domingo, 5 de julio de 2020

HACIA LOS 100 AÑOS DE PRESENCIA MISIONERA REDENTORISTA EN AMÉRICA CENTRAL. A MODO DE RECENSIÓN. LOS ORÍGENES. I PARTE. SOMOS HEREDEROS DE UNA TRADICIÓN


HACIA LOS 100 AÑOS DE PRESENCIA MISIONERA REDENTORISTA EN AMÉRICA CENTRAL.  A MODO DE RECENSIÓN.
LOS ORÍGENES. I PARTE. SOMOS HEREDEROS DE UNA TRADICIÓN (Colección Temas históricos)



´´Solo resta felicitar al Padre Bosco Rodríguez por su labor histórica; decía don Marcelino Menéndez Pelayo que los pueblos que desconocen su historia están condenados a cometer los mismos errores. Y, por supuesto, animar a los cohermanos a expansionarse leyendo esta historia que nos atañe directamente, pues somos los herederos de una tradición misionera´´.
P. Roberto Bolaños A.,C.Ss.R.
Prólogo

            El dramaturgo, poeta y novelista español Ramón del Valle-Inclán, escribió con letras de oro la siguiente locución: ´´Nada es como es, sino como se recuerda´´. ¿Qué significa recordar? Recordar es: ´´traer a la memoria propia algo percibido, aprendido o conocido, o retener algo en la mente´´. Con el presente escrito que el lector visualiza y sostiene en sus manos, se intenta traer a su memoria lo percibido, aprendido o conocido; y retener en la mente lo vivido en esta Unidad de la Congregación del Santísimo Redentor: ¡la amada provincia de América Central!
Sin embargo, no ha sido faena sencilla buscar y encontrar la información pertinente en los archivos, crónicas y comunicaciones emanadas en nuestra provincia para esta recensión. Pues las Crónicas de nuestras comunidades son como mi tierra lacustre Nicaragua: llenas de lagos y lagunas. Algunas ya son océanos… Suena poético; pero no lo es. Hablando de archivos, decía el célebre poeta mexicano Octavio Paz lo siguiente: ´´La poesía es la memoria de la vida y los archivos son su lengua´´. Somos conscientes que la desorganización de un archivo, es la forma más eficaz de silenciar cualquier información.
Estimo importante que quien tenga en sus manos la presente recensión, conozca o recuerde datos de nuestra historia misionera. Conozca o recuerde de dónde venimos los Misioneros Redentoristas, quién nos fundó, quién nos inspiró, cómo crecimos y quiénes somos.  Mi punto de apoyo o referencia serán las obras del R.P. Roberto Bolaños A., quien se ha dedicado con amor y pasión a escribir nuestra historia redentorista en estas tierras centroamericanas.
LA FUNDACIÓN
San Alfonso, inspirado por Dios e iluminado por las luces de fuego del Espíritu Santo, movido por la Palabra de Dios y con un gran corazón de pastor, de celo apostólico, funda bajo un clima de oración profunda en la ciudad elevada de Scala, cerca de las costas de Amalfi, la Congregación de Misioneros del Santísimo Salvador, llamada más tarde, en 1749, del Santísimo Redentor.  Era el memorable día del 9 de noviembre de 1732. 
Para la fundación del nuevo Instituto Misionero, san Alfonso se vio rodeado de gente llena de Dios que le acompañó con oraciones. La historia menciona a la beata María Celeste Crostarosa y a un grupo de hombres de recia espiritualidad que iniciaron junto a san Alfonso el camino de una vida misionera por el bien de los más desprotegidos. La beata María Celeste fue inspiradora de dos congregaciones: Congregación del Santísimo Redentor, la cual fundó san Alfonso María de Ligorio el 9 de noviembre de 1732; y de la Congregación del Santísimo Sacramento cuyo fundador fue el P. Vicente Mannarini. Aquellos primeros redentoristas fueron: Giovanni Mazzini, Vicenzo Mannarini, Pietro Romano, Giovanni Battista de Donato, Silvestro Tósquez, César Sportelli, monseñor Tomás Falcoia y Vito Curzio.
Sin duda alguna, san Alfonso fue un hombre inspirado por el Espíritu Santo, quien confió en la providencia de Dios. Esta fe lo llevó a la obediencia, porque en la obediencia está la bendición. Su fe y obediencia lo mantuvieron en unión fraterna con los pastores de la Iglesia, el papa y los obispos, y él, más tarde, se convirtió en obispo de la diócesis de Santa Agueda de Los Godos.  Ese amor a la Iglesia y a sus pastores lo vemos reflejado en todo su ministerio apostólico, impregnado de humildad y sencillez. Así lo leemos en el “Suplex Libellus”, al solicitar al papa la aprobación del nuevo instituto religioso y describir el estado en que se encontraba ya la fundación: “Santísimo Padre, este es el estado en que se halla esta nueva obra.  Pero si Su Santidad no se digna a concederle su aprobación apostólica, la misión no podrá continuar su feliz desarrollo. Por lo que el suplicante y sus compañeros, postrados a sus pies, por el amor que Su Santidad demuestra por la gloria de Jesucristo y por la salud espiritual de tantos pobres campesinos, que son los hijos más desamparados en la Iglesia de Dios, le suplican se digne a conceder su consentimiento apostólico´´.   
La Congregación del Santísimo Redentor fue aprobada por la Santa Sede el 25 de febrero de 1749.
Sin duda alguna, la personalidad de san Alfonso María de Ligorio es impresionante, su corazón estaba hecho de celo apostólico y amor a los más necesitados; eso se propuso en su programa como sacerdote el 21 de diciembre de 1726 cuando fue ordenado: “La Santa Iglesia me honra; yo debo honrar a la Iglesia con la santidad de vida, con celo, con el trabajo, con el decoro”.
EXPANSIÓN DE LA CONGREGACIÓN
La Congregación del Santísimo Redentor, gracias a la providencia de Dios, fue creciendo en todo el territorio de Italia, fortaleciéndose y dando grandes frutos.  Fue san Clemente María Hofbauer, quien llevó más allá de las fronteras de Italia el instituto religioso.  San Clemente, considerado un segundo fundador, sin quitar mérito alguno al fundador san Alfonso María, con su don misionero y celo por las almas, lleva el carisma de la Congregación a Polonia, Alemania, Suiza y Austria. Y es el venerable padre José Passerat (1772-1858), hombre santo de Dios, y compañero de misión de san Clemente, quien envía misioneros a Portugal, Bélgica y Bulgaria.  Es así como el carisma fundado por san Alfonso María de Ligorio empieza a derramarse como óleo santo por el mundo entero.
LOS MISIONEROS REDENTORISTAS EN EL REINO DE ESPAÑA Y EN LA REPÚBLICA MEXICANA
Los Misioneros Redentoristas en España y México. Los hijos de san Alfonso llegan a ´La madre patria´, la tierra de Miguel de Cervantes Saavedra, y de grandes escritores de todos los tiempos, ´tierra de santos´ como llamó a España san Juan Pablo II en su primera visita histórica a ese bello país. Los primeros Misioneros Redentoristas llegan a Madrid, España, el 15 de febrero de 1863, y el 2 de febrero de 1900 fue creada canónicamente la provincia de Madrid.  Rubén Darío, el gran poeta nicaragüense, ´príncipe de las letras castellanas´, decía que somos hijos de América y nietos de España.  De ´La madre patria´ hemos heredado su cultura, lengua y sobre todo el cristianismo, y por España nos vino la Congregación del Santísimo Redentor. 
El 8 de marzo de 1908, a las 2:30 p.m., llegan provenientes de España, en el navío ´Alfonso XIII´, los primeros Misioneros Redentoristas al Puerto de Veracruz, México, que más tarde será la primera viceprovincia en Hispanoamérica. Comienzan las fundaciones en Monterrey, Puebla, Torreón, Pachuca y San Luis Potosí.
Como nos cuenta la historia, hubo en los Estados Unidos Mexicanos una gran persecución en contra de la Iglesia, en la cual derramaron su sangre varios cristianos, entre ellos sacerdotes, religiosos y religiosas, catequistas y laicos comprometidos. Varios de ellos han sido elevados a los altares por nuestro inolvidable san Juan Pablo II y el papa emérito Benedicto XVI. Para la Iglesia los gobiernos de Díaz y Calles significaron sangre y destrucción.  En su tiempo, varios cristianos fueron perseguidos, llevados a la cárcel y expulsados. Situación dada en la llamada Guerra de los Cristeros o Cristiada. El papa Francisco, recientemente, elevó al honor de los altares al ´niño cristero´ san José Sánchez del Río.
LA CONGREGACIÓN DEL SANTÍSIMO REDENTOR LLEGA A CENTROAMÉRICA
Los Misioneros Redentoristas en Centroamérica. En un contexto de persecución, los Misioneros Redentoristas llegan de México a nuestros países centroamericanos. Nuestra historia en Centroamérica comienza en mayo de 1927, cuando llegaron a Puerto Limón en Costa Rica.  De la hermana república de Costa Rica se fueron expandiendo hacia Honduras y El Salvador, donde comenzaron a trabajar y a predicar el don de la redención en Cristo a través de las misiones populares.
A principios del siglo XX, el mundo vivía con expectación el acontecimiento de Cova de Iria: las apariciones de Nuestra Señora la Virgen del Rosario de Fátima, cuya devoción llegó a tierras centroamericanas, entre los años de 1940 y 1950. ¿Serían las apariciones de Nuestra Señora, un preludio del alumbramiento de la congregación del Santísimo Redentor en América Central?
Las apariciones de Nuestra Señora empezaron un 13 de mayo de 1917 y, según cuenta la historia, fue el luminoso y mariano día del 13 de mayo de 1927, cuando los sacerdotes redentoristas Félix Ruiz de Samaniego y Pedro del Palacio -ambos españoles-, desembarcaron del vapor “Galicia”, en el vivo y ardiente Puerto Limón, Costa Rica. Venían bajo la sombra de la gran persecución de don Francisco Plutarco Elías Campuzano, mejor conocido como Plutarco Elías Calles. Pero impulsados por el ardor del Espíritu Santo para predicar en el istmo centroamericano la “redención copiosa”: anunciar con viva voz la pasión, muerte y resurrección de Nuestro Señor Jesucristo.
Las crónicas nos dicen que, llegados a Puerto Limón, aquellos misioneros se encaminaron a la ciudad de Alajuela, en el Valle Central de la república costarricense. Allí, los misioneros fueron recibidos por el obispo de la ciudad, monseñor Antonio del Carmen Monestel, quien les ofreció una iglesita de pocas dimensiones, del siglo XIX. Esa iglesita, hoy en día, es un hermoso santuario dedicado al Santo Cristo de Esquipulas o de La Agonía, como se le conoce. Actualmente, es el segundo templo más importante de la ciudad de Alajuela y uno de los más visitados en el país; es, además, sede de la curia provincial.
Los padres Samaniego y del Palacio, como hijos genuinos de san Alfonso María de Ligorio, comenzaron la labor apostólica en Alajuela, con misas, confesiones, predicaciones y la administración de los sacramentos. En el cumplimiento de su deber, pasaron por muchas dificultades, que con la ayuda de Dios fueron superando con paciencia de santos.
El carisma de la congregación fue creciendo y desarrollándose poco a poco, como crece y se desarrolla una planta, que cumple con un ciclo vital constituido por varias etapas: la etapa germinativa de la semilla, echa sus primeras hojas, su tallo, raíces y ramificaciones; así, como una planta, fue creciendo y desarrollándose el carisma redentorista en América Central.
Los años 1950 y 1960 fueron de gran vigor impulsador en la expansión del carisma redentorista. La redención copiosa predicada por aquellos misioneros, fue tomando fuerza cada vez más por toda América Central. En los años de 1950, asistimos al nacimiento de la viceprovincia de San Salvador. Era el 2 de febrero de 1955, cuando el padre general, Guillermo Gaudreau, creó la nueva viceprovincia de San Salvador. La naciente viceprovincia, comprendía para ese entonces, todos los países de América Central y ´la perla del Caribe´, Cuba. El Gobierno general de la Congregación, nombró como primer viceprovincial al presbítero Manuel Cid Riesco, conocido como Agapito Martínez.
