentoristas, nombrando
como primer párroco al R.P. Agapito Martínez. Los primeros redentoristas en
residir en la nueva fundación, fueron: Fausto Hernando, Manuel Morán, Carlos
Cavero y el Hno. Abundio García. El 18 de diciembre de 1983, treinta y un años
después, se dejó dicha parroquia. La razón: reestructuración pastoral de la
entonces viceprovincia de San Salvador, razón que no convenció a muchos…
Los Redentoristas en Ciudad Guatemala.
En el año de 1954, el arzobispo de Guatemala, Mons. Arellano, concedió
temporalmente la iglesia de Belén a los padres redentoristas en la persona del
padre Agapito Martínez. En 1955, el nuncio apostólico, Mons. Verolino, entregó
a los Padres Redentoristas en donación un terreno en la Colonia Roosevelt,
donde se creará el 26 de enero de 1958, la actual parroquia de San Cristóbal.
Su primer párroco fue el muy querido y siempre recordado padre Felipe Huertas.
En ese mismo año, el 8 de diciembre, solemnidad de la Inmaculada Concepción, el
Sr. Arzobispo entregó a los Redentoristas la iglesia de Nuestra Señora de Fátima,
la cual pertenece a la parroquia de La
Asunción.
A la altura de 1959, la situación
domiciliar de los padres misioneros redentoristas era la siguiente: el superior
residía en la iglesia de Fátima, los demás cohermanos, en la iglesia Nuestra
Señora de Belén, realizando su apostolado en la parroquia de San Cristóbal. Es
por ello que el 5 de julio de ese mismo año, los Redentoristas inauguran su
nueva casa donde residirá la comunidad. Y en ese mismo año, el viceprovincial
Valentín Villar determina dejar la iglesia Nuestra Señora de Fátima. De igual
forma lo haría en 1964 el viceprovincial Laurentino Pisabarro, dejando la
iglesia de Nuestra Señora de Belén. La razón fundamental: cuatro iglesias
atendidas por cuatro misioneros.
Los Misioneros Redentoristas en la
Colonia Utatlán. El 12 de octubre del año 1965, día de Nuestra Señora del
Pilar, los redentoristas compraron un terreno en Jardines de Utatlán II en la
ciudad capital. Dos años más tarde, se bendijo y se colocó la primera piedra de
lo que sería la iglesia Divino Redentor, iglesia destruida por el terremoto de
1976. Al igual como sucedió en Managua, los Redentoristas levantaron nuevamente
un nuevo templo que fue concluido en el año de 1980, que es el actual templo
que todos conocemos.
LOS
REDENTORISTAS EN LA REPÚBLICA DE NICARAGUA
´´¿Qué
sos Nicaragua? ¿Qué sos sino un triangulito de tierra perdido en la mitad del
mundo? ¿Qué sos sino un vuelo de pájaros guardabarrancos cenzontles
colibríes? (Gioconda Belli).
Los Misioneros Redentoristas en Nicaragua
y la fundación. Nicaragua abre sus puertas a los hijos de san Alfonso María de
Ligorio. En 1928, pasó por Nicaragua el primer redentorista, el P. Pedro Del
Palacio, quien hizo el primer intento para fundar en Nicaragua. El cual no tuvo
resonancia positiva, pues el primer arzobispo de Managua, Mons. José Antonio
Lezcano y Ortega, ofreció a los Misioneros Redentoristas una fundación en la
´ciudad de las flores´, Masaya, cuna de la artesanía; ofrecimiento que no gustó
a la Congregación por razones muy válidas en su momento. Fue hasta en 1955
cuando se inició la fundación en Managua.
Para la fundación se contó con el apoyo
del segundo arzobispo de Managua, Mons. Alejandro González y Robleto, quien
ocupó la sede episcopal de Managua entre 1952 y 1968. Asimismo, de Mons. Carlos
Borge y Castrillo, obispo auxiliar de Managua. Ambos obispos proporcionaron lo
necesario para la fundación del carisma redentorista.
Primeros pasos de los Misioneros
Redentoristas en Nicaragua. Del libro “Herederos de una tradición” extraje la
crónica de la llegada del primer redentorista a Nicaragua para la fundación:
“Procedente
de Colombia llega el P. José Morán Pan, el día 10 de febrero del 55, y se le
confía, como avezado en fundaciones que era, la fundación de una casa en
Managua. Hospedado en casa de los hermanos de La Salle se dedica a ver, conocer
y a buscar un lugar a propósito para la fundación. Interinamente se hace cargo
de la Iglesia de La Suspensión, donde se dedica a la predicación y otros
trabajos apostólicos. El Viceprovincial hace una visita al P. Morán y le
promete ayuda; efectivamente el 9 de junio salen para Managua el P. Emilio
Fernández y el Hno. José Mena. En febrero del 56 se agregaría a la comunidad el
P. Evaristo Martínez y en noviembre el P. Jacinto Labalde.”
La primera comunidad de Misioneros
Redentoristas. La erección canónica de la casa de Managua fue el 23 de mayo de
1956. Los primeros Misioneros Redentoristas fueron los PP. Emilio Fernández,
Evaristo Martínez, Jacinto Labalde y el Hno. José Mena. Importante mención es la del P. José Morán,
quien fuera el fundador de la primera casa de Managua.
Creación de la parroquia del Santísimo
Redentor. El 20 de junio de 1958 se colocó la primera piedra del templo, con
características de estilo medioevo francés, según entendidos del arte, y el 10
de enero de 1960 se bendijo la primera parte del templo. La parroquia del
Santísimo Redentor en Managua fue creada por S.E. Mons. Vicente Alejandro
González y Robleto, arzobispo de Managua el 5 de abril de 1961. Para esa memorable
fecha, el templo todavía se encontraba en construcción. En 1967 fue concluido.
La bendición del altar y retablo estuvo a cargo de monseñor Carlos Borge
Castrillo, obispo auxiliar de Managua, considerado bienhechor de la comunidad.
Después del R.P. José Morán Pan, el
siguiente sacerdote que llega a trabajar en la iglesia de El Redentor, como
párroco, es el R.P. Valentín Villar,
quien al llegar encontró que todavía faltaban algunos retoques en las paredes
del templo, trabajo que él concluye porque el R.P. José Morán tiene que viajar
a Panamá para empezar la obra Redentorista en el hermano país canalero.
Lugares misionados por los Misioneros
Redentoristas en Nicaragua. En Nicaragua se ha misionado en los departamentos
de Managua, León, Chinandega, Chontales,
Matagalpa y Carazo, según datos que nos ofrece nuestro historiador, el P.
Roberto Bolaños y las recientes crónicas. Más tarde, inicia con los Misioneros
Redentoristas la experiencia parroquial, vivida en dos parroquias: Santísimo
Redentor y Santísima Trinidad.
El apostolado de los Misioneros en
Nicaragua. Nuestras Constituciones y Estatutos, renovados y aprobados bajo el
pontificado de san Juan Pablo II, siendo superior general de la Congregación el
padre José G. Pfab, nos dicen de las formas y la acción misionera de los hijos
de san Alfonso. Los Estatutos 016 – 025
mencionan, por ejemplo: las misiones
populares (017), el ministerio parroquial (018), la instrucción catequética
(019), los ejercicios espirituales (020), el fomento de la justicia y promoción
humana (021), el apostolado por los medios de comunicación social (022), los
estudios de teología moral y pastoral (023), la consulta espiritual (024); y en
el artículo 3, (025), se recomienda la adaptación de los métodos apostólicos.
Los Misioneros Redentoristas se han
dedicado a todo lo mencionado anteriormente y a más, no porque sean
´superhéroes´, sino que, como dice el estatuto 016, ellos “se han de promover
con tenacidad y gran empeño”, adaptándose a las necesidades pastorales. Así lo
han hecho desde san Alfonso hasta el último redentorista de nuestros días.
Nicaragua, como tierra de misión para los Misioneros Redentoristas, no ha sido
la excepción. A todo el apostolado
recomendado por nuestras Constituciones y Estatutos se han dedicado en esta
linda Nicaragua.