Es en estos años que se abren nuevas comunidades en los países de Guatemala, Nicaragua y Panamá.
En febrero de 1955, se funda en la ciudad de Managua, Nicaragua, donde los redentoristas se hacen cargo de las parroquias del Santísimo Redentor y Santísima Trinidad.
LOS REDENTORISTAS EN LA REPÚBLICA DE COSTA RICA: LOS ORÍGENES
´´Soy tico, porque llevo a Costa Rica en las entrañas, porque lloro cuando escucho una guitarra, cuando trema la marimba, y con la puesta del sol´´ (Humberto Vargas).
Como óleo santo, desde Alajuela, Costa Rica, fue derramándose el carisma de san Alfonso por los demás países del istmo. Costa Rica, como tierra de misión para los Misioneros Redentoristas, no ha sido la excepción.  A todo lo recomendado por las Constituciones y Estatutos se han dedicado los misioneros de la gran alegría. En el santuario y parroquia Santo Cristo de La Agonía, en Alajuela, el pueblo fiel ha encontrado en los Misioneros Redentoristas, consejeros, maestros, misioneros y pastores.
Los misioneros redentoristas que conformaron la primera comunidad en La Agonía entre 1927 y 1929, fueron los PP. Pedro del Palacio, como superior; Félix Ruiz de Samaniego, Miguel Reimóndez, Dionisio Monroy Alaguero, Carlos Cavero, Javier García Portero, Perfecto Crespo y el Hno. Demetrio Álvarez. Los primeros lugares bendecidos con la predicación de misiones con 16 en total, fueron: San Ramón, San Antonio del Tejar, La Guácima, Desamparados de Alajuela, La Merced en San José, San Josecito de Alajuela, Naranjo, San Vicente de Moravia, El Tambor de Alajuela y San Rafael de Ojo de Agua. En cuanto al P. Cavero, recordado por sus hermosos sermones, hemos de decir lo siguiente: que si el pueblo costarricense y centroamericano conoce la vida y obras de san Gerardo María Mayela, esto se debe en parte, al R.P. Carlos Cavero Combarros, que con vigorosa propagación dio a conocer a este gran santo redentorista por medio de las misiones populares tradicionales. 
Después vendrían más misiones y más trabajo apostólico para los hijos de san Alfonso. Entre 1930 y 1965, tiempo en que los misioneros redentoristas solamente se dedicaban al trabajo del apostolado misionero itinerante, se predicaron alrededor de 700 misiones en distintos lugares de las provincias de Costa Rica (San José, Alajuela, Heredia, Cartago y Guanacaste), llevando a esos lugares la Palabra de Dios.
Los misioneros redentoristas, además de predicar misiones, se dedicaron con gran ahínco a las asociaciones y grupos apostólicos existentes en el Santuario; por ejemplo, en 1956, encontramos a los padres Carlos Cavero, Miguel Cervantes, José Elorza y José de Prada, acompañando a los hermanos que asistían a los grupos de la Liga de San Gerardo, Archicofradía del Perpetuo Socorro, Jueves Eucarísticos, Santo Cristo de Esquipulas y Catequesis. Y a la altura de 1963 encontramos, por ejemplo, al P. Juan Nuin como director de la Archicofradía del Perpetuo Socorro y la Corte de María. Al P. Heraclio Hermosilla, dirigiendo como subdirector a la Archicofradía del Perpetuo Socorro. Al padre Virgilio de Castro, como director de los Jueves Eucarísticos y de la Hermandad de Caballeros del Santo Cristo de Esquipulas. Y al padre Jesús García Portero, como subdirector de los Jueves Eucarísticos, asociación que en sus últimos años tuvo como director al padre Joaquín Mendoza Samaniego.
El 1 de enero de 1965, entró en vigencia el Decreto de la segunda erección canónica del Santuario de La Agonía como parroquia, dado por Mons. Enrique Bolaños Quesada, que en ese entonces era administrador apostólico de la diócesis de Alajuela. Fue nombrado como primer párroco el P. Juan Nuin Gorosterratzu (párroco entre 1965-1967 y 1969-1974).
De aquella memorable fecha hasta el año de 1990, encuentran un espacio vital para su apostolado, los siguientes grupos: Cursillos de Cristiandad, Movimiento Familiar Cristiano (MFC) en 1973, Encuentros de Promoción Juvenil y Renovación Espiritual Católica. Los sacerdotes que acompañaron a estos grupos con eficacia y mucho empeño fueron: los padres Juan Nuin, párroco; José de Prada y Jesús Rico Aldave (párroco de La Agonía 1975-1980).
En 1977, funcionaban en el Santuario y Parroquia Santo Cristo de La Agonía, los siguientes grupos apostólicos: Martes en honor a la Virgen del Perpetuo Socorro, Legión de María y Jueves Eucarísticos. Estos grupos desaparecen más tarde. Con mayor presencia de hermanos permanecen Cursillos de Cristiandad, Emproístas y Renovación Carismática. Y en los años de 1980, el Movimiento de Jornadas de Vida Cristiana y la Escuela de Catequistas, desempeñaron un papel importantísimo en la vida parroquial de La Agonía.
A comienzos de los años de 1990, la pastoral de La Agonía comienza a orientarse en la dinámica de la Nueva Evangelización para formar Pequeñas Comunidades. En esos años, el párroco y superior de La Agonía era el muy querido y recordado P. Laureano Salgado Estévez, último párroco español. Bajo su tercera gestión como párroco se construyó, en 1991, el Centro Pastoral del Santuario y Parroquia Santo Cristo de La Agonía. ´´Honor a quien honor merece´´. ´´A tal señor, tal honor´´.
Con el primer párroco centroamericano de origen costarricense, P. Ramón Coto (párroco 1993- 1995), los movimientos o grupos apostólicos como Cursillos de Cristiandad, Movimiento Familiar Cristiano, Renovación Carismática y Pastoral Juvenil, continuaban su caminar en la fe con grandes experiencias en su vida testimonial. También, la parroquia había vivido varias misiones predicadas por el Equipo Misionero de la entonces viceprovincia de San Salvador, ahora provincia de América Central. Es importante anotar que, en el tiempo del padre Ramón Coto, en La Agonía servían seis sacerdotes, y en la casa adyacente a la iglesia de El Llano vivían un sacerdote y tres diáconos redentoristas. Tiempos floridos aquellos…
La feligresía del santuario y parroquia Santo Cristo de La Agonía atesora en su mente y corazón, gratísimos recuerdos de todos los misioneros sacerdotes y hermanos redentoristas de ayer y hoy, que con su entrega generosa en el apostolado han dejado una grandísima estela luminosa.
El amable lector que sostiene entre sus manos este escrito o lo visualiza, sabe muy bien que al pasar las páginas con la yema de los dedos, no podrían contener en sus espacios los nombres y la labor que han realizado los hijos de san Alfonso desde su llegada a Alajuela en 1927, hasta nuestros días. ¡Cómo olvidar, por ejemplo, a estos apóstoles del evangelio! A los Hnos. Sergio Porras y Esteban Ezquer Miralles (quien realzó al órgano tantas y tantas misas), a los PP. Gratiniano Fernández de Labastida, Pedro María Castro Valderrama, Juan Azcona, Jesús Ibáñez Cabodevilla, Ángel Morán, José Casal Calviño, Miguel Rodríguez del Palacio, Julián Domínguez, Julián Pereda González (primer director del Colegio Redentorista San Alfonso, 1972), Manuel Pérez Cancela  (párroco de La Agonía 1981-1983), Evaristo Martínez López, el queridísimo Rufino Tedejo Martínez y Roberto Bolaños (escritor e historiador, a quien consideraban el  ´´boca de oro´´ por sus homilías tan apreciadas por los feligreses).
Del P. Laureano Salgado como último párroco español, al P. Ramón Coto como primer párroco centroamericano, el santuario y parroquia Santo Cristo de La Agonía vive un tiempo de transición. En un libro, hace muchos años, leí que las transiciones son por lo general, complejas, difíciles, y sobre todo muy ingratas. El hombre cuando pasa por una transición, también pasa el dolor e incomprensión.
Los padres españoles fundaron la ahora provincia de América Central. Por muchas décadas fueron los padres, maestros, hermanos y amigos en Cristo Redentor. Ellos, con su sabiduría, enseñaron a madurar en la fe a muchas personas.
En 1995, cuando el padre Ramón Coto deja la parroquia de La Agonía, le suceden en el cargo de párroco, misioneros redentoristas que junto a otros hermanos, haciendo comunidad, desempeñaron una labor apostólica verdaderamente encomiable.
Al frente de esa transición estuvo el primer párroco nicaragüense de La Agonía, el fallecido P. Óscar Meléndez Loásiga (párroco 1996-1998). Antes de la transición, es importante anotar, que el Equipo Misionero Redentorista de Centroamérica ya había predicado misiones en la parroquia de La Agonía a principios de los años de 1990. Tenían como residencia la casa adyacente de la iglesia Inmaculada Concepción de El Llano, cuyo director era el P. Minor Sandoval. De esta experiencia misionera, se pasa de Asambleas Familiares a Pequeñas Comunidades con el método de Sistema Integral de la Nueva Evangelización (SINE). Se hace la sectorización de la parroquia Santo Cristo de La Agonía, y se crean los consejos sectoriales, ampliándose así el Consejo Parroquial. Nacen en el seno de la parroquia, los diferentes ministerios al servicio de la misma. Se crea la oficina de Evangelización desde la cual se hacían las diferentes programaciones para la formación de los laicos al servicio de la parroquia. También, se le brindó un espacio a las Comunidades del Camino Neocatecumenal, quienes colaboraron en el ministerio de Liturgia.
Después de la gestión del padre Meléndez, continúa la lista de sacerdotes redentoristas centroamericanos que estuvieron al frente de la parroquia, y bajo cuyo ejercicio como párrocos, se realizaron proyectos pastorales de digna recordación.
En 1999, toma posesión como párroco el padre Iván Ávila Monge (Q.d.D.g), hijo de esta parroquia, quien desarrolló un excelente y brillante trabajo pastoral. Le siguen al P. Iván, los padres Óscar Rojas Paniagua (2002), Gerardo Vargas Rodríguez (2003-2004), Jesús María Rojas Quesada (2005-2010), Jeffry Artavia Céspedes (2011-2015), todos de origen costarricense; y José Manuel Batres Orellana, salvadoreño. En la administración del padre Rojas Quesada, hubo más apertura a las Pequeñas Comunidades, más colaboración de los laicos, organización económica de los sectores de la parroquia, descentralización y la reunión mensual del Consejo Parroquial.
Territorialmente, el santuario y parroquia Santo Cristo de La Agonía –el cual es urbano-, está conformado por ocho sectores o diaconías, a saber: Jesús de la Divina Misericordia (Urbanización Ciruelas), Inmaculada Concepción de María (Barrio El Llano), Nuestra Señora del Perpetuo Socorro (Barrio Brasil), Nuestra Señora de Fátima (Higuerones), Nuestra Señora de los Ángeles (Barrio Canoas), Nuestra Señora de la Divina Providencia (Barrio Providencia), Santa Eduviges (Barrio La Guaria) y Nuestra Señora de Guadalupe (Barrio Guadalupe).
De 1927 a 1963, etapa preconciliar, encontramos los siguientes grupos apostólicos en el santuario y parroquia Santo Cristo de La Agonía: Hijas de María (cuyo director fue el P. del Palacio), Cofradía del Santo Cristo de Esquipulas, Asociación de Intrépidos Caballeros del Santo Cristo de Esquipulas, Corazón Eucarístico de Jesús, Catequesis, Acción Católica, Archicofradía del Perpetuo Socorro, Jueves Eucarísticos, Liga Gerardina, Corte de María y  Archicofradía de San Alfonso María de Ligorio.
Etapa pos Concilio Vaticano II. Con la renovación eclesial del Concilio Vaticano II (1962-1965), a partir de este gran evento de la Iglesia, se proyectan con mayor fuerza en La Agonía, entre 1963 al 2002, los siguientes grupos apostólicos: Cáritas Parroquial, Legión de María, Escuela de Catequistas, Movimiento Familiar Cristiano (MFC), Cursillos de Cristiandad, Movimiento Emproista, Pastoral Juvenil, Renovación Espiritual Católica o Renovación Carismática, Archicofradía del Perpetuo Socorro, Jornadas de Vida Cristiana y Camino Neocatecumenal.
Los siguientes son los grupos apostólicos existentes en el Santuario y Parroquia Santo Cristo de La Agonía. En la actualidad son cuatro áreas pastorales: Kerygma, Liturgia, Koinonía y Diaconía.
Área Kerygma (Palabra): Catequesis bautismal, primera comunión, confirmación, prematrimonial, matrimonial y adultos.
Área Liturgia (Sacramentos): ministerios de Liturgia, ministros extraordinarios de la comunión, monaguillos y coros.
Área Koinonía (Vida Comunitaria): Pequeñas Comunidades, Comunidades Católica Nueva Esperanza, Jóvenes Adultos Redentoristas y Católica Emaús, Pastoral Juvenil Vocacional Redentorista, Pastoral de la Mujer,  Renovación Espiritual Católica o Renovación Carismática.
Área Diaconía (Servicio): Ministerios de Evangelización, Acción Social y Finanzas.
Dependencias del santuario y parroquia: Oficinas de secretaría, pastoral, administrativa, sacristía, librería, cuidado y vigilancia.
Primeros Oblatos Redentoristas: El día 20 de abril del año 2014, a las seis de la tarde, en el santuario y parroquia Santo Cristo de La Agonía, se dieron cita tres grandes acontecimientos: celebración del gran Domingo de la Resurrección del Señor, apertura del ´Año Jubilar´ de la parroquia Santo Cristo de La Agonía, y entrega de los diplomas de ´Oblato Redentorista´ a los primeros cuatro laicos de la parroquia de La Agonía. 
En la única eucaristía que se celebró ese día, se dio apertura al ´Año Jubilar´ del santuario y parroquia Santo Cristo de La Agonía por sus 50 años de vida parroquial. Presidió la solemne eucaristía Mons. Ángel San Casimiro Fernández, obispo de Alajuela. Concelebraron con él, los PP. Manuel Cruz Meza, provincial; Jeffry Artavia, superior y párroco y demás sacerdotes redentoristas de la comunidad. Muchísimos fieles de la parroquia, venidos de los diferentes sectores de la misma, acudieron a esta cita en el Domingo de la Resurrección del Señor, y así testificaron  con su presencia un momento histórico en la vida parroquial: cuatro laicos, hijos de esta parroquia, los hermanos Beatriz Mayela Delgado Solera, José Antonio Hidalgo García,  Marta Eugenia García Suárez y Esmeralda Gutiérrez Araya, mejor conocida como ´Lala´, recibían de manos del M.R.P. Manuel Cruz Meza, provincial de América Central, el diploma de ´Oblato Redentorista´.
Con la entrega de este muy significativo diploma, la Congregación del Santísimo Redentor en la persona del superior general, el M.R.P Michael Brehl reconoce en estos hermanos el eminente servicio prestado a la madre Congregación, haciéndoles así partícipes de todos los bienes espirituales, oraciones y trabajos misioneros.
Párrocos de la parroquia Santo Cristo de La Agonía en la segunda erección canónica: 1965 a 2020:
P. Juan Nuin Gorosterratzu
P. Antonio González Pérez
P. Jesús Rico Aldave
P. Manuel Pérez Cancela
P. Laureano Salgado Estévez
P. José Casal Calviño
P. Ramón Coto Gómez (primer párroco centroamericano, costarricense)
P. Óscar Iván Meléndez Loásiga (nicaragüense)
P. Iván Ávila Monge (costarricense)
P. Óscar Eduardo Rojas (costarricense)
P. Gerardo Vargas (costarricense)
P. Jesús María Rojas Quesada (costarricense)
P. Jeffry Gerardo Artavia Céspedes (costarricense)
P. José Manuel Batres Orellana (salvadoreño)
P. José Araya Chavarría (costarricense)
Fundación redentorista en la ciudad capital de San José. San Clemente María Hofbauer, cuyo nombre de pila era Juan, nació en la actual República Checa, un 26 de diciembre de 1751. Ejerció con humildad y sencillez la ocupación de panadero, y como fiel servidor en el monasterio de Klosterbruck. En 1784, a los treinta y dos años de edad, Clemente María, entró a formar parte de la Congregación del Santísimo Redentor. Ejerciendo las funciones propias de un vicario general, fue enviado a los países eslavos del centro y norte de Europa, donde los ´apóstoles de los eslavos´, el monje santo Cirilo y el obispo san Metodio, ya habían sembrado la semilla del Evangelio, haciendo grandes aportes a la cultura de esos pueblos. A san Clemente se le considera el segundo fundador de la Congregación, pues llevó el carisma redentorista allende las fronteras del Reino de Nápoles. Su corazón de apóstol lo hacía  repetir una y otra vez, que el Evangelio debía ser predicado de nuevo. Voló hacia la Casa del Padre en la bellísima y elegante ciudad de Viena, Austria, el 15 de marzo de 1820. 
Con el nombre de San Clemente fue inaugurada la casa destinada para la formación de jóvenes aspirantes a la vida religiosa sacerdotal, en la Congregación del Santísimo Redentor, en el año de 1987. La bendición de la casa, en la que residen los aspirantes, futuros misioneros, fue realizada por Mons. Román Arrieta Villalobos, arzobispo metropolitano de San José, siendo viceprovincial el M.R.P. Miguel Rodríguez del Palacio. La historia como mensajera del tiempo, señala a figuras como los PP. Jesús Rico Aldave, José Casal Calviño, quien estuvo al frente de la construcción de la casa de formación; Ángel Morán Combarros, primer superior y prefecto; y Laureano Salgado Estévez, como los que impulsaron grandemente la realización de tan grande proyecto. Entre 1987 y 1988, la formación fue conjunta: postulantado y juniorado. Nuestro Postulantado San Clemente, recientemente cumplió sus ´bodas de perla´.
Al recordar con letras delgadas y puntos en huelga de hambre, parafraseando al poeta Rubén Izaguirre, a san Clemente y a nuestro Postulantado que lleva su nombre, nuestro pensamiento vuela y abriga con grandísima nostalgia, a la parroquia Nuestra Señora de Ujarrás, situada en Barrio Córdoba, que un día estuvo regentada por los Misioneros Redentoristas… Así es la historia.
LOS REDENTORISTAS EN LA REPÚBLICA DE HONDURAS
´´Honduras tierra bendita que Dios prospera. Tierra fértil que me vio nacer. Tierra que de Dios su fruto espera. En las manos de Dios has de permanecer´´ (Wilson Leonel Flores).
El primer misionero redentorista en poner pie en la tierra que vio nacer al general Francisco Morazán, y contemplar la belleza sinigual de la iglesia de Los Dolores, fue el R.P. Pedro del Palacio, en aquel lejano año de 1928, cuando se entrevistó en el Palacio Episcopal con el segundo arzobispo de Tegucigalpa, S.E. Mons. Agustín Hombach.
La intención del padre Pedro se fundaba en pedirle al Sr. Arzobispo el cuidado pastoral de la iglesia de Los Dolores. Tal petición no fue concedida. Mons. Hombach se decantó en entregar a los Misioneros Redentoristas la histórica iglesia de San Francisco, en la hermosa ciudad de Comayagua, antigua capital de la república de Honduras.
La primera comunidad de los Misioneros Redentoristas quedó conformada por los PP. Pedro Larrañeta, superior; Pedro del Palacio, Misael Abia Carpintero y el Hno. Bernardo Vicente.
En 1930, dos años después de la llegada de los Misioneros Redentoristas a suelo hondureño, pasando por una serie de dificultades en la ciudad de Comayagua, dificultades que llegaron con el paso del tiempo, los Redentoristas dejan la ciudad de Comayagua, y por fin, con la venia del Sr. Arzobispo Hombach y su Cabildo, conformado por los Ilustrísimos padres canónigos, tomaron posesión de la iglesia de Santa María de Los Dolores el 1 de noviembre del año en mención. Los Misioneros Redentoristas se hicieron cargo de la iglesia de Los Dolores, emprendiendo con mucho ahínco trabajos pastorales intensos, como también trabajos de restauración, remodelación y construcción en áreas de la iglesia.
A partir de esa fecha memorable, comenzó la gran misión de los Redentoristas en Tegucigalpa y sus alrededores. Los Misioneros no tenían una casa para residir, es por ello que alquilaron una casita situada calle de por medio de la iglesia. Era una antigua y pequeña casa esquinera. No fue hasta febrero del año siguiente, que se estableció la comunidad de Los Dolores.
La iglesia de Los Dolores fue elevada a categoría de parroquia en 1949, siendo su primer párroco el R.P. Valentín Martínez. A partir de esa fecha comienza un apostolado intenso que ha dado grandes frutos, los cuales aún permanecen fortalecidos con la gracia del Espíritu Santo hasta nuestros días. Si escribiéramos toda la actividad apostólica de los Misionero Redentoristas, tendríamos que publicar no un libro, sino varios. Por ejemplo: solamente en la década de 1940, los Misioneros Redentoristas predicaron en más de ciento veinte ciudades, pueblos, aldeas y caseríos. La predicación de misiones populares, ejercicios espirituales, retiros, jornadas misioneras, novenas, triduos, sermones particulares, catequesis, semanas santas, ha sido parte integral de la misión de los hijos de san Alfonso.
De 1928, año en que llegaron los Redentoristas a la tierra del cacique Lempira, a la fecha actual, la iglesia de Los Dolores ha tenido grandes transformaciones, hasta tomar un nuevo aspecto. La iglesia con su nuevo aspecto fue inaugurada solemnemente el 14 de septiembre de 1958, en la festividad de Nuestra Señora de Los Dolores. En el año de 1967, se había construido un ala nueva de la casa de los misioneros y un 5 de noviembre de 1968, se inauguraba la hermosa capilla dedicada a Nuestra Patrona de las Misiones, la Virgen del Perpetuo Socorro. Las últimas transformaciones a la casa e iglesia se realizaron en el año de 1985.
El paso del tiempo y las inclemencias del mismo no perdonan; es por ello que en ese periodo se hicieron trabajos de reparaciones y restauraciones a la casi tricentenaria iglesia de Santa María de Los Dolores. Con toda seguridad se puede afirmar, que además del recio trabajo apostólico de los Misioneros Redentoristas durante las ocho décadas de permanencia en la iglesia de Los Dolores, no han descuidado lo encomendado a ellos ni en lo espiritual, ni en lo material.
La parroquia de Los Dolores cuenta en su territorio con cuatro iglesias: El Calvario (esta iglesia data del siglo XIX), Capilla de los Caballeros del Santo Entierro, en el barrio Abajo; Divina Providencia, en el barrio El Chile, y Sagrado Corazón de Jesús, en el barrio popular de Miramesí. En cada una de estas iglesias se trabaja pastoral y sacramentalmente.
La parroquia de Los Dolores es muy visitada por gente de todas partes de Honduras y del mundo entero. Turistas de todas partes hacen siempre una estación en su agenda turística para visitar Tegucigalpa y sus hermosas iglesias; como es el caso de nuestra iglesia de Los Dolores, que por estar ubicada en el corazón de Tegucigalpa (barrios Los Dolores y Abajo) emergen hacia ella feligreses de todas las parroquias, convirtiéndose así en un santuario. Una de las grandes riquezas de la parroquia de Los Dolores es, que por muchos años, fue sede del Noviciado Redentorista.