En las parroquias del Santísimo Redentor
y Santísima Trinidad, el pueblo fiel ha encontrado en los Misioneros
Redentoristas, en estos sesenta y dos años de presencia consejeros, maestros,
misioneros y pastores. Los primeros
pasos que dieron los Misioneros Redentoristas en cuanto a las misiones
populares, nos lo cuenta el P. Bolaños en su libro Herederos de una tradición:
“... Nicaragua ha sido muy poco misionada por los redentoristas, debido a la
constante escasez de personal, excepto quizás en la época de gloria en que la
sede viceprovincial estuvo en Managua (1971). Corinto, El viejo, Tipitapa, Nandaime,
Barrio Monseñor Lezcano, El Viejo de Chinandega, Comalapa, Condega, de
nuevo Nandaime, Buenos Aires, Moyogalpa.
Recordemos también las misiones del EMA (FEDAP) en Nicaragua, que
concluyeron con la gran misión en Managua.”.
Pero diríamos que el primer campo de
acción de forma estable para el apostolado de los Misioneros Redentoristas, en
la tierra de lagos y volcanes, fue el campo parroquial, llevando al pueblo el
evangelio mediante el método sencillo y eficaz de las asambleas familiares,
para hacer de ellas comunidad de comunidades.
Los Misioneros Redentoristas, durante
décadas, han trabajado en dos parroquias en la ciudad de Managua; la primera,
como primogénita e iniciadora de la cual se expande la labor de los hijos de
san Alfonso, es la parroquia del Santísimo Redentor, y la segunda, la parroquia
Santísima Trinidad. Esta se considera
como una segunda fundación de los Misioneros Redentoristas en Managua,
Nicaragua.
Después de la histórica visita del
Gobierno general, compuesto por el superior general, MRP. Joseph W. Tobin (hoy
cardenal de la Iglesia) y los consultores generales, PP. Enrique López y Jacek
Dombeck, ven en la actualidad, la misión de los Redentoristas en Centroamérica,
con objetividad y mucha esperanza. Sus impresiones son recogidas en el
documento “Carta e Informe del Gobierno General a los Misioneros Redentoristas
de la Viceprovincia de San Salvador 18 de abril al 17 de mayo del 2006”, hoy
provincia de América Central. En el documento se lee lo siguiente:
´´Es
muy importante anotar que estas tres etapas, en las que se ha ido desarrollando
la Congregación del Santísimo Redentor en Centroamérica, han sido de mucho
sacrificio y entrega por parte de los Misioneros Redentoristas. Hubo un momento
en la historia de los Misioneros Redentoristas que se le llamó “momento de
transición”. Fueron los padres españoles
procedentes de la república mexicana que llegaron a tierras centroamericanas el
13 de mayo de 1927 a fundar y conquistar tantas almas para el Señor.
Los españoles nos fundaron y ellos
fueron por muchas décadas los “padres, maestros, hermanos y amigos en Cristo
Redentor” para las nuevas generaciones redentoristas, para las generaciones “nativas”
de estas tierras tan maravillosas como Guatemala, Honduras, El Salvador, Costa
Rica, Panamá y mi linda Nicaragua. Los
españoles nos enseñaron a madurar y a ser de esta nueva generación, auténticos
redentoristas´´.
Entre 1995 y 1996 se dio ese momento que
llamaron transición, momento en que la entonces viceprovincia de San Salvador,
que desde 1927 había sido guiada por los padres redentoristas españoles, pasaba
a manos de padres redentoristas autóctonos, saliendo electo como primer
viceprovincial centroamericano el padre Walter Hidalgo, de nacionalidad
costarricense. La transición es siempre dolorosa y difícil, en todos los campos
de la humanidad; el hombre, cuando pasa por una transición, también pasa por el
dolor e incomprensión.
Un político nicaragüense, el fallecido
Antonio Lacayo, hablando de la transición que vivimos los nicaragüenses en
1991, cuando doña Violeta Barrios de Chamorro tomó el poder para conducirnos
hacia la democracia, escribió: “Las transiciones democráticas son, por lo general,
complejas, difíciles y sobre todo muy ingratas.
Son ingratas porque se pretende que sus conductores sean, en poco
tiempo, capaces de enderezar entuertos, cicatrizar heridas y resolver problemas
económicos y sociales que llevarán años de gestación desenfrenada”.
Similar a lo que viven los pueblos en
sus transiciones necesarias, se experimenta hacia dentro de la Iglesia,
diócesis, parroquias e institutos religiosos. No fue tan fácil para algunos
redentoristas el hecho de pasar de manos de los padres españoles a manos de
padres centroamericanos, pero era el momento, era la hora de la transición de
la viceprovincia centroamericana.
La parroquia del Santísimo Redentor
también, a menor escala, ha sobrevivido sus momentos de transición, pues a
principios de los años de 1990 es nombrado como párroco el primer
centroamericano, el padre Johanny Álvarez, de nacionalidad costarricense, y en 1996,
en el mes de septiembre, toma posesión canónica como pastor propio de la
parroquia el primer nicaragüense, el padre Bosco José Rodríguez A. Varios
feligreses añoraban el tiempo de los padres españoles.
Pero antes, la parroquia del Santísimo
Redentor vivió un momento de transición, debido a un acontecimiento meramente
natural: el sismo que hizo cambiar la vida de muchos nicaragüenses y los llevó
a vivir su propia transición. El terremoto que destruyó la ciudad de Managua en
1972 no sólo destruyó más de la tercera parte de edificios, casas y demás
infraestructura, sino que destruyó algo más valioso: la vida de tantos managuas
que vieron sus sueños e ideales derrumbados en escombros como tantos edificios.
La escritora Mercedes Gordillo nos lo cuenta así: “Managua había sufrido el
terremoto devastador de 1972, que cortó en un instante nuestras raíces más
profundas. Los capitalinos padecimos
cambios radicales en la vida cotidiana, de pronto todo se había convertido en
escombros”.
La parroquia del Santísimo Redentor no
fue la excepción. El hermoso templo y las viviendas de sus feligreses se vieron
en pocos minutos hechos escombros.
Después de esa fatídica y oscura fecha, la parroquia pasó un tiempo de
inactividad pastoral, parecía todo perdido. Sin embargo, quedaba vivo el
espíritu apostólico que impulsó a aquellos Misioneros Redentoristas a levantar
la parroquia y, así, a levantar el espíritu de los pocos feligreses que
quedaron viviendo en el territorio parroquial.
En “Herederos de una tradición”, el autor
cita una anécdota del P. Ricardo Alonso, que colocó unos versos en la puerta de
lo que quedaba del templo: “Ni el Redentor se ha caído, ni los padres se han
ido, si quieres los encontrarás, de la Iglesia por detrás”. Este ánimo, este
celo apostólico de los Misioneros Redentoristas, este ánimo que levantó a
tantos caídos por la desgracia del terremoto ayudó a muchos a reincorporarse a
la parroquia y, así, a todos los que llegaron y fueron poblando poco a poco el
territorio parroquial.
Este acontecimiento ayudó a abrirse y
dar paso a la Nueva Evangelización tan promovida por san Juan Pablo II, tan
comentada por san Pablo VI en su encíclica Evangelii
Nuntiandi (´Anuncio del Evangelio´). América entera en diferentes partes se
puso en marcha con la ´Nueva Evangelización´. Centroamérica, Nicaragua y la
parroquia del Santísimo Redentor entraron en ese dinamismo pastoral, en ese
espíritu de la Nueva Evangelización de formación válida para la sociedad y para
los tiempos de hoy.
Bodas de Oro de la parroquia del Santísimo
Redentor. La parroquia del Santísimo Redentor cumplió sus ´bodas de oro´ el 5
de abril del 2011. Todos los parroquianos dieron gracias a Dios por esos 50
años de vida parroquial, y también por los 62 años de presencia redentorista en
Nicaragua. El primer paso para su gran celebración fue la remodelación del
templo.
Tres templos han sido testigos
silenciosos de la vida parroquial. El primero, que destruyera el terremoto de
1972; el segundo es el que se levantó después del terremoto, un templo prefabricado.
El tercero, edificio moderno, fue construido bajo la dirección del P. Johanny
Álvarez a principios de los años de 1990 (quien además construyera la actual
casa de la comunidad), amplio y con aire acondicionado. Este es el templo que
se remodeló. El proyecto de remodelación estuvo a cargo del padre Bosco J.