La iglesia de Los Dolores, desde 1732 sigue siendo una iglesia de donde se irradia la ´redención copiosa´ y el infinito amor de Nuestra Señora la Virgen del Perpetuo Socorro. ¡Viva por siempre la iglesia de Los Dolores!
Los Redentoristas en el departamento de El Paraíso y San Pedro Sula, capital administrativa del departamento de Cortés.
El espíritu ardoroso del apostolado redentorista impulsó a los hijos de san Alfonso a dirigirse al oriente de Honduras, a la porción del pueblo de Dios que peregrina en el departamento de El Paraíso. Recientemente, esa porción del pueblo santo de Dios, fue erigida como diócesis por deseo del papa Francisco, quien nombró al Pbro. José Antonio Canales Motiño, de la diócesis de San Pedro Sula, como su primer obispo. La nueva diócesis de Danlí está conformada por once parroquias, una de las cuales es la parroquia de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro, en la ciudad de Trojes, único puesto de misión de nuestra amada provincia de América Central, hasta la fecha.
El departamento de El Paraíso es uno de los dieciocho departamentos de la república de Honduras, conformado por diecinueve municipios. Esa unidad territorial vio nacer a la gran Lucila Gamero de Medina, una de las más grandes escritoras de Honduras. Fue en la capital de esa división política, la ciudad de Yuscarán, cuna de la histórica familia Fortín Ordoñez, en la histórica parroquia de San José de la Montaña, donde los Redentoristas levantaron su tienda un mes de septiembre de 1990, con la venia del cuarto arzobispo de Tegucigalpa, el inolvidable Mons. Héctor Enrique Santos y Hernández, siendo viceprovincial el M.R.P. Rufino Tedejo Martínez. Los fundadores en Yuscarán fueron los PP. Óscar Eduardo Rojas Paniagua y Javier Castro Espinoza.
La parroquia de San José de la Montaña abarca tres municipios: Yuscarán, Morocelí (Río de los Gorriones) y Oropolí, la ´perla azul de Oriente´. Estos municipios fueron acompañados pastoralmente por los Redentoristas que llegaron en enero de 1991, para constituir la Estación Misionera. Eran los PP. Óscar Eduardo Rojas Paniagua, Javier Castro Espinoza; diáconos Leovigildo García, Héctor Arturo Artola, Karl Madrid Acevedo, Jorge Rodenas, y los juniores Jesús María Rojas Quesada y José Rodrigo Quesada Pereira. Cuatro años más tarde, se dio por terminada la misión de inserción en Yuscarán y Oropolí. Entretanto, el 5 de enero de 1994, a los Misioneros Redentoristas se les entregó la casa e iglesia de Morocelí, actual parroquia del Señor de las Aguas, como nueva sede del noviciado, que años más tarde, después de valorar ´deficiencias y fallos´, se tuvo que desasistir. Ocupaba ya la silla arzobispal Óscar Andrés Rodríguez Maradiaga, como V arzobispo de Tegucigalpa y creado cardenal por san Juan Pablo II un 21 de febrero del 2001.
La misión de inserción se traslada un 15 de marzo de 1995, día de san Clemente María Hofbauer, a la ciudad de Trojes. En abril de 1995 se realiza la primera misión en la ciudad de Trojes; participaron en esa histórica misión los PP. Javier Castro Espinoza, Mario Matamoros, Óscar Víquez, Horacio Ramírez; los diáconos Eliomar Benavides, Bosco J. Rodríguez A. y el Hno. Dimas Miranda. Después vinieron otras misiones que han marcado la vida espiritual y pastoral configurando la parroquia Nuestra Señora del Perpetuo Socorro, hoy puesto de misión que abriga en su seno la casa Gaspar Stanggassinger, donde se forman nuestros estudiantes propedeutas. El municipio de Trojes comprende las siguientes aldeas: Arenales, Capire, Cifuentes, El Guineo, Talpachí, Río Arriba, Plan De La Virgen y La Unión Santa Fe.
En San Pedro Sula. Esta ciudad es la capital administrativa del departamento de Cortés y la segunda ciudad más importante del país. Vio nacer a uno de sus ínclitos hijos, el cuentista, crítico literario y  ensayista, Julio Escoto, autor de  ´Los Guerreros de Hibueras´.
La iniciativa de fundar en la calurosa ciudad de San Pedro Sula, fue del R.P. Jesús María Rojas Quesada, según nos lo relata el padre Roberto Bolaños en su obra sobre los redentoristas en Honduras. La iniciativa obedecía a la necesidad de abrir en la ciudad norteña una casa para jóvenes con aspiraciones sacerdotales. Es así que se crea un aspirantado para jóvenes próximos a terminar el bachillerato, y continuar sus estudios superiores eclesiásticos en nuestras casas de formación.
El 8 de febrero de 1998, Mons. Ángel Garachana Pérez, obispo de la ciudad, erigió canónicamente la parroquia de San Antonio de Padua, teniendo como sede la Colonia Fesitranh, siendo su primer párroco redentorista el R.P. Jesús María Rojas Quesada. La casa para el aspirantado estaba adyacente a la iglesia San Antonio de Padua. Los primeros en residir en la nueva fundación fueron: P. Jesús María Rojas Quesada, superior, párroco y prefecto; diáconos Carlos Enrique Corrales, Gary Gáez Samaniego, Hno. Luis Ángel Valverde y aspirantes. La parroquia San Antonio de Padua está conformada por once aldeas y caseríos. Cuando los Redentoristas llegaron se encontraron con las siguientes realidades apostólicas: Renovación Carismática Católica (movimiento fuerte en los años de 1980 en la diócesis de San Pedro Sula), Legión de María, Comunidades Familiares, Grupos Juveniles, Catequistas y Delegados de la Palabra.
LOS REDENTORISTAS EN LA HEROICA REPÚBLICA DE EL SALVADOR, CUNA DEL MÁRTIR DE AMÉRICA, SAN ÓSCAR ARNULFO ROMERO Y GALDÁMEZ
´´¿Quién no ama el lugar, la tierra natal y donde ha nacido? Terruño de amor, El Salvador, donde yo vivo´´ (Leonardo Heredia).
El escritor Julio Enrique Ávila fue quien acuñó la perífrasis ´El Salvador, Pulgarcito de América´, para hablar de su amado país El Salvador. Todos los países del istmo centroamericano llaman a uno de sus departamentos, provincias o ciudades, ´La Sultana de Oriente´. Así se le llama en El Salvador a la abrasadora ciudad de San Miguel, cabecera del departamento homónimo. Fue un 26 octubre de 1928 cuando los Redentoristas llegaron a esa hermosa y alegre ciudad, donde tiene su altar la imagen de Nuestra Señora de la Paz, patrona de la República de El Salvador.
Fue el obispo de la ciudad, Mons. y Dr. Juan Antonio Dueñas y Argumedo, quien invitó a los Misioneros Redentoristas a trabajar apostólicamente en su diócesis. Según las crónicas, Dueñas y Argumedo, era un hombre violento y expresivo, se olvidaba de las reglas de la prudencia y de la caridad, hasta tal punto de pronunciar palabras poco convenientes para su dignidad episcopal. No obstante, su corazón de pastor y gran celo apostólico, cubrían como un manto de misericordia y amor su fragilidad humana. La falta de clero diocesano y religioso era una las grandes ´tribulaciones´ que afectaban el carácter del obispo Dueñas y Argumedo hasta llevarlo a la cima de la ira.
Para la fundación en San Miguel, fueron designados los padres Misael Abia, Valentín Martínez, José Guaresti Ugarte y el Hno. Félix Álvarez García. Nos cuenta el R.P. Roberto Bolaños, que los hijos de san Alfonso fueron recibidos por un grupo de feligreses que llenos de emoción, junto al obispo de la ciudad, Mons. Juan Antonio Dueñas y Argumedo, el alcalde y músicos de la banda regimental, a las notas musicales de la ópera Aída, dieron la más cordial de las bienvenidas a los misioneros. El reloj marcaba las ocho y media de la mañana. Si leemos detenidamente la narración que nos hace el padre Bolaños sobre la llegada de los Redentoristas a la Ciudad de San Miguel, parece haber sido un recibimiento casi papal…
El centro de operaciones apostólicas de los padres redentoristas fue, al igual que en Comayagua, la iglesia de San Francisco, que en ese tiempo albergaba la bendita imagen de Nuestra Señora de la Paz, pues en esa época fungía como catedral. Fue el 1 de noviembre, día solemne de Todo los Santos, que los Redentoristas tomaron posesión de la iglesia de San Francisco. La casa donde vivió la comunidad tenía zaguán, jardín y una sala amplia. Estaba situada a unos cuantos metros de la iglesia. A los pocos días de su llegada a la ciudad de San Miguel, los Redentoristas predicaron  ´la gran misión de San Miguel´. La misión terminó con el éxito esperado, gracias a Dios. 
Los malos entendidos con el Sr. Obispo que cada vez crecían más y más, llegaron a su término con la visita del P. Gregorio Arbeloa, viceprovincial de Venezuela y casas de Centroamérica. Los Misioneros Redentoristas, después de una tensa relación con el obispo de la ciudad, debido a que este había interpretado que el contrato de fundación era cosa definitiva. El contrato decía claramente que la permanencia de los hijos de san Alfonso era solo un principio de fundación, como ha sido siempre en las cláusulas de contratos fundacionales.
Los Misioneros se despidieron predicando la novena en honor a Nuestra Señora del Perpetuo Socorro. Así, dijeron adiós a la ciudad de San Miguel, el 23 de julio de 1929.
Los Redentoristas se desplazaron a San Salvador un histórico 23 de julio de 1929. Fueron recibidos por el arzobispo José Alfonso Belloso y Sánchez, segundo en ocupar la silla arzobispal, según el episcopologio del listado de obispos de San Salvador. Les concedió la iglesia de Candelaria en el antiguo barrio homónimo de la capital salvadoreña; barrio pobre, bañado por dos ríos, sumido en la más absoluta miseria humana y material. Esta iglesia fue construida a principios del siglo XIX, estilo neoclásico, considerada por los expertos del arte como una de las iglesias más bellas del San Salvador de ayer y de hoy.
La arquidiócesis de San Salvador estuvo apacentada por su cuarto arzobispo, el mártir san Óscar Arnulfo Romero y Galdámez, el más universal de todos los salvadoreños. Es en esa histórica arquidiócesis, donde los Redentoristas levantaron su tienda para proclamar la redención copiosa por todos los rincones de la patria salvadoreña, predicando misiones en el municipio de San Nicolás Tonacatepeque, ciudad histórica fundada en 1560, en el departamento de San Salvador. Del centro de Tonacatepeque, donde se estableció la Archicofradía del Perpetuo Socorro, se desplazaron al Valle del Rosario y Valle de La Fuente. Los predicadores fueron los PP. Carlos Seisdedos y José Guaresti.
La vida en comunidad de los Redentoristas transcurrió según las normas propias de la Congregación. El apostolado que realizaron mientras vivieron en el barrio de Candelaria fue verdaderamente intenso. Se sentían a gusto, que es edificante para vivir con alegría los consejos evangélicos. Contaban con una hermosa biblioteca que, después del Tabernaculum Domini, era para ellos el lugar de sosiego. Tan a gusto estaban, que surgió la idea de compartir el carisma de san Alfonso con jóvenes valientes que desearan vivir y entregar su vida en la Congregación del Santísimo Redentor. Es así, que en el año de 1930, el padre Carlos Seisdedos, pensó en un jovenado para las vocaciones centroamericanas. No tenían la infraestructura; pero tenían el ardor del carisma. Un 9 de noviembre de 1931, fue admitido el joven Julio Rivas como primer postulante salvadoreño, que al día siguiente, movido por el llanto inconsolable de su madre, abandonó la formación. Después llegaron otros dos que tampoco perseveraron. Un 16 de noviembre de 1934, fue erigida canónicamente la casa de los Redentoristas en el barrio de Candelaria.
Iglesia del Perpetuo Socorro, tercera fundación de los Redentoristas. Debido a las intensas lluvias en el año de 1934, y el desbordamiento de los ríos Acelhuate y Arenal, la comunidad reflexionó y decidió buscar un lugar más seguro para construir casa y templo propios. Dos años más tarde de aquel aluvión, los Redentoristas ya tenían un terreno propio sobre la 17 avenida Sur de San Salvador. Ni el cronista ni nuestro historiador Roberto Bolaños nos consignan los detalles de cómo se obtuvo dicho terreno. Y por fin, en agosto de 1937 casa e iglesia estaban construidas. El santuario del Perpetuo Socorro fue bendecido por el arzobispo Mons. José Alfonso Belloso y Sánchez.
En la Colonia Atlacatl y el nuevo templo dedicado a la Madre del Perpetuo Socorro. Fue el P. José Morán Pan quien, en 1964, ´encontró´ la Colonia Atlacatl en San Salvador. En el mencionado lugar no había iglesia alguna, y es por ello que se consideró oportuno fundar allí. Con la venia de Mons. Luis Chávez y González, tercer arzobispo de San Salvador, comenzó la construcción de lo que sería la parroquia de La Divina Providencia. En la década de 1970, iglesia y casa de padres redentoristas ya estaban concluidas. En la siguiente década, en el área pastoral, comenzaron a brotar los siguientes grupos apostólicos: Renovación Espiritual Católica, Legión de María, Camino Neocatecumenal y Pastoral Juvenil. El trabajo de los Redentoristas, como en otras fundaciones,  fue intenso en lo pastoral y sacramental, trabajo que se recoge fielmente en el libro ´Abundante Redención en El Salvador –Los Redentoristas 1928-1988-´. Con muchos porqués, un 25 de septiembre de 1994, los Redentoristas dejaron la parroquia de Atlacatl…
La construcción del actual templo en honor a la Virgen del Perpetuo Socorro comenzó en 1967. Francisco Ferri y Roberto Monge, pusieron la firma para realizar, proyectar, dirigir y fiscalizar la construcción del nuevo templo. El 29 de octubre de ese año, Mons. Luis Chávez y González bendijo y colocó la primera piedra. Con el paso del tiempo y espacio de cuatro años, concluyó la construcción de dicho templo, no exento de serias dificultades con la firma Ferri y Monge. La iglesia, según descripción de Roberto Bolaños, es la siguiente: ´´La iglesia de forma elíptica mide 38.50 metros de longitud, por 20 de anchura. La altura del techo sobre el presbiterio es de 18.50 metros y 17 metros sobre el coro. Hacia el centro de la iglesia, que es el nivel más bajo del techo, tiene 9 metros´´. En descripción popular se dice: Es una iglesia que tiene la forma del ´arca de Noé´. La iglesia cuenta con un bellísimo vitral realizado por el arquitecto y escultor salvadoreño Rubén Martínez Bulnes, considerado por los entendidos del arte el autor más más prolífico de El Salvador.
El 27 de junio de 1971, fiesta de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro, el arzobispo Luis Chávez y González, bendijo la nueva iglesia, acompañado del viceprovincial, el M.R.P. José Casal Calviño y los PP. José Morán Pan y Eladio Buznego.
El juniorado ´San Alfonso´. Aquella casa de los Misioneros Redentoristas construida y finalizada a finales de los años de 1930, con el paso incontenible del tiempo sufrió una transformación arquitectónica. Se levantaron en el segundo piso, habitaciones y una sala común amplia y muy ventilada. A finales de los años de 1970, comenzaron a llegar los primeros estudiantes, y en el séptimo año de esa década, comenzaron a llegar los primeros aspirantes a la vida religiosa sacerdotal, que por la situación política que atravesaba el país en 1980, hubo de enviarlos a continuar sus estudios a Alajuela, Costa Rica. Nueve años más tarde, los juniores regresan a la casa del Perpetuo Socorro, la cual, por la nueva experiencia, un 26 de enero de 1989, recibe el nombre de ´Teologado Centroamericano San Alfonso´. Su primer superior y prefecto fue el R.P. Walter Hidalgo García.
LOS REDENTORISTAS EN LA REPÚBLICA DE GUATEMALA
´´Bella Monja Blanca de Guatemala, tu hermosura cautiva a propios y extraños, tu rareza te viste con traje de gala para ser admirada por adultos y niños´´ (Edwin Yanes)
Redención copiosa en Guatemala. La Santa Sede y la república de Guatemala, constituyeron relaciones diplomáticas en el año de 1869. A partir de esa fecha, los delegados y nuncios apostólicos han desempeñado un papel preponderante en la evangelización del país de la ´eterna primavera´ y cuna del gran escritor don Miguel Ángel Asturias, autor de la obra ´El señor Presidente´.
En agosto de 1952, el nuncio apostólico de Guatemala, monseñor Gennaro Verolino, tres años antes de la erección canónica de la entonces viceprovincia de San Salvador, y en el último año del sexenio del viceprovincialato del P. Antonio Armada, invita a los misioneros redentoristas a establecerse en Guatemala. La Iglesia católica en Guatemala no estaba pasando por su mejor momento apostólico, pues adolecía de la escasez del clero diocesano y religioso. Ocupaba entonces la silla arzobispal Mons. Mariano Rossell y Arellano, quien, según los historiadores, desempeñó un papel decisivo y profético durante el gobierno del Partido Revolucionario presidido por el coronel Juan Jacobo Árbenz Guzmán.
Fue el arzobispo Arellano y Rossell quien dio la bienvenida a los hijos de san Alfonso María de Ligorio. Para la fundación, se le presentó a los Redentoristas la posibilidad de fundar en la diócesis de Sololá-Chimaltenango. Mons. Jorge García Caballero, quien entonces era el administrador apostólico de esa diócesis, les ofreció fundar en la parroquia de San Bartolomé en la ciudad de Mazatenango, ciudad cabecera del departamento de Suchitepéquez. Así, el 19 de agosto de 1952, Mons. García Caballero entregó dicha parroquia a los Misioneros Redentoristas, nombrando como primer párroco al R.P. Agapito Martínez. Los primeros redentoristas en residir en la nueva fundación, fueron: Fausto Hernando, Manuel Morán, Carlos Cavero y el Hno. Abundio García. El 18 de diciembre de 1983, treinta y un años después, se dejó dicha parroquia. La razón: reestructuración pastoral de la entonces viceprovincia de San Salvador, razón que no convenció a muchos…
Los Redentoristas en Ciudad Guatemala. En el año de 1954, el arzobispo de Guatemala, Mons. Arellano, concedió temporalmente la iglesia de Belén a los padres redentoristas en la persona del padre Agapito Martínez. En 1955, el nuncio apostólico, Mons. Verolino, entregó a los Padres Redentoristas en donación un terreno en la Colonia Roosevelt, donde se creará el 26 de enero de 1958, la actual parroquia de San Cristóbal. Su primer párroco fue el muy querido y siempre recordado padre Felipe Huertas. En ese mismo año, el 8 de diciembre, solemnidad de la Inmaculada Concepción, el Sr. Arzobispo entregó a los Redentoristas la iglesia de Nuestra Señora de Fátima, la cual pertenece a la  parroquia de La Asunción.
A la altura de 1959, la situación domiciliar de los padres misioneros redentoristas era la siguiente: el superior residía en la iglesia de Fátima, los demás cohermanos, en la iglesia Nuestra Señora de Belén, realizando su apostolado en la parroquia de San Cristóbal. Es por ello que el 5 de julio de ese mismo año, los Redentoristas inauguran su nueva casa donde residirá la comunidad. Y en ese mismo año, el viceprovincial Valentín Villar determina dejar la iglesia Nuestra Señora de Fátima. De igual forma lo haría en 1964 el viceprovincial Laurentino Pisabarro, dejando la iglesia de Nuestra Señora de Belén. La razón fundamental: cuatro iglesias atendidas por cuatro misioneros.
Los Misioneros Redentoristas en la Colonia Utatlán. El 12 de octubre del año 1965, día de Nuestra Señora del Pilar, los redentoristas compraron un terreno en Jardines de Utatlán II en la ciudad capital. Dos años más tarde, se bendijo y se colocó la primera piedra de lo que sería la iglesia Divino Redentor, iglesia destruida por el terremoto de 1976. Al igual como sucedió en Managua, los Redentoristas levantaron nuevamente un nuevo templo que fue concluido en el año de 1980, que es el actual templo que todos conocemos.
LOS REDENTORISTAS EN LA REPÚBLICA DE NICARAGUA
´´¿Qué sos Nicaragua? ¿Qué sos sino un triangulito de tierra perdido en la mitad del mundo? ¿Qué sos sino un vuelo de pájaros guardabarrancos cenzontles colibríes?  (Gioconda Belli).
Los Misioneros Redentoristas en Nicaragua y la fundación. Nicaragua abre sus puertas a los hijos de san Alfonso María de Ligorio. En 1928, pasó por Nicaragua el primer redentorista, el P. Pedro Del Palacio, quien hizo el primer intento para fundar en Nicaragua. El cual no tuvo resonancia positiva, pues el primer arzobispo de Managua, Mons. José Antonio Lezcano y Ortega, ofreció a los Misioneros Redentoristas una fundación en la ´ciudad de las flores´, Masaya, cuna de la artesanía; ofrecimiento que no gustó a la Congregación por razones muy válidas en su momento. Fue hasta en 1955 cuando se inició la fundación en Managua.
Para la fundación se contó con el apoyo del segundo arzobispo de Managua, Mons. Alejandro González y Robleto, quien ocupó la sede episcopal de Managua entre 1952 y 1968. Asimismo, de Mons. Carlos Borge y Castrillo, obispo auxiliar de Managua. Ambos obispos proporcionaron lo necesario para la fundación del carisma redentorista.
Primeros pasos de los Misioneros Redentoristas en Nicaragua. Del libro “Herederos de una tradición” extraje la crónica de la llegada del primer redentorista a Nicaragua para la fundación:
“Procedente de Colombia llega el P. José Morán Pan, el día 10 de febrero del 55, y se le confía, como avezado en fundaciones que era, la fundación de una casa en Managua. Hospedado en casa de los hermanos de La Salle se dedica a ver, conocer y a buscar un lugar a propósito para la fundación. Interinamente se hace cargo de la Iglesia de La Suspensión, donde se dedica a la predicación y otros trabajos apostólicos. El Viceprovincial hace una visita al P. Morán y le promete ayuda; efectivamente el 9 de junio salen para Managua el P. Emilio Fernández y el Hno. José Mena. En febrero del 56 se agregaría a la comunidad el P. Evaristo Martínez y en noviembre el P. Jacinto Labalde.”
La primera comunidad de Misioneros Redentoristas. La erección canónica de la casa de Managua fue el 23 de mayo de 1956. Los primeros Misioneros Redentoristas fueron los PP. Emilio Fernández, Evaristo Martínez, Jacinto Labalde y el Hno. José Mena.  Importante mención es la del P. José Morán, quien fuera el fundador de la primera casa de Managua.
Creación de la parroquia del Santísimo Redentor. El 20 de junio de 1958 se colocó la primera piedra del templo, con características de estilo medioevo francés, según entendidos del arte, y el 10 de enero de 1960 se bendijo la primera parte del templo. La parroquia del Santísimo Redentor en Managua fue creada por S.E. Mons. Vicente Alejandro González y Robleto, arzobispo de Managua el 5 de abril de 1961. Para esa memorable fecha, el templo todavía se encontraba en construcción. En 1967 fue concluido. La bendición del altar y retablo estuvo a cargo de monseñor Carlos Borge Castrillo, obispo auxiliar de Managua, considerado bienhechor de la comunidad.