Rodríguez, entonces párroco de El Redentor; proyecto que estuvo arropado por
las realidades pastorales de la parroquia, a saber: Sistema Integral de la
Nueva Evangelización (SINE), Escuela de Formación en la Fe, Pastoral Juvenil
Vocacional Redentorista (PJVR), Camino Neocatecumenal y Ministerios.
Listado de los sacerdotes que han
ejercido como párrocos de la amada Parroquia del Santísimo Redentor:
R.P.
José Morán Pan, fundador y primer párroco.
R.P.
Valentín Villar, fue párroco en dos períodos intermedios.
R.P.
Ángel Morán Combarros.
R.P.
Ricardo Alonso, cura párroco en dos períodos intermedios.
R.P.
Miguel Rodríguez del Palacio, fue párroco en dos períodos.
R.P.
Johanny Álvarez Castro, primer párroco centroamericano.
R.P.
Bosco J. Rodríguez A., fue párroco en tres períodos.
R.P.
Gerardo Vargas.
R.P.
Julián Pereda.
R.P.
Ramón Coto, fue párroco en dos períodos.
R.P.
Jesús María Rojas Quesada.
R.P.
Rafael Antonio Soto García.
R.P.
Guillermo Hernández.
R.P.
Santos Leovigildo García.
R.P.
Roger Martínez.
R.P.
Darwin Espinal Estrada.
Creación de la parroquia Santísima
Trinidad. Fue creada en 1972 por el arzobispo emérito cardenal Miguel Obando y
Bravo. Esta segunda fundación de los misioneros redentoristas, se encuentra en
las afueras de la ciudad de Managua, sobre la famosa Carretera Norte. Comprende
las siguientes diaconías: Waspam Sur (Dios Padre Eterno, centro), Mombacho (San
Juan Nepomuceno Neumann), Oswaldo Manzanares (Inmaculado Corazón de María),
Carlos Marx (San Gerardo María Mayela), Miguel Gutiérrez (Virgen de las
Escuelas Pías), Villa Reconciliación (San Clemente María Hofbauer) y Colonia
Xolotlán (Nuestra Señora del Perpetuo Socorro). Su primer párroco fue el
inolvidable Ricardo Alonso Yárritu, quien es recordado por la feligresía, con
mucho amor y agradecimiento. Fue para esa pequeña porción de la Iglesia, un
verdadero pastor y guía.
Las realidades pastorales que peregrinan
en esta amada parroquia, son: Consejos Pastorales, Sistema Integral de la Nueva
Evangelización (SINE), Renovación Carismática Católica, Pastoral Juvenil
Vocacional Redentorista (PJVR), Camino Neocatecumenal, Escuela de
Evangelización Nueva Vida, Catequesis, Pastoral de Liturgia y Enfermos,
Pastoral Social, Salud y Educación (Dispensario Clínico), Consagrados al
Corazón de Jesús y a la Virgen María y Formación para Laicos Redentoristas.
Las realidades arriba mencionadas,
juegan un papel preponderante en el quehacer parroquial. ¿Cómo trabajan?
Trabajan en un espacio eclesial concreto: la arquidiócesis de Managua. Estas
trabajan a nivel participativo, dinámico. Todos son protagonistas en el
quehacer pastoral, trabajando en comunión con el equipo sacerdotal. Son
protagonistas como cristianos en la sociedad política, económica y
culturalmente. En dichas realidades hay disponibilidad en obedecer a la Iglesia
y apoyar los esfuerzos pastorales y espirituales emanados de la provincia de
América Central.
Párrocos de la parroquia Santísima
Trinidad:
R.P.
Ricardo Alonso Yárritu, primer párroco.
R.P.
Jesús Ibáñez.
R.P.
Victoriano González
R.P.
Johanny Álvarez Castro, primer párroco centroamericano.
R.P.
Gerardo Vargas.
R.P.
Jorge Grande.
R.P.
Manuel Villagrán.
R.P.
Otoniel Mairena.
R.P.
Salvador Anzora.
R.P.
Helberth Guevara.
R.P.
Enrique Corrales.
R.P.
Gustavo Cruz Galeas.
LOS
REDENTORISTAS EN LA REPÚBLICA DE PANAMÁ
´´Patria
mía: Tú no eres el recuerdo. Eres la realidad clara y escueta de una tierra
horadada en sus entrañas sin permiso a poner sobre esa grieta la gasa tricolor
de su bandera´´ (Ana Isabel Illueca).
´´¡Patria que me estremeces dulcemente,
Patria de mis amores, Patria mía: yo quiero saludarte en este día en que la
Libertad besó tu frente´´. Con belleza y sentimiento estético, el poeta
panameño Ricardo Miró Denis, saludó dulcemente a su amada patria la República
de Panamá.
En la tierra que vio nacer a este gran
poeta, autor de ´Preludios´, está la primera diócesis en tierra firme en América,
Santa María la Antigua del Darién, establecida por los españoles, y que es en
´esencia´ la actual Arquidiócesis de Panamá, según los historiadores
eclesiásticos. El 68 % de la población nacional profesa la religión católica.
Es un país que conserva devociones muy particulares, las cuales celebra
profundamente. Se dice que la devoción a la Virgen de Los Dolores, conocida
también como Virgen de la Piedad, de las Angustias, de la Soledad o simplemente
La Dolorosa, vino a Latinoamérica muchos siglos atrás, sobresaliendo en la
república de Panamá, en la ciudad de Natá de los Caballeros; su nombre lo
recibe por el Cacique Anatán, donde se le rinde gran devoción a la advocación
de la Madre Dolorosa.
Este amado país abrió sus puertas a los
misioneros de san Alfonso en el año de 1964, cuando los Redentoristas llegaron
a la ciudad de Las Tablas. Si hay una ciudad que ama con locura a santa
Librada, esa ciudad, sin duda alguna, es la ciudad de Las Tablas, provincia de
Los Santos. Según los historiadores, Las Tablas fue fundada el 19 de julio de
1671, tiene como patrona a santa Librada.
Su nombre viene del latín, que significa ´´Aquella que ha sido
liberada´´. Es importante decir que santa Librada no es una ´leyenda´, como se
han atrevido a decir y a escribir algunos… De ninguna manera. Lo que sí se podría aceptar, es que en torno
a esta gran santa se han tejido ´leyendas o mitos´.
Todo devoto de esta santa habrá leído
alguna vez ´La Leyenda de Santa Librada´, que refiere más bien cómo llegó a Las
Tablas, o sobre los nombres que ha recibido a lo largo de la historia,
confundiéndola o asociándola a otras santas que también murieron crucificadas.
La bendita imagen de santa Librada llamada también, pero erróneamente, santa
Wilgefortis (virgen fuerte) asociándola a un mito de una santa virgen barbuda.
A santa Librada le llaman cariñosamente los tableños la ´Moñona´. Esta santa es
representada así: crucificada, con túnica larga, color rojo y azul, que
significa el martirio y su pureza.
Las Tablas es la cuna y guardiana del
folklore de la república de Panamá, y en la cual la ´Moñona´ tiene su altar.
Esta ciudad llena de arte y cultura se distingue de las otras ciudades de la
república panameña, por el famoso Carnaval de Las Tablas. El templo dedicado a
santa Librada está en el corazón de Las Tablas, es verdaderamente hermoso; la
iglesia fue elevada a la categoría de parroquia en el año de 1797. El templo
fue restaurado entre 1995 y 1996, siendo cura párroco el R.P. Ricardo Paredes
Amador. La parroquia de Las Tablas fue regentada por los Redentoristas desde el
2 de mayo de 1964, cuando el obispo de Chitré, Mons. Carrizo, y el nuncio
apostólico de Panamá, Mons. Antonino Pinci, quien era propicio para la
fundación de los redentoristas, confió a los hijos de san Alfonso la parroquia
de Santa Librada. El pueblo de Las
Tablas sintió profundamente y con dolor la partida de los misioneros
redentoristas; pues al hablar de Las Tablas, se habla también de la labor
ingente de los hijos de san Alfonso en esa alegre ciudad por casi cuatro
décadas.
El arzobispo metropolitano de Panamá,
Mons. Tomás Alberto Clavel Méndez, autoriza la fundación redentorista en su
arquidiócesis, para trabajar en la parroquia de La Asunción en Panamá Viejo. A
mediados de los años de 1960, encontramos a los redentoristas trabajando
ardorosamente en Ciudad de Panamá, atendiendo las parroquias de La Asunción,
primero; y luego la parroquia de San Gerardo María Mayela.
La casa de los Redentoristas fue erigida
canónicamente un 23 de julio, fiesta de santa Brígida de Suecia, del año 1966,
uno de los mejores años de la historia. Esta iglesia se bendijo un día 2 de
agosto de 1967, día de Nuestra Señora de los Ángeles, y erigida como parroquia
por el arzobispo Clavel Méndez, el 7 de octubre, del mismo año, en la fiesta de
Nuestra Señora del Rosario. Esta parroquia, aunque tiene como patrono a san
Gerardo, está llamada a ser eminentemente mariana. Esta parroquia, con la
gracia de Dios, cuenta con los siguientes oblatos redentoristas: Rosa Bonifati,
Edilma de Ábrego, Lelia Ellerbrock, Esilda Isos, Yolanda Saldaña y Ariel
Racine.
Del
blog de la parroquia San Gerardo Mayela, extraje la siguiente crónica realizada
por el carísimo hermano Víctor Manuel González González: ´´Del adagio popular:
“El que persevera alcanza”, quizás muchos de nosotros hemos escuchado este
refrán cuyo contenido en el fondo no es
más que una motivación a seguir adelante y a mantenernos firmes en lo que cada uno se ha propuesto, realizar en la
vida. El Papa Francisco hablándoles a
los religiosos y religiosas con motivo del año 2015, año dedicado a la Vida Consagrada
les decía en estos términos: “Miren el
pasado con gratitud, vivan el presente con pasión y abracen el futuro con
esperanza”. Ciertamente estas virtudes: gratitud, pasión y esperanza son
motivaciones en la que los cristianos, debemos asentar las bases para lograr unas buenas acciones en
la vida cotidiana. Son cincuenta años
que han transcurrido y que gracias a la
perspicacia, valentía y sobre todo la constancia de un hombre de Dios;
sacerdote misionero redentorista, Ángel Moran Pan; fue posible el
establecimiento de la Congregación del Santísimo Redentor en Panamá.
Hoy,
al celebrar estas “Bodas de Oro” en la
parroquia San Gerardo María Mayela, debemos hacer eco de estas palabras del
Papa Francisco.
Gratitud,
por el paso de tantos misioneros redentoristas que han dejado huella en esta
parroquia, haciendo realidad el ideal de
san Alfonso María de Ligorio de predicar la Buena Nueva de Jesucristo en los
más pobres y abandonados. Entre Ellos, Ángel Moran Pan, al que podemos apodar, como: “El porfiado” en expresión muy panameña. El presbítero que fue capaz de enfrentar
todos los obstáculos que en el proceso de fundación le costó asumir.
Pasión
es un sentimiento vehemente que lleva al ser humano a actuar con coraje por los más altos
ideales. Desde aquel histórico día 07 de octubre de 1967, la parroquia
ha requerido y demanda de
parroquianos que de verdad, y con
coherencia de fe y vida; asuman los
grandes retos de la evangelización.
Todo
esto asumido con la firme esperanza de seguir creciendo en primer lugar, en identidad parroquial; la cual considero
como imprescindible para fortalecer la unidad y por ende, la vocación en la que
nos identificamos todos. Vocación de servicio desinteresado como el ideal
primario, y como respuesta de amor a quien
sabemos nos amó primero (1Jn 4, 19.)
Incondicional y extrema;
Jesucristo el Señor, de ayer, de
hoy y siempre. Cfr. Hb 13,8.
ANTECEDENTES:
Las
Crónicas de esta comunidad religiosa de la parroquia san Gerardo María Mayela
señala que el primer redentorista en llegar a la capital panameña fue el Padre
Ángel Moran Pan C.Ss.R. esto ocurre en año 1961.
Y
como es costumbre en todo proceso de fundación de una comunidad religiosa para
establecerse en una iglesia particular (Diócesis) lo primero es contar con el
aval del pastor, es decir, el Obispo diocesano.
Mons.
Francisco Beckman quien era en aquellos
años el Arzobispo de la Arquidiócesis de Panamá. Las crónicas dicen que en este
primer intento no ocurrió nada significativo. Se considera un fracaso, las crónicas no dan mayor dato al respecto.
Lo que si dejan claro que fueron muchos intentos de diálogos de ambas partes.
Para
el año de 1962, en el mes de octubre, nuevamente se encuentra el padre Ángel
Moran en Panamá. En este segundo intento el sacerdote se encuentra con un
Obispo que estaba irreductible señalan las crónicas. Es decir, que nada ni nadie lo convence de la posibilidad de permitir la fundación
misionera redentorista, en la ciudad de
Panamá.
El día 30 de octubre de 1963 (Año en que
en Roma se celebraba el Concilio Vaticano); muere repentinamente, Monseñor Francisco Beckman. Después de su
muerte nuevamente el padre Ángel Moran
vuelve a la capital panameña; pasado el
duelo, según expresan las crónicas se acercó a conversar con el
entonces obispo auxiliar, Monseñor
Marcos Gregorio McGrath.
Con
Monseñor MacGrath el padre Ángel
recibió un trato distinto, más flexible. Pero, por las cosas de la
vida, en abril de 1964 es nombrado
Arzobispo Metropolitano Monseñor Tomás Alberto Clavel que era antes el obispo de la Diócesis de David, Chiriquí.
Cuenta el padre Roberto Bolaños en su libro
“Herederos de una Tradición”, que las
perspectivas de una fundación en la
Ciudad de Panamá cambiaban notablemente. El día 02 de junio, por carta y
bajo la mediación de la Superiora
religiosa de las Terciarias
Franciscanas, y estando el Padre Ángel Moran Pan, en la capital de El Salvador, San
Salvador, le llegó carta donde el
obispo Clavel, autorizaba a los
misioneros redentoristas para fundar en la Capital, panameña, en el sector de Panamá Viejo, una
pequeña Iglesia dedicada a la Asunción de María. Según las crónicas la primera estadía de los
redentoristas en la Capital panameña fue
en Panamá Viejo.
Es importante recalcar y dejar claro, que toda fundación tiene su proceso, hay
que decir, que la aprobación de
fundación de los redentoristas en la Capital panameña fue dada por el Arzobispo
Tomas Alberto Clavel y esto a partir de la fecha del 02 de agosto de 1965.
Es a
partir de esta fecha que queda constituida oficialmente la primera comunidad de misioneros redentoristas en Panamá,
Capital. Fueron los padres Agustín
Dávalos y José Casal como superior de la comunidad. En el año de 1967 se les
une el Padre Pedro Valderrama todos de nacionalidad española.
Cuentan las crónicas que posteriormente a la llegada
de los primeros redentoristas, hacen las
gestiones de adquirir un terreno (En la actualidad donde está la Parroquia y
Casa Cural). El terreno se le compró a Don Folidoro Chanis.
El terreno medía 5,827.47 m2 en dicho terreno
contaba con una casa de madera estilo americano, todo por la suma de 20,000.00 dólares. El
cronista da una panorámica de la casa y la describe así: La casa tiene un bajo
libre para carros u otros menesteres y
un alto con tres celdas, un comedor y una capilla, cocina y otros servicios.
Por
experiencia propia sabemos, que todo inicio conlleva esfuerzo, sacrificio y
deseos de superación en cuanto a los primeros redentoristas esto no fue la excepción.
El
cronista señala que La primera iglesia medía 36x14 m2. El culto en el primer
mes en
la misa diaria de 6:00 a.m., cuya asistencia oscilaba entre trece a quince personas aproximadamente. Los
domingos en la totalidad de las Eucaristías de: 7:00 a.m., 10:00 a.m. y 6.30 p.m. la asistencia regular
era de trecientos feligreses. Por el año 1968 la feligresía de la parroquia era
de aproximadamente 14,000 personas; y
según el censo de 2010 la población en las barriadas en la que está
situada la parroquia hoy geográficamente
es de: 21,381 personas. Para
conocer la realidad poblacional en este año celebrativo debernos esperar…
LÍMITES
PARROQUIALES EN LOS INICIOS (1975)
Contaba
con los siguientes límites al NORTE: vía José Agustín Arango y calle 11 ( o
transversal 141, continuando por la vía José Agustín Arango, hasta la entrada
del Retiro u Hospital Psiquiátrico, incluyendo este mismo, hasta el Río Matías
Hernández; continuando la vertiente de este Río, hasta la Bahía de Panamá.