Después del R.P. José Morán Pan, el siguiente sacerdote que llega a trabajar en la iglesia de El Redentor, como párroco, es el R.P.  Valentín Villar, quien al llegar encontró que todavía faltaban algunos retoques en las paredes del templo, trabajo que él concluye porque el R.P. José Morán tiene que viajar a Panamá para empezar la obra Redentorista en el hermano país canalero.
Lugares misionados por los Misioneros Redentoristas en Nicaragua. En Nicaragua se ha misionado en los departamentos de Managua, León,  Chinandega, Chontales, Matagalpa y Carazo, según datos que nos ofrece nuestro historiador, el P. Roberto Bolaños y las recientes crónicas. Más tarde, inicia con los Misioneros Redentoristas la experiencia parroquial, vivida en dos parroquias: Santísimo Redentor y Santísima Trinidad.
El apostolado de los Misioneros en Nicaragua. Nuestras Constituciones y Estatutos, renovados y aprobados bajo el pontificado de san Juan Pablo II, siendo superior general de la Congregación el padre José G. Pfab, nos dicen de las formas y la acción misionera de los hijos de san Alfonso.  Los Estatutos 016 – 025 mencionan, por ejemplo:  las misiones populares (017), el ministerio parroquial (018), la instrucción catequética (019), los ejercicios espirituales (020), el fomento de la justicia y promoción humana (021), el apostolado por los medios de comunicación social (022), los estudios de teología moral y pastoral (023), la consulta espiritual (024); y en el artículo 3, (025), se recomienda la adaptación de los métodos apostólicos.
Los Misioneros Redentoristas se han dedicado a todo lo mencionado anteriormente y a más, no porque sean ´superhéroes´, sino que, como dice el estatuto 016, ellos “se han de promover con tenacidad y gran empeño”, adaptándose a las necesidades pastorales. Así lo han hecho desde san Alfonso hasta el último redentorista de nuestros días. Nicaragua, como tierra de misión para los Misioneros Redentoristas, no ha sido la excepción.  A todo el apostolado recomendado por nuestras Constituciones y Estatutos se han dedicado en esta linda Nicaragua. 
En las parroquias del Santísimo Redentor y Santísima Trinidad, el pueblo fiel ha encontrado en los Misioneros Redentoristas, en estos sesenta y dos años de presencia consejeros, maestros, misioneros y pastores.  Los primeros pasos que dieron los Misioneros Redentoristas en cuanto a las misiones populares, nos lo cuenta el P. Bolaños en su libro Herederos de una tradición: “... Nicaragua ha sido muy poco misionada por los redentoristas, debido a la constante escasez de personal, excepto quizás en la época de gloria en que la sede viceprovincial estuvo en Managua (1971). Corinto, El viejo, Tipitapa,  Nandaime,  Barrio Monseñor Lezcano, El Viejo de Chinandega, Comalapa, Condega, de nuevo Nandaime, Buenos Aires, Moyogalpa.  Recordemos también las misiones del EMA (FEDAP) en Nicaragua, que concluyeron con la gran misión en Managua.”.
Pero diríamos que el primer campo de acción de forma estable para el apostolado de los Misioneros Redentoristas, en la tierra de lagos y volcanes, fue el campo parroquial, llevando al pueblo el evangelio mediante el método sencillo y eficaz de las asambleas familiares, para hacer de ellas comunidad de comunidades.
Los Misioneros Redentoristas, durante décadas, han trabajado en dos parroquias en la ciudad de Managua; la primera, como primogénita e iniciadora de la cual se expande la labor de los hijos de san Alfonso, es la parroquia del Santísimo Redentor, y la segunda, la parroquia Santísima Trinidad.  Esta se considera como una segunda fundación de los Misioneros Redentoristas en Managua, Nicaragua. 
Después de la histórica visita del Gobierno general, compuesto por el superior general, MRP. Joseph W. Tobin (hoy cardenal de la Iglesia) y los consultores generales, PP. Enrique López y Jacek Dombeck, ven en la actualidad, la misión de los Redentoristas en Centroamérica, con objetividad y mucha esperanza. Sus impresiones son recogidas en el documento “Carta e Informe del Gobierno General a los Misioneros Redentoristas de la Viceprovincia de San Salvador 18 de abril al 17 de mayo del 2006”, hoy provincia de América Central. En el documento se lee lo siguiente:
´´Es muy importante anotar que estas tres etapas, en las que se ha ido desarrollando la Congregación del Santísimo Redentor en Centroamérica, han sido de mucho sacrificio y entrega por parte de los Misioneros Redentoristas. Hubo un momento en la historia de los Misioneros Redentoristas que se le llamó “momento de transición”.  Fueron los padres españoles procedentes de la república mexicana que llegaron a tierras centroamericanas el 13 de mayo de 1927 a fundar y conquistar tantas almas para el Señor.
Los españoles nos fundaron y ellos fueron por muchas décadas los “padres, maestros, hermanos y amigos en Cristo Redentor” para las nuevas generaciones redentoristas, para las generaciones “nativas” de estas tierras tan maravillosas como Guatemala, Honduras, El Salvador, Costa Rica, Panamá y mi linda Nicaragua.  Los españoles nos enseñaron a madurar y a ser de esta nueva generación, auténticos redentoristas´´.
Entre 1995 y 1996 se dio ese momento que llamaron transición, momento en que la entonces viceprovincia de San Salvador, que desde 1927 había sido guiada por los padres redentoristas españoles, pasaba a manos de padres redentoristas autóctonos, saliendo electo como primer viceprovincial centroamericano el padre Walter Hidalgo, de nacionalidad costarricense. La transición es siempre dolorosa y difícil, en todos los campos de la humanidad; el hombre, cuando pasa por una transición, también pasa por el dolor e incomprensión.
Un político nicaragüense, el fallecido Antonio Lacayo, hablando de la transición que vivimos los nicaragüenses en 1991, cuando doña Violeta Barrios de Chamorro tomó el poder para conducirnos hacia la democracia, escribió: “Las transiciones democráticas son, por lo general, complejas, difíciles y sobre todo muy ingratas.  Son ingratas porque se pretende que sus conductores sean, en poco tiempo, capaces de enderezar entuertos, cicatrizar heridas y resolver problemas económicos y sociales que llevarán años de gestación desenfrenada”.
Similar a lo que viven los pueblos en sus transiciones necesarias, se experimenta hacia dentro de la Iglesia, diócesis, parroquias e institutos religiosos. No fue tan fácil para algunos redentoristas el hecho de pasar de manos de los padres españoles a manos de padres centroamericanos, pero era el momento, era la hora de la transición de la viceprovincia centroamericana.
La parroquia del Santísimo Redentor también, a menor escala, ha sobrevivido sus momentos de transición, pues a principios de los años de 1990 es nombrado como párroco el primer centroamericano, el padre Johanny Álvarez, de nacionalidad costarricense, y en 1996, en el mes de septiembre, toma posesión canónica como pastor propio de la parroquia el primer nicaragüense, el padre Bosco José Rodríguez A. Varios feligreses añoraban el tiempo de los padres españoles.
Pero antes, la parroquia del Santísimo Redentor vivió un momento de transición, debido a un acontecimiento meramente natural: el sismo que hizo cambiar la vida de muchos nicaragüenses y los llevó a vivir su propia transición. El terremoto que destruyó la ciudad de Managua en 1972 no sólo destruyó más de la tercera parte de edificios, casas y demás infraestructura, sino que destruyó algo más valioso: la vida de tantos managuas que vieron sus sueños e ideales derrumbados en escombros como tantos edificios. La escritora Mercedes Gordillo nos lo cuenta así: “Managua había sufrido el terremoto devastador de 1972, que cortó en un instante nuestras raíces más profundas.  Los capitalinos padecimos cambios radicales en la vida cotidiana, de pronto todo se había convertido en escombros”.
La parroquia del Santísimo Redentor no fue la excepción. El hermoso templo y las viviendas de sus feligreses se vieron en pocos minutos hechos escombros.  Después de esa fatídica y oscura fecha, la parroquia pasó un tiempo de inactividad pastoral, parecía todo perdido. Sin embargo, quedaba vivo el espíritu apostólico que impulsó a aquellos Misioneros Redentoristas a levantar la parroquia y, así, a levantar el espíritu de los pocos feligreses que quedaron viviendo en el territorio parroquial.
En “Herederos de una tradición”, el autor cita una anécdota del P. Ricardo Alonso, que colocó unos versos en la puerta de lo que quedaba del templo: “Ni el Redentor se ha caído, ni los padres se han ido, si quieres los encontrarás, de la Iglesia por detrás”. Este ánimo, este celo apostólico de los Misioneros Redentoristas, este ánimo que levantó a tantos caídos por la desgracia del terremoto ayudó a muchos a reincorporarse a la parroquia y, así, a todos los que llegaron y fueron poblando poco a poco el territorio parroquial.
Este acontecimiento ayudó a abrirse y dar paso a la Nueva Evangelización tan promovida por san Juan Pablo II, tan comentada por san Pablo VI en su encíclica Evangelii Nuntiandi (´Anuncio del Evangelio´). América entera en diferentes partes se puso en marcha con la ´Nueva Evangelización´. Centroamérica, Nicaragua y la parroquia del Santísimo Redentor entraron en ese dinamismo pastoral, en ese espíritu de la Nueva Evangelización de formación válida para la sociedad y para los tiempos de hoy. 
Bodas de Oro de la parroquia del Santísimo Redentor. La parroquia del Santísimo Redentor cumplió sus ´bodas de oro´ el 5 de abril del 2011. Todos los parroquianos dieron gracias a Dios por esos 50 años de vida parroquial, y también por los 62 años de presencia redentorista en Nicaragua. El primer paso para su gran celebración fue la remodelación del templo.
Tres templos han sido testigos silenciosos de la vida parroquial. El primero, que destruyera el terremoto de 1972; el segundo es el que se levantó después del terremoto, un templo prefabricado. El tercero, edificio moderno, fue construido bajo la dirección del P. Johanny Álvarez a principios de los años de 1990 (quien además construyera la actual casa de la comunidad), amplio y con aire acondicionado. Este es el templo que se remodeló. El proyecto de remodelación estuvo a cargo del padre Bosco J. Rodríguez, entonces párroco de El Redentor; proyecto que estuvo arropado por las realidades pastorales de la parroquia, a saber: Sistema Integral de la Nueva Evangelización (SINE), Escuela de Formación en la Fe, Pastoral Juvenil Vocacional Redentorista (PJVR), Camino Neocatecumenal y Ministerios.
Listado de los sacerdotes que han ejercido como párrocos de la amada Parroquia del Santísimo Redentor:
R.P. José Morán Pan, fundador y primer párroco.
R.P. Valentín Villar, fue párroco en dos períodos intermedios.
R.P. Ángel Morán Combarros.
R.P. Ricardo Alonso, cura párroco en dos períodos intermedios.
R.P. Miguel Rodríguez del Palacio, fue párroco en dos períodos.
R.P. Johanny Álvarez Castro, primer párroco centroamericano.
R.P. Bosco J. Rodríguez A., fue párroco en tres períodos.
R.P. Gerardo Vargas.
R.P. Julián Pereda.
R.P. Ramón Coto, fue párroco en dos períodos.
R.P. Jesús María Rojas Quesada.
R.P. Rafael Antonio Soto García.
R.P. Guillermo Hernández.
R.P. Santos Leovigildo García.
R.P. Roger Martínez.
R.P. Darwin Espinal Estrada.
Creación de la parroquia Santísima Trinidad. Fue creada en 1972 por el arzobispo emérito cardenal Miguel Obando y Bravo. Esta segunda fundación de los misioneros redentoristas, se encuentra en las afueras de la ciudad de Managua, sobre la famosa Carretera Norte. Comprende las siguientes diaconías: Waspam Sur (Dios Padre Eterno, centro), Mombacho (San Juan Nepomuceno Neumann), Oswaldo Manzanares (Inmaculado Corazón de María), Carlos Marx (San Gerardo María Mayela), Miguel Gutiérrez (Virgen de las Escuelas Pías), Villa Reconciliación (San Clemente María Hofbauer) y Colonia Xolotlán (Nuestra Señora del Perpetuo Socorro). Su primer párroco fue el inolvidable Ricardo Alonso Yárritu, quien es recordado por la feligresía, con mucho amor y agradecimiento. Fue para esa pequeña porción de la Iglesia, un verdadero pastor y guía.