SUR:
Bahía de Panamá, desde la desembocadura del Río Matías Hernández, hasta el
puente de Morelos, de allí una línea que abarca la barriada de Morelos, hasta
la avenida Santa Elena, hasta su intercesión con la calle 11 (o transversal
141), de aquí, continuando dicha transversal, hasta la vía José Agustín Arango.
ORGANIZACIÓN
PARROQUIAL
Es
esencialmente necesario que toda parroquia esté debidamente organizada, de
manera que a partir de allí pueda responder a los desafíos de la evangelización
que la Iglesia requiere de sus hijos muy amados, los cristianos. Esta organización parte de este principio: “La naturaleza íntima de la
Iglesia se expresa en una triple tarea: anuncio de la Palabra de Dios
(kerygma-martyria), celebración de los Sacramentos (leiturgia) y servicio de la
caridad (diakonia). Son tareas que se implican mutuamente y no pueden separarse
una de otra. Cfr. Carta Encíclica Deus Caritas Est, numeral 25 del Papa
Benedicto XVI.
La
parroquia San Gerardo María Mayela, a sus 50 años cuenta con la siguiente
organización. Como ésta parroquia,
está regentada por una comunidad
religiosa; y la comunidad supeditada
a la Provincia de los redentoristas en América Central, es
el Padre Provincial el que facilita o nombra
al sacerdote para que sea el
párroco como figura principal de la estructura parroquial. En segundo
lugar están los vicarios parroquiales y por ultimo todos los laicos (hombres y
mujeres) que juntos forman la gran comunidad parroquial.
En
la parroquia comparten y trabajan los siguientes grupos, movimientos,
ministerios y pastorales.
Grupos:
Guardia de Honor del Sagrado Corazón de Jesús, Amigos de Jesús y María,
Adoradores del Santísimo, Oblatos del Santísimo Redentor, Encuentros Vecinales
y Archicofradía del Perpetuo Socorro.
Movimientos:
Legión de María.
Ministerios:
Ministros extraordinarios de la comunión (Mec), Monaguillos y Monaguillas,
lectores y Caritas.
Pastorales:
Juvenil de jóvenes, jóvenes adultos,
Pastoral Vocacional, Catequesis Familiar, Pre-bautismal, y confirmación.
Para
una mejor coordinación y facilitar el trabajo compartido, la parroquia cuenta
con un Consejo de Pastoral y Económico con un Equipo de Evangelización y de
Liturgia. Asimismo desde 1972 en la parroquia funciona, el JARDÍN DE LA
INFANCIA NUESTRA SEÑORA DEL PERPERTUO SOCORRO que imparte formación Pre-escolar
en la modalidad de: Maternal (niños y niñas
a partir de los tres años) Pre-Kinder (niños y niñas de cuatro años)
Kinder (niños y niñas de cinco años)
Sectores
parroquiales en las que esta subdividida la parroquia para una mejor cura
pastoral.
Sector
San Alfonso María de Ligorio: Barriadas: Chanis, Urbanopat y Los
Pinos.
Sector
San Juan Neumann: Barriadas: Casa Blanca
Altos del Romeral y Reparto Nuevo
Panamá.
Sector
San Gerardo Mayela: Barriadas: San Gerardo, La Fontana Villas y Costa del Este.
Sector
San Clemente: Barriadas: Santa Elena, Santa Marta y Parque Lefevre.
Sector
Santísimo Redentor: Villa Lorena´´.
En el año 2019, la parroquia San Gerardo
Mayela se organizó pastoralmente de la siguiente manera:
Área Kerygma (Palabra): Catequesis
Familiar, Bautismal, Primera Comunión, Confirmación (jóvenes y adultos),
Catequesis de Perseverancia y Amigos de Jesús y María.
Área Liturgia (Sacramentos): Ministros
Extraordinarios de la Comunión, Ministerio de Liturgia, Ministerio de Acólitos
(monaguillos) y Coros.
Área Koinonía (Vida Comunitaria):
Ministerio de Evangelización y Encuentros Vecinales, Pastoral Juvenil Vocacional
Redentorista, Pastoral Vocacional, Jóvenes Adultos, Guardia de Honor Sagrado
Corazón de Jesús, Legión de María y Archicofradía del Perpetuo Socorro.
Área Diaconía (Servicio): Ministerio de
Asistencia Social (Cáritas), Consejo Económico y Ministerio de Comunicación.
Dependencias de la parroquia: Oficina
Parroquial (secretaría, párroco y vicario) y Oficina de Comunicación.
Párrocos de la parroquia San Gerardo
María Mayela:
R.P.
José Casal Calviño, primer párroco.
R.P.
Antonio F. Hernando.
R.P.
Jesús Ibáñez C., en
dos períodos intermedios.
R.P.
José Luis Revilla.
R.P.
Jesús García Portero.
R.P.
Juan Azcona.
R.P.
Julio R. Carrera.
R.P.
José Araya Chavarría, primer párroco centroamericano.
R.P.
José Manuel Batres Orellana.
R.P.
Gustavo Cruz Galeas.
R.P.
Bosco José Rodríguez Alvarado.
LOS
REDENTORISTAS EN EL PAÍS DE BELICE
´´Por
el sur y por el norte, el poniente y occidente. Lucharemos por hacerte Belice,
independiente. Oh Belice patria mía, trabajemos noche y día, y muy pronto, si
Dios lo quiere diremos, ´´Esta es mi tierra”´´ (Edison Coleman).
Belice tiene como forma de gobierno una
monarquía constitucional parlamentaria, diferente a la del resto de los países
del área centroamericana, que tienen como sistema político el republicano presidencialista.
Su capital es la ciudad de Belmopán. El territorio de Belice es la diócesis de
Belice-Belmopán, sufragánea de la arquidiócesis de Kingston, compuesta por 12
parroquias. Gobierna pastoralmente esa diócesis, Mons. Lawrence Sydney Nicasio,
recientemente nombrado por el papa Francisco.
Fue el obispo emérito Dorick McGowan
Wright, quien en el año 2012 invitó a los Redentoristas para conocer el carisma
de la Congregación. Aceptando la invitación del Sr. Obispo y realizando una
primera expedición, enviados por el Gobierno provincial de entonces, viajaron
hacia Belice los PP. Johanny Álvarez y José Manuel Batres Orellana. La visita
la realizaron entre los días del 23 al 26 de octubre. Visitaron la parroquia
Sagrado Corazón para conocer la realidad pastoral de aquella porción de la
Iglesia regentada por los padres de la
Congregación de los Misioneros Hijos del Inmaculado Corazón de María o
Claretianos.
Como una segunda expedición, del 13 al
16 de enero del 2013, viajaron a Belice el M.R.P. provincial Manuel Cruz Meza,
acompañado de los PP. José Manuel Batres, Rodolfo García y el junior Eduardo
Andrés Martínez Ávila, para entrevistarse con el obispo auxiliar S.E. Mons.
Cristopher Glancy, quien se mostró muy interesado en que los Redentoristas
fundaran en aquel país. Mons. Cristopher
devolvió la visita al M.R.P. provincial Manuel Cruz Meza un 23 de septiembre
del 2013, en Alajuela, Costa Rica. El objetivo de la visita de monseñor
Cristopher, fue deliberar con el padre Manuel Cruz sobre la fundación redentorista
en firme en aquel país.
El día 19 de marzo del 2014, día solemne
de san José, esposo de la bienaventurada siempre Virgen María, inició
oficialmente la misión en Belice. Inauguraron esta misión los padres José
Manuel Batres Orellana, como superior y párroco; Rodolfo García, vicario; y el
junior Eduardo Andrés Martínez Ávila. El objetivo de la fundación en ese país
de clima tropical, cálido y húmedo, es entrar en la realidad eclesial y
sociocultural de la parroquia Sagrado Corazón (Sacred Heart Parish).