Las realidades pastorales que peregrinan en esta amada parroquia, son: Consejos Pastorales, Sistema Integral de la Nueva Evangelización (SINE), Renovación Carismática Católica, Pastoral Juvenil Vocacional Redentorista (PJVR), Camino Neocatecumenal, Escuela de Evangelización Nueva Vida, Catequesis, Pastoral de Liturgia y Enfermos, Pastoral Social, Salud y Educación (Dispensario Clínico), Consagrados al Corazón de Jesús y a la Virgen María y Formación para Laicos Redentoristas.
Las realidades arriba mencionadas, juegan un papel preponderante en el quehacer parroquial. ¿Cómo trabajan? Trabajan en un espacio eclesial concreto: la arquidiócesis de Managua. Estas trabajan a nivel participativo, dinámico. Todos son protagonistas en el quehacer pastoral, trabajando en comunión con el equipo sacerdotal. Son protagonistas como cristianos en la sociedad política, económica y culturalmente. En dichas realidades hay disponibilidad en obedecer a la Iglesia y apoyar los esfuerzos pastorales y espirituales emanados de la provincia de América Central.
Párrocos de la parroquia Santísima Trinidad:
R.P. Ricardo Alonso Yárritu, primer párroco.
R.P. Jesús Ibáñez.
R.P. Victoriano González
R.P. Johanny Álvarez Castro, primer párroco centroamericano.
R.P. Gerardo Vargas.
R.P. Jorge Grande.
R.P. Manuel Villagrán.
R.P. Otoniel Mairena.
R.P. Salvador Anzora.
R.P. Helberth Guevara.
R.P. Enrique Corrales.
R.P. Gustavo Cruz Galeas.
LOS REDENTORISTAS EN LA REPÚBLICA DE PANAMÁ
´´Patria mía: Tú no eres el recuerdo. Eres la realidad clara y escueta de una tierra horadada en sus entrañas sin permiso a poner sobre esa grieta la gasa tricolor de su bandera´´ (Ana Isabel Illueca).
´´¡Patria que me estremeces dulcemente, Patria de mis amores, Patria mía: yo quiero saludarte en este día en que la Libertad besó tu frente´´. Con belleza y sentimiento estético, el poeta panameño Ricardo Miró Denis, saludó dulcemente a su amada patria la República de Panamá.
En la tierra que vio nacer a este gran poeta, autor de ´Preludios´, está la primera diócesis en tierra firme en América, Santa María la Antigua del Darién, establecida por los españoles, y que es en ´esencia´ la actual Arquidiócesis de Panamá, según los historiadores eclesiásticos. El 68 % de la población nacional profesa la religión católica. Es un país que conserva devociones muy particulares, las cuales celebra profundamente. Se dice que la devoción a la Virgen de Los Dolores, conocida también como Virgen de la Piedad, de las Angustias, de la Soledad o simplemente La Dolorosa, vino a Latinoamérica muchos siglos atrás, sobresaliendo en la república de Panamá, en la ciudad de Natá de los Caballeros; su nombre lo recibe por el Cacique Anatán, donde se le rinde gran devoción a la advocación de la Madre Dolorosa.
Este amado país abrió sus puertas a los misioneros de san Alfonso en el año de 1964, cuando los Redentoristas llegaron a la ciudad de Las Tablas. Si hay una ciudad que ama con locura a santa Librada, esa ciudad, sin duda alguna, es la ciudad de Las Tablas, provincia de Los Santos. Según los historiadores, Las Tablas fue fundada el 19 de julio de 1671, tiene como patrona a santa Librada.  Su nombre viene del latín, que significa ´´Aquella que ha sido liberada´´. Es importante decir que santa Librada no es una ´leyenda´, como se han atrevido a decir y a escribir algunos… De ninguna manera.  Lo que sí se podría aceptar, es que en torno a esta gran santa se han tejido ´leyendas o mitos´.
Todo devoto de esta santa habrá leído alguna vez ´La Leyenda de Santa Librada´, que refiere más bien cómo llegó a Las Tablas, o sobre los nombres que ha recibido a lo largo de la historia, confundiéndola o asociándola a otras santas que también murieron crucificadas. La bendita imagen de santa Librada llamada también, pero erróneamente, santa Wilgefortis (virgen fuerte) asociándola a un mito de una santa virgen barbuda. A santa Librada le llaman cariñosamente los tableños la ´Moñona´. Esta santa es representada así: crucificada, con túnica larga, color rojo y azul, que significa el martirio y su pureza.
Las Tablas es la cuna y guardiana del folklore de la república de Panamá, y en la cual la ´Moñona´ tiene su altar. Esta ciudad llena de arte y cultura se distingue de las otras ciudades de la república panameña, por el famoso Carnaval de Las Tablas. El templo dedicado a santa Librada está en el corazón de Las Tablas, es verdaderamente hermoso; la iglesia fue elevada a la categoría de parroquia en el año de 1797. El templo fue restaurado entre 1995 y 1996, siendo cura párroco el R.P. Ricardo Paredes Amador. La parroquia de Las Tablas fue regentada por los Redentoristas desde el 2 de mayo de 1964, cuando el obispo de Chitré, Mons. Carrizo, y el nuncio apostólico de Panamá, Mons. Antonino Pinci, quien era propicio para la fundación de los redentoristas, confió a los hijos de san Alfonso la parroquia de Santa Librada.  El pueblo de Las Tablas sintió profundamente y con dolor la partida de los misioneros redentoristas; pues al hablar de Las Tablas, se habla también de la labor ingente de los hijos de san Alfonso en esa alegre ciudad por casi cuatro décadas.
El arzobispo metropolitano de Panamá, Mons. Tomás Alberto Clavel Méndez, autoriza la fundación redentorista en su arquidiócesis, para trabajar en la parroquia de La Asunción en Panamá Viejo. A mediados de los años de 1960, encontramos a los redentoristas trabajando ardorosamente en Ciudad de Panamá, atendiendo las parroquias de La Asunción, primero; y luego la parroquia de San Gerardo María Mayela.
La casa de los Redentoristas fue erigida canónicamente un 23 de julio, fiesta de santa Brígida de Suecia, del año 1966, uno de los mejores años de la historia. Esta iglesia se bendijo un día 2 de agosto de 1967, día de Nuestra Señora de los Ángeles, y erigida como parroquia por el arzobispo Clavel Méndez, el 7 de octubre, del mismo año, en la fiesta de Nuestra Señora del Rosario. Esta parroquia, aunque tiene como patrono a san Gerardo, está llamada a ser eminentemente mariana.  Esta parroquia, con la gracia de Dios, cuenta con los siguientes oblatos redentoristas: Rosa Bonifati, Edilma de Ábrego, Lelia Ellerbrock, Esilda Isos, Yolanda Saldaña y Ariel Racine.
Del blog de la parroquia San Gerardo Mayela, extraje la siguiente crónica realizada por el carísimo hermano Víctor Manuel González González: ´´Del adagio popular: “El que persevera alcanza”, quizás muchos de nosotros hemos escuchado este refrán cuyo contenido en el  fondo no es más que una motivación a seguir adelante y a mantenernos firmes en lo que  cada uno se ha propuesto, realizar en la vida.  El Papa Francisco hablándoles a los religiosos y religiosas con motivo del año 2015, año dedicado a la Vida Consagrada les decía  en estos términos: “Miren el pasado con gratitud, vivan el presente con pasión y abracen el futuro con esperanza”. Ciertamente estas virtudes: gratitud, pasión y esperanza son motivaciones en la que los cristianos, debemos asentar  las bases para lograr unas buenas acciones en la vida cotidiana. Son  cincuenta años que han transcurrido y que  gracias a la perspicacia, valentía y sobre todo la constancia de un hombre de Dios; sacerdote misionero redentorista, Ángel Moran Pan; fue posible el establecimiento de la Congregación del Santísimo Redentor en Panamá.
Hoy, al celebrar estas “Bodas de Oro” en  la parroquia San Gerardo María Mayela, debemos hacer eco de estas palabras del Papa Francisco.
Gratitud, por el paso de tantos misioneros redentoristas que han dejado huella en esta parroquia, haciendo realidad  el ideal de san Alfonso María de Ligorio de predicar la Buena Nueva de Jesucristo en los más pobres y abandonados. Entre Ellos, Ángel Moran Pan, al  que podemos apodar, como: “El porfiado”  en expresión muy panameña.  El presbítero que fue capaz de enfrentar todos los obstáculos que en el proceso de fundación le costó asumir.
Pasión es un sentimiento vehemente que lleva al ser humano  a actuar con coraje por los más altos ideales. Desde aquel histórico día 07 de octubre de 1967,  la parroquia  ha requerido y demanda  de parroquianos que de verdad, y  con coherencia de fe y vida;  asuman los grandes retos de la evangelización.
Todo esto asumido con la firme esperanza de seguir creciendo en primer lugar,  en identidad parroquial; la cual considero como imprescindible para  fortalecer  la unidad y por ende, la vocación en la que nos identificamos todos. Vocación de servicio desinteresado como el ideal primario, y  como respuesta de amor a quien sabemos nos amó primero (1Jn 4, 19.)  Incondicional y extrema;  Jesucristo el Señor,  de ayer, de hoy y siempre. Cfr. Hb 13,8.
ANTECEDENTES:
Las Crónicas de esta comunidad religiosa de la parroquia san Gerardo María Mayela señala que el primer redentorista en llegar a la capital panameña fue el Padre Ángel Moran Pan C.Ss.R. esto ocurre en año 1961.
Y como es costumbre en todo proceso de fundación de una comunidad religiosa para establecerse en una iglesia particular (Diócesis) lo primero es contar con el aval del pastor,  es decir,  el Obispo diocesano.
Mons. Francisco Beckman quien era en  aquellos años el Arzobispo de la Arquidiócesis de Panamá. Las crónicas dicen que en este primer intento no ocurrió nada significativo. Se considera un fracaso,  las crónicas no dan mayor dato al respecto. Lo que si dejan claro que fueron muchos intentos de  diálogos de ambas partes.
Para el año de 1962, en el mes de octubre, nuevamente se encuentra el padre Ángel Moran en Panamá. En este segundo intento el sacerdote se encuentra con un Obispo que estaba irreductible señalan las crónicas. Es decir,  que nada ni nadie lo convence de  la posibilidad de permitir la fundación misionera redentorista,  en la ciudad de Panamá.
 El día 30 de octubre de 1963 (Año en que en  Roma se celebraba el  Concilio Vaticano); muere repentinamente,  Monseñor Francisco Beckman. Después de su muerte  nuevamente el padre Ángel Moran vuelve a la capital panameña;  pasado el duelo,  según expresan  las crónicas se acercó a conversar con el entonces obispo auxiliar, Monseñor  Marcos Gregorio McGrath.
Con Monseñor MacGrath el padre  Ángel recibió  un  trato distinto,  más flexible. Pero, por las cosas de la vida,  en abril de 1964 es nombrado Arzobispo  Metropolitano  Monseñor Tomás Alberto Clavel que era  antes el obispo de la Diócesis de David, Chiriquí.
 Cuenta el padre Roberto Bolaños en su libro “Herederos de una Tradición”,  que las perspectivas de una fundación en la  Ciudad de Panamá cambiaban notablemente. El día 02 de junio, por carta y bajo la mediación de la  Superiora religiosa  de las Terciarias Franciscanas, y estando el Padre Ángel Moran Pan,  en la capital de El  Salvador, San  Salvador,  le llegó carta donde el obispo Clavel,  autorizaba a los misioneros redentoristas para fundar en la Capital, panameña,  en el sector de Panamá Viejo, una pequeña  Iglesia dedicada a  la Asunción de María.  Según las crónicas la primera estadía de los redentoristas en la Capital panameña  fue en Panamá Viejo.