Los Redentoristas residen en la
parroquia Sagrado Corazón (Sacred Heart Parish), situada en el distrito Stann
Creek, con su cabecera (Town) en Dangriga. El territorio de dicha parroquia
abarca 18 aldeas, a saber: Dangriga (centro parroquial), Pomona, Hopkins, Maya
Center, San Román, Santa Cruz, Sagitún, Seing Bight, Red Bank, George Town, Maya
Mopán, San Juan, Cowpen, Bella Vista, San Isidro, San Pablo, Trio, Bladen e
Independence. En estas aldeas se hablan el inglés, español, q´eqchí´, garífuna
y maya mopán.
En cuanto al trabajo pastoral que se
realiza en la parroquia Sagrado Corazón, el R.P. Rodolfo García en su informe
en el marco descriptivo, lo delinea así: ´´El trabajo pastoral en la Sacred
Heart Parish (Parroquia del Sagrado Corazón) difiere un poco al que se realiza
en el resto de nuestras parroquias a nivel de América Central. La atención
sacramental consiste en la celebración diaria de la Eucaristía, el servicio
pastoral de los enfermos, que es constante, la asistencia en la celebración de
las primeras comuniones y confirmaciones. La bendición de artículos religiosos,
dado que es un pueblo muy ferviente en lo que a la piedad popular respecta; a
esto hay que sumarle la variante del idioma. Casi todos los días se bendice
agua y artículos religiosos para las personas´´.
Párrocos
y superiores redentoristas de la parroquia del Sagrado Corazón:
R.P.
José Manuel Batres Orellana.
R.P.
Rodolfo García Quiñonez.
R.P.
Óscar Eduardo Rojas Paniagua.
LOS
REDENTORISTAS EN LA REPÚBLICA DE CUBA
´´Cuba
nos une en extranjero suelo, Auras de Cuba nuestro amor desea: Cuba es tu
corazón, Cuba es mi cielo, Cuba en tu libro mi palabra sea´´ (José Martí).
Entre 1926 y 1929 estalló la Guerra
cristera o Cristiada en la república de los Estados Unidos Mexicanos, impulsada
con odio de sangre y odio de muerte por el pedagogo, militar, político y
presidente mexicano, Francisco Plutarco Elías Campuzano, llamado uno de los
tres hombres fuertes de Sonora. El plan de Elías Calles, como se le conocía,
era claro: destruir por completo la Iglesia católica en México. ¿Qué pensaba el
perseguidor Calles de la Iglesia católica y de los sacerdotes? En uno de sus
discursos decía: ´´Yo soy enemigo de la casta sacerdotal, del cura intrigante,
del cura explotador, del cura que pretende tener sumido a nuestro pueblo en la
ignorancia, a merced del explotador, del trabajador. Yo declaro que respeto
todas las religiones y todas las creencias, mientras los ministros de culto no
se mezclen en nuestras contiendas políticas con desprecio a nuestras leyes, ni
sirvan de instrumento a los poderosos para explotar a los desvalidos´´.
Es así, que bajo la sucesión continuada
de olas de insultos y de actos sangrientos en contra de muchos sacerdotes,
salen algunos Misioneros Redentoristas hacia Estados Unidos de América, España,
Venezuela, Colombia, Centroamérica y Cuba.
La mayúscula de las Antillas, la
república insular de Cuba, que vio nacer a la gran escritora y poetisa
Gertrudis Gómez de Avellaneda, de prolífica pluma, con más de cuarenta obras en
su haber, recibió en su puerto de La Habana, en el año de 1926, un 16 de julio,
día de Nuestra Señora del Carmen, a los padres Baldomero Fernández Silva,
viceprovincial de México y José Morán Pan, quienes llegan a la ´perla de
Caribe´ con la intención de fundar y sembrar el carisma redentorista en la más
grande de las islas del Caribe.
Al llegar se encuentran con los primeros
escollos que debían superar: el lugar para la fundación. Los Redentoristas en
su primera expedición habían llegado al municipio de La Habana Diez de Octubre,
que posee los barrios de: Luyanó, Santos Suárez, La Víbora, Lawton,
Lawton-Batista, El Sevillano y Vista Alegre. El arzobispo D. José Manuel Dámaso
Ruiz y Rodríguez, quería que fundaran en Luyanó; pero los misioneros se habían
decantado por el sector de La Víbora.
El territorio de la Iglesia católica en
Cuba tiene once diócesis y tres arquidiócesis. En 1927, encontramos a los
Redentoristas al este de la isla, en la arquidiócesis de Santiago de Cuba,
segunda ciudad más importante de la república. En el episcopologio de esa
arquidiócesis, san Antonio María Claret y Clará ocupa el treinta y seis lugar
en la lista de los pastores que han ocupado la silla arzobispal santiaguera. La
actividad apostólica de los Redentoristas desde la casa de la Sagrada Familia
en esa arquidiócesis, fue el de parroquia, escuelas y comunidades religiosas.
El 19 de marzo de 1931 es erigida canónicamente la casa del Santísimo Corazón
Eucarístico de Jesús, en La Habana. Allí se dedican a la predicación y oratorios
públicos.
Años de 1950: llega la Revolución
cubana. El 1° de enero de 1959, las fuerzas rebeldes encabezadas por el
fallecido líder revolucionario Fidel Castro Ruz, entraron victoriosas a la
ciudad de Santiago, derrocando al dictador Fulgencio Batista Zaldívar. Una vez en el poder, cuando Fidel Castro ya
había declarado que su Gobierno era de carácter marxista-leninista, se dedica a
discriminar y perseguir a la Iglesia católica en Cuba. Religiosos y sacerdotes
de diferentes órdenes y congregaciones fueron expulsados de manera violenta del
país. Instituciones de la Iglesia como parroquias y colegios fueron
intervenidos por Unidades Militares de Ayuda a la Producción (UMAP). En ese
gran número de religiosos expulsados estaban nuestros abnegados misioneros.
En 1991, a raíz del derrumbe de la Unión
Soviética, el Gobierno de Fidel Castro, bajó su bandera de opresión en contra
de la Iglesia, permitiendo la entrada a algunas congregaciones religiosas. La
visita histórica de san Juan Pablo II en 1998, cuando pidió que ´Cuba se abra
al mundo y el mundo se abra a Cuba´, ayudó para que congregaciones religiosas
que antes habían estado trabajando apostólicamente en la isla, continuaran su
apostolado interrumpido por más de cuarenta años. Es así que los Redentoristas aprovechan
esa coyuntura sociopolítica para predicar la redención copiosa en la Cuba de
Martí y de la Avellaneda.
Actualmente, la Conferencia Redentorista
de América Latina y el Caribe hace presencia misionera en Cuba, en las
parroquias Cristo Redentor, en la ciudad capital de La Habana, y Nuestra Señora
de Los Dolores, en la Isla de la Juventud, antiguamente conocida como la Isla
de Pinos.
NOTAS
SOBRE EL EQUIPO MISIONERO REDENTORISTA EN AMÉRICA CENTRAL
´´Honduras,
Costa Rica y El Salvador fueron quienes más conocieron el impulso misional
redentorista, que tuvo su época de ascenso entre 1928 y 1940 y su descendencia
entre 1960 y 1974, cuando murió el Primer Equipo misionero de la Viceprovincia.
Menos privilegiados en sentido misional, porque nacieron bajo el predominio de
la actividad parroquial fueron Guatemala, Nicaragua y Panamá´´ (Roberto
Bolaños)
¿Cómo era la Iglesia y sociedad
napolitana en el siglo XVIII? Este siglo es llamado el ´Siglo de las Luces´; es
por ello que con gran razón a nuestro fundador, el gran san Alfonso María de
Ligorio, se le nombra como ´El Santo del Siglo de las Luces´. Un siglo donde
surgió el ´movimiento intelectual´ conocido como ´Ilustración´; es en este
siglo que se dieron acontecimientos de tipo político, social, económico,
cultural e intelectual que influyeron en toda Europa y el mundo entero. El
siglo XVIII fue testigo de dos acontecimientos: la independencia de Estados
Unidos de América (4 de julio de 1776) y la Revolución Francesa (1789 - 1799).
Desde este siglo se entiende ´el mundo moderno´ según los historiadores y
filósofos de nuestros días.
En 1732 ocupaba la silla de Pedro el
papa Clemente XII (Lorenzo Corsini), quien en su pontificado -1730 a 1740-
condenó la ´francmasonería´ o masonería mediante la bula In Eminenti
Apostolatus Speculam, promulgada en 1738. Clemente XII enriqueció lo que sería
más tarde la Biblioteca Vaticana. Ayudó a universidades que estaban en manos de
los padres dominicos; pero lo más significativo es que favoreció las misiones y
envió misioneros a lugares donde hacía falta evangelizar.
El siglo XVIII fue de tiempos muy
rígidos. En la predicación de la Iglesia en Nápoles, se predicaba no a un Dios Misericordia, sino
a un Dios Juez, muy alejado de la realidad de su pueblo. Este siglo se vio
sacudido por la doctrina del teólogo y obispo Cornelio Jansen, padre del movimiento
conocido como el jansenismo, doctrina que influyó negativamente con un
rigorismo moral en los predicadores de la época. Es Alfonso María de Ligorio
quien lucha incansablemente contra ese movimiento inmisericorde, predicando el
Evangelio, mostrando a los más pobres, abandonados y sufridos que Dios es Amor
y que Él es Misericordia.
Acaso san Alfonso tomó el ejemplo del
espíritu misionero del papa Clemente XII, quien favoreció grandemente las
misiones en el mundo y combatió a los jansenistas franceses. Ese mismo espíritu
misionero con mucha fuerza, entusiasmo y pasión se derramó abundantemente en la
entonces viceprovincia de San Salvador y hoy provincia de América Central.
¿Cuántas misiones se han predicado en el
bendito suelo de nuestra América Central, desde 1927 hasta nuestros días? Tal vez
una miríada. En las primeras décadas de la fundación redentorista en el istmo
centroamericano, se llevaba cuenta de ello. Hay estadísticas que escribieron
los pacientes cronistas que recogen el número de misiones. Por ejemplo, entre
1927 y 1954 se predicaron 765 misiones de ocho días; 423 misiones de 10 días;
79 de quince días; misioncitas de una semana, 408. Hubo 1,086,584 confesiones.
Pero el amable lector, con paciencia de santo, que sostiene en sus manos el
presente escrito o lo visualiza, puede leer con mayor detenimiento las
estadísticas que nos consigna el P. Roberto Bolaños en sus libros, sobre la
misión ingente que han realizado nuestros misioneros en las primeras siete
décadas de nuestra historia misionera. Y otras muchas que no se escribieron. Y
tampoco se ha escrito la obra y gracia de Dios, en cada uno de los hombres y
mujeres que se beneficiaron espiritualmente durante casi cien años, en el
tiempo y espacio de gracia de las misiones. ´´Hay además otras muchas cosas que
hizo Jesús. Si se escribieran una por una, pienso que ni todo el mundo bastaría
para contener los libros que se escribieran´´ (Juan 21, 25).
Los métodos y estructuras de la misión
en nuestra Unidad han pasado por momentos fuertes de adaptación. Los diferentes
equipos misioneros han entrado en procesos de renovación y adaptación. En estos tiempos de secularización, de mayor
conciencia social y política, y la reducción del número de congregados ha
influido para que el número de misiones haya descendido considerablemente.
En el Capítulo viceprovincial de 1976,
siendo viceprovincial el M.R.P. Fermín Aranguren Murillo, los padres
capitulares se replantearon sobre el método y estructura de la misión, una
misión renovada dejando detrás de si la misión tradicional que por muchos años habían
implementado los primeros redentoristas en nuestra América Central. El modelo a
seguir: el CESPLAM, que tuvo sus inicios en 1969 en la provincia de Madrid.
Pero antes, a finales de los años de 1950 y principios de 1960, ayudaron
grandemente en la evangelización de la entonces viceprovincia de San Salvador,
a través de las misiones que ya habían dejado atrás el corte tradicional, la
Federación de Apostolado de la Palabra (FEDAP) y el Equipo Misionero para
América (EMA). La FEDAP fue fruto de un congreso de misiones populares
celebrado en España en el año de 1956, y en el seno de ese congreso misionero
surgió el EMA. El FEDAP y el EMA inspiraron en la viceprovincia de San Salvador
en 1970 la actividad misionera, constituyendo el primer equipo misionero llamado
Equipo Misionero Centroamericano, siendo superior mayor el R.P. José Casal
Calviño, quien le dio en su momento gran impulso. El EMA predicó varias
misiones en tres campañas misionales en las hermanas repúblicas de Panamá, El
Salvador, Honduras, Nicaragua y Costa Rica. El primer equipo misionero
centroamericano tan solo vivió cuatro años. Según el R.P. Fermín Aranguren
Murillo, a quien los redentoristas de América Central le debemos mucho, la
disolución del equipo fue por ´renuncia de unos y aceptación de otros´
(Herederos de una Tradición).
Varios años pasaron para volver a formar
un equipo misionero en la entonces viceprovincia de San Salvador. En el
Capítulo viceprovincial de 1986, se ve la necesidad de formar un nuevo equipo
misionero, preparación y lanzamiento de este, con el nombre de Equipo Misionero
Centroamericano Redentorista (EMICAR). Tres años más tarde, el nuevo equipo
misionero tuvo su primera experiencia misionera en la república de Costa Rica,
conformado por varios sacerdotes autóctonos.
Si hacemos una lectura retrospectiva de
la historia de los equipos misioneros que han misionado en nuestra América
Central, nos daremos cuenta que no han sido uno ni dos, sino más. Hoy por hoy,
en la provincia de América Central, contamos con un equipo misionero itinerante
(Estatuto 0057), que hace presencia en el norte y en el sur la región, apoyados
por el Equipo Misionero Laico redentorista (EMILAR). Con todas las luces y
sombras que dibujan la estela luminosa de los equipos misioneros de la
provincia, nunca se ha dejado de predicar la redención copiosa en las patrias
centroamericanas.
En Guatemala, ´embajadora de la marimba,
sinfonía original´; El Salvador, ´protegida del padre eterno, zipotía
Cuscatleca´; Honduras, ´ninfa de la Bahía de Roatán, de arrecifes y corales´;
Nicaragua, ´nacarada musa de Darío, amarilla flor zacuanixochil´; Costa Rica,
´salud tierna guaria morada, doncella de Bahía Coronada´; Panamá, ´eres beso de
dos océanos, que se acarician en las esclusas´; Cuba, ´es tu corazón, Cuba es
mi cielo, Cuba en tu libro mi palabra sea´; y Belice, con tu agujero azul
inmenso, observas como hija menor de la provincia de América Central, que la
redención copiosa también te ha cobijado con el mismo manto inmenso de la
alegría del Evangelio.
AÑO
2012: ERECCIÓN CANÓNICA DE LA PROVINCIA DE AMÉRICA CENTRAL, PASO DE
VICEPROVINCIA A PROVINCIA
El año 2012 (MMXII), fue declarado por
la Asamblea General de las Naciones Unidas, como el año internacional de las
cooperativas. Fue un año marcado por grandes acontecimientos de carácter
social, cultural, económico, político y religioso.
Algunos acontecimientos que llenaron la
página histórica del 2012, fueron: el salto supersónico de Félix Baumgarner, el
triste tiroteo en una escuela primaria de Connecticut en los EE. UU., el
devastador paso del huracán ´Sandy´, cuyo impacto mayor lo recibió Estados Unidos
de América, las elecciones presidenciales en EE. UU., y cuatro años más en la presidencia para el
expresidente Barack Obama, los Juegos Olímpicos celebrados en Londres, los
escándalos políticos en algunos países de América Latina, el fallecimiento de famosos,
la primavera árabe, los problemas de Wikileaks y el naufragio del Costa
Concordia, llenaron el año bisiesto de 2012.
En ese año, el papa emérito Benedicto
XVI publicaba el 15 de agosto, solemnidad de la Asunción de María, su libro ´La
infancia de Jesús´, y proclamaba a inicios del mes de octubre, el Año de la Fe.
Es en el marco de dicho año que la viceprovincia de San Salvador pasó a ser la
provincia de América Central.
Actualmente, tras noventa y tres años de
presencia en América Central, el estado o panorama de nuestra Unidad provincial
de América Central, es el siguiente: ocho comunidades canónicamente erigidas
(desde las cuales se atienden once parroquias) y tres centros de formación:
casa de formación año introductorio, ´Beato Gaspar Stanggassinger´, en la
ciudad de Trojes, El Paraíso, Honduras. Postulantado ´San Clemente María
Hofbauer´, San José de Costa Rica, y juniorado ´San Alfonso´, San Salvador, El
Salvador. Contamos con un equipo misionero itinerante que asiste el quehacer
misionero desde el norte y sur de istmo centroamericano, apoyados intensamente
por los hermanos del equipo misionero laico redentorista EMILAR y el apoyo
pastoral y espiritual de los Oblatos Redentoristas de la provincia de América
Central, quienes participan, de manera especial, de todos los bienes
espirituales, oraciones y trabajos misioneros.
Echando la mirada hacia atrás,
contemplamos la “estela luminosa” que han dejado los redentoristas en América
Central, esparciendo el carisma de san Alfonso María de Ligorio. Han sido 93 años
de ardoroso apostolado, expresado en la predicación de misiones. Esta labor la
dirige con mucho empeño nuestro EMICAR y EMILAR. Atendiendo parroquias, tanto
en el área urbana como rural, y haciendo presencia en aquellos lugares donde
están los más necesitados, impregnándolos del espíritu misionero heredado de
nuestro santo fundador y de aquellos pioneros de la provincia de América
Central.
Damos infinitas gracias a Dios nuestro
Padre, a Jesús Santísimo Redentor, y a nuestra Madre la Virgen del Perpetuo
Socorro, por estos 93 años de redención copiosa, de presencia misionera en
todos los países del istmo: Guatemala, El Salvador, Honduras, Nicaragua, Costa
Rica, Panamá y Belice.
Nuestras ´Prioridades Pastorales y Plan
Pastoral´, nos recuerdan que somos en América Central, una gran comunidad
misionera internacional. Que seguimos a Jesucristo Redentor anunciando el
evangelio a los más pobres y abandonados. Y que cada miembro de la congregación
en estas tierras, contribuye a la realización de la misión y del carisma
congregacional, y que junto a nosotros, hay muchos laicos, mujeres, hombres,
jóvenes y niños, que comparten nuestro ser redentorista.
Los redentoristas en América Central,
hemos heredado la gran riqueza de nuestra madre la Congregación del Santísimo
Redentor: ser un carisma específico en la iglesia santa, católica y apostólica,
y que gracias al esfuerzo y trabajo de muchos cohermanos, contamos con un
proyecto de evangelización que contemplan nuestras Constituciones y Estatutos.
Somos en América Central, ´Herederos de una tradición´, y por ello estamos
llamados a ´renovar nuestra misión´.
LISTADO DE LOS VICEPROVINCIALES Y
PROVINCIALES:
*VICEPROVINCIALES
DE LA VICEPROVINCIA DE SAN SALVADOR:
M.R.P.
Manuel Cid Riesco, conocido como Agapito Martínez.
M.R.P.
Valentín Villar
M.R.P.
Laurentino Pisabarro
M.R.P.
José Casal Calviño, primer viceprovincial electo por voto directo.
M.R.P.
Fermín Aranguren Murillo
M.R.P.
Laureano Salgado Estévez, suplente por el fenecimiento del P. Fermín Aranguren
Murillo.
M.R.P.
Miguel Rodríguez del Palacio
M.R.P.
Rufino Tedejo Martínez
M.R.P.
Walter Hidalgo García, primer viceprovincial autóctono.
M.R.P.
Óscar Víquez Portugués
M.R.P.
Óscar Eduardo Rojas, suplente por la dimisión del P. Óscar Víquez Portugués.
M.R.P.
José Araya Chavarría
M.R.P
Manuel Cruz Meza, último viceprovincial.
*PROVINCIALES
DE LA PROVINCIA DE AMÉRICA CENTRAL:
M.R.P.
Manuel Cruz Meza, por aclamación en Asamblea provincial fue elegido como el
primer provincial de América Central.
M.R.P.
Nery René Méndez Vides, primer provincial electo por voto directo.
M.R.P.
Jesús María Rojas Quesada.
MISIONEROS
REDENTORISTAS ESPAÑOLES QUE HAN DEJADO UNA ESTELA LUMINOSA EN NUESTRA AMADA
PROVINCIA DE AMÉRICA CENTRAL.
*PRESBÍTEROS:
Crespo
Díez, Perfecto,
De
Castro Cid, Virgilio
Abía
Carpintero, Misael
Almendros
Sánchez, José Luis
Alonso
Rodríguez, Ángel
Alonso
Yarritu, Ricardo
Álvarez
Pérez, Jesús
Aranguren
Murillo, Fermín
Ariz
Elcarte, Maximino Alfonso
Barberá
Grenzner, Miguel
Barbero
Cantero, Leonardo
Barja
Iglesias, José
Belloso
García, Eulogio
Berasain
Erviti, Vicente
Buznego
García, Eladio
Carballeda
Gómez, Ildefonso
Carralón
Moreno, Antonio María
Casado
Cortés, Pedro
Casal
Calviño, José
Castro
Valderrama, Pedro María
Cavero
Combarros, Carlos
Cid
Riesco, Manuel
De
Miguel, Alfredo
De
Prada Guzmán, José
Del
Palacio Fernández, Pedro
Del
Pozo Presa, Baldomero
Del
Río Lerga, Juan Manuel
Díez
Rodríguez, Porfirio
Domínguez
Álvarez, Julián
Domínguez
Yañez, Julio
Duque
Martín, Gerardo
Eguíluz
Eguíluz, Nicolás
Elorza
Parra, José
España
Moreno, Odón
Fernández
Cavero, Emilio
Fernández
de Labastida, Gratiniano
Fernández
Hernando, Antonio
Fernández
Peña, Cándido
Fernández
Romance, Daniel
Fernández
Silva, Baldomero
Ferrero
Aparicio, Miguel
Fuentes
R., Santiago
García
Portero, Javier
García
Portero, Jesús
Gómez
Campo, José
Gómez
García, José
González
Martínez, Victoriano
González
Pérez, Antonio
Guaresti
Ugarte, José
Hermosilla
Busto, Heraclio
Hernando
Fernández, Fausto
Ibañez
Cabodevilla, Jesús
Iglesias
Iglesias, Josçé (Felipe Huerta)
Iglesias
Iglesias, Luis
Ilzarbe
Azcona, Juan
Jañez
Casado, José
Labalde
San Martín, Jacinto
Larrañeta
Cenoz, Pedro
Lorenzo
Grandal, Nicolás
Martínez
Álvarez, Avelino
Martínez
Álvarez, Valentín
Martínez
Freile, Saturnino
Martínez
Gamboa, Román
Martínez
López, Evaristo
Martínez
Vuelta, Víctor (Miguel Cervantes)
Mendoza
Samaniego, Joaquín
Monroy
Alaguero, Dionisio
Morán
Combarros, Ángel
Morán
Hernández, Manuel
Morán
Pan, José
Moriones
Pomet, Jesús
Moriones
Pomet, Nicanor
Nuin
Gorosterratzu, Juan
Núñez
Berrueco, Orencio
Ortía
Gil, Antolín
Palacios
Castro, Félix (Agustín Davalos)
Perea
Pinedo, Eduardo
Pereda
González, Julián
Pérez
Cancela, Manuel
Pérez
Pérez, Sabino
Pisabarro
García, Laurentino
Reymóndez
del Campo, Miguel
Rico
Aldave, Jesús
Rodríguez
Carrera, Julio
Rodríguez
del Palacio, Miguel
Roldán
Marín, Gregorio María
Ruiz
de Samaniego Viana, Félix
Ruiz
Revilla, José Luis
Salgado
Estévez, Laureano
Santiago
Fernández, Eutiquio
Seisdedos
Domínguez, Carlos
Susaeta
Corcuera, Sebastían
Tedejo
Martínez, Rufino
Varona
Gordo, Lorenzo
Vega
Curvo, Manuel
Vera
Jarabo, Carlos
Villar
Martínez, Valentín
*HERMANOS
COADJUTORES:
Alcalde
Cardo, Pedro (Mateo)
Álvarez
Palacios, Demetrio
Bertólez
Vidal, Ignacio. (Basilio)
Ecay
Orbaiz, Pedro (Prudencio)
Ezquer
Miralles, Esteban
García
Galván, Abundio
Gil,
Jorge
Martínez
Sorribas, Rafael
Merayo
Vega, Tomás (Hilario)
Sutil
Fernández, Francisco (Jerónimo)
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