 Es importante recalcar y dejar claro,  que toda fundación tiene su proceso,  hay  que decir,  que la aprobación de fundación de los redentoristas en la Capital panameña fue dada por el Arzobispo Tomas Alberto Clavel y esto a partir de la fecha del 02 de agosto de 1965.
Es a partir de esta fecha que queda constituida oficialmente la  primera comunidad  de misioneros redentoristas en Panamá, Capital. Fueron  los padres Agustín Dávalos y José Casal como superior de la comunidad. En el año de 1967 se les une el Padre Pedro Valderrama todos de nacionalidad española.
Cuentan  las crónicas que posteriormente a la llegada de los primeros redentoristas,  hacen las gestiones de adquirir un terreno (En la actualidad donde está la Parroquia y Casa Cural). El terreno se le compró a Don Folidoro Chanis.
 El terreno medía 5,827.47 m2 en dicho terreno contaba con una casa de madera estilo americano,  todo por la suma de 20,000.00 dólares. El cronista da una panorámica de la casa y la describe así: La casa tiene un bajo libre para carros  u otros menesteres y un alto con tres celdas, un comedor y una capilla, cocina y  otros servicios.
Por experiencia propia sabemos, que todo inicio conlleva esfuerzo, sacrificio y deseos de superación en cuanto a los primeros redentoristas esto no  fue la excepción.
El cronista señala que La primera iglesia medía 36x14 m2. El culto en el primer mes  en   la misa diaria de 6:00 a.m., cuya asistencia oscilaba entre  trece a quince personas aproximadamente. Los domingos en la totalidad de las Eucaristías de: 7:00 a.m.,  10:00 a.m. y 6.30 p.m. la asistencia regular era de trecientos feligreses. Por el año 1968 la feligresía de la parroquia era de aproximadamente 14,000 personas; y  según el censo de 2010 la población en las barriadas en la que está situada la parroquia hoy geográficamente  es de: 21,381 personas.   Para conocer la realidad poblacional en este año celebrativo debernos esperar…
LÍMITES PARROQUIALES EN LOS INICIOS (1975)
Contaba con los siguientes límites al NORTE: vía José Agustín Arango y calle 11 ( o transversal 141, continuando por la vía José Agustín Arango, hasta la entrada del Retiro u Hospital Psiquiátrico, incluyendo este mismo, hasta el Río Matías Hernández; continuando la vertiente de este Río, hasta la Bahía de Panamá.
SUR: Bahía de Panamá, desde la desembocadura del Río Matías Hernández, hasta el puente de Morelos, de allí una línea que abarca la barriada de Morelos, hasta la avenida Santa Elena, hasta su intercesión con la calle 11 (o transversal 141), de aquí, continuando dicha transversal, hasta la vía José Agustín Arango.
ORGANIZACIÓN PARROQUIAL
Es esencialmente necesario que toda parroquia esté debidamente organizada, de manera que a partir de allí pueda responder a los desafíos de la evangelización que la Iglesia requiere de sus hijos muy amados,  los cristianos. Esta organización parte de  este principio: “La naturaleza íntima de la Iglesia se expresa en una triple tarea: anuncio de la Palabra de Dios (kerygma-martyria), celebración de los Sacramentos (leiturgia) y servicio de la caridad (diakonia). Son tareas que se implican mutuamente y no pueden separarse una de otra. Cfr. Carta Encíclica Deus Caritas Est, numeral 25 del Papa Benedicto XVI.
La parroquia San Gerardo María Mayela, a sus 50 años cuenta con la siguiente organización. Como ésta parroquia,  está  regentada por una comunidad religiosa;  y la comunidad supeditada a  la Provincia  de los redentoristas en América Central, es el Padre Provincial el que facilita o nombra  al  sacerdote para que  sea el  párroco como figura principal de la estructura parroquial. En segundo lugar están los vicarios parroquiales y por ultimo todos los laicos (hombres y mujeres) que juntos forman la gran comunidad parroquial.
En la parroquia comparten y trabajan los siguientes grupos, movimientos, ministerios y  pastorales.
Grupos: Guardia de Honor del Sagrado Corazón de Jesús, Amigos de Jesús y María, Adoradores del Santísimo, Oblatos del Santísimo Redentor, Encuentros Vecinales y  Archicofradía del Perpetuo Socorro.
Movimientos: Legión de María.
Ministerios: Ministros extraordinarios de la comunión (Mec), Monaguillos y Monaguillas, lectores y  Caritas.
Pastorales: Juvenil de jóvenes,  jóvenes adultos, Pastoral Vocacional, Catequesis Familiar, Pre-bautismal, y confirmación.
Para una mejor coordinación y facilitar el trabajo compartido, la parroquia cuenta con un Consejo de Pastoral y Económico con un Equipo de Evangelización y de Liturgia. Asimismo desde 1972 en la parroquia funciona, el JARDÍN DE LA INFANCIA NUESTRA SEÑORA DEL PERPERTUO SOCORRO que imparte formación Pre-escolar en la modalidad de: Maternal (niños y niñas  a partir de los tres años) Pre-Kinder (niños y niñas de cuatro años) Kinder (niños y niñas de cinco años)
Sectores parroquiales en las que esta subdividida la parroquia para una mejor cura pastoral.
Sector San Alfonso María de Ligorio: Barriadas: Chanis, Urbanopat  y  Los Pinos. 
Sector San Juan Neumann: Barriadas: Casa Blanca  Altos del  Romeral y Reparto Nuevo Panamá.
Sector San Gerardo Mayela: Barriadas: San Gerardo, La Fontana Villas y Costa del Este.
Sector San Clemente: Barriadas: Santa Elena, Santa Marta y Parque Lefevre.
Sector Santísimo Redentor: Villa Lorena´´.

En el año 2019, la parroquia San Gerardo Mayela se organizó pastoralmente de la siguiente manera:
Área Kerygma (Palabra): Catequesis Familiar, Bautismal, Primera Comunión, Confirmación (jóvenes y adultos), Catequesis de Perseverancia y Amigos de Jesús y María.
Área Liturgia (Sacramentos): Ministros Extraordinarios de la Comunión, Ministerio de Liturgia, Ministerio de Acólitos (monaguillos) y Coros.
Área Koinonía (Vida Comunitaria): Ministerio de Evangelización y Encuentros Vecinales, Pastoral Juvenil Vocacional Redentorista, Pastoral Vocacional, Jóvenes Adultos, Guardia de Honor Sagrado Corazón de Jesús, Legión de María y Archicofradía del Perpetuo Socorro.
Área Diaconía (Servicio): Ministerio de Asistencia Social (Cáritas), Consejo Económico y Ministerio de Comunicación.
Dependencias de la parroquia: Oficina Parroquial (secretaría, párroco y vicario) y Oficina de Comunicación.
Párrocos de la parroquia San Gerardo María Mayela:
R.P. José Casal Calviño, primer párroco.
R.P. Antonio F. Hernando.
R.P. Jesús Ibáñez C., en dos períodos intermedios.
R.P. José Luis Revilla.
R.P. Jesús García Portero.
R.P. Juan Azcona.
R.P. Julio R. Carrera.
R.P. José Araya Chavarría, primer párroco centroamericano.
R.P. José Manuel Batres Orellana.
R.P. Gustavo Cruz Galeas.
R.P. Bosco José Rodríguez Alvarado.
LOS REDENTORISTAS EN EL PAÍS DE BELICE
´´Por el sur y por el norte, el poniente y occidente. Lucharemos por hacerte Belice, independiente. Oh Belice patria mía, trabajemos noche y día, y muy pronto, si Dios lo quiere diremos, ´´Esta es mi tierra”´´ (Edison Coleman).
Belice tiene como forma de gobierno una monarquía constitucional parlamentaria, diferente a la del resto de los países del área centroamericana, que tienen como sistema político el republicano presidencialista. Su capital es la ciudad de Belmopán. El territorio de Belice es la diócesis de Belice-Belmopán, sufragánea de la arquidiócesis de Kingston, compuesta por 12 parroquias. Gobierna pastoralmente esa diócesis, Mons. Lawrence Sydney Nicasio, recientemente nombrado por el papa Francisco.
Fue el obispo emérito Dorick McGowan Wright, quien en el año 2012 invitó a los Redentoristas para conocer el carisma de la Congregación. Aceptando la invitación del Sr. Obispo y realizando una primera expedición, enviados por el Gobierno provincial de entonces, viajaron hacia Belice los PP. Johanny Álvarez y José Manuel Batres Orellana. La visita la realizaron entre los días del 23 al 26 de octubre. Visitaron la parroquia Sagrado Corazón para conocer la realidad pastoral de aquella porción de la Iglesia regentada por los padres  de la Congregación de los Misioneros Hijos del Inmaculado Corazón de María o Claretianos.
Como una segunda expedición, del 13 al 16 de enero del 2013, viajaron a Belice el M.R.P. provincial Manuel Cruz Meza, acompañado de los PP. José Manuel Batres, Rodolfo García y el junior Eduardo Andrés Martínez Ávila, para entrevistarse con el obispo auxiliar S.E. Mons. Cristopher Glancy, quien se mostró muy interesado en que los Redentoristas fundaran en aquel país.  Mons. Cristopher devolvió la visita al M.R.P. provincial Manuel Cruz Meza un 23 de septiembre del 2013, en Alajuela, Costa Rica. El objetivo de la visita de monseñor Cristopher, fue deliberar con el padre Manuel Cruz sobre la fundación redentorista en firme en aquel país.
El día 19 de marzo del 2014, día solemne de san José, esposo de la bienaventurada siempre Virgen María, inició oficialmente la misión en Belice. Inauguraron esta misión los padres José Manuel Batres Orellana, como superior y párroco; Rodolfo García, vicario; y el junior Eduardo Andrés Martínez Ávila. El objetivo de la fundación en ese país de clima tropical, cálido y húmedo, es entrar en la realidad eclesial y sociocultural de la parroquia Sagrado Corazón (Sacred Heart Parish).
Los Redentoristas residen en la parroquia Sagrado Corazón (Sacred Heart Parish), situada en el distrito Stann Creek, con su cabecera (Town) en Dangriga. El territorio de dicha parroquia abarca 18 aldeas, a saber: Dangriga (centro parroquial), Pomona, Hopkins, Maya Center, San Román, Santa Cruz, Sagitún, Seing Bight, Red Bank, George Town, Maya Mopán, San Juan, Cowpen, Bella Vista, San Isidro, San Pablo, Trio, Bladen e Independence. En estas aldeas se hablan el inglés, español, q´eqchí´, garífuna y maya mopán.
En cuanto al trabajo pastoral que se realiza en la parroquia Sagrado Corazón, el R.P. Rodolfo García en su informe en el marco descriptivo, lo delinea así: ´´El trabajo pastoral en la Sacred Heart Parish (Parroquia del Sagrado Corazón) difiere un poco al que se realiza en el resto de nuestras parroquias a nivel de América Central. La atención sacramental consiste en la celebración diaria de la Eucaristía, el servicio pastoral de los enfermos, que es constante, la asistencia en la celebración de las primeras comuniones y confirmaciones. La bendición de artículos religiosos, dado que es un pueblo muy ferviente en lo que a la piedad popular respecta; a esto hay que sumarle la variante del idioma. Casi todos los días se bendice agua y artículos religiosos para las personas´´.
Párrocos y superiores redentoristas de la parroquia del Sagrado Corazón:
R.P. José Manuel Batres Orellana.
R.P. Rodolfo García Quiñonez.
R.P. Óscar Eduardo Rojas Paniagua.
LOS REDENTORISTAS EN LA REPÚBLICA DE CUBA
´´Cuba nos une en extranjero suelo, Auras de Cuba nuestro amor desea: Cuba es tu corazón, Cuba es mi cielo, Cuba en tu libro mi palabra sea´´ (José Martí).
Entre 1926 y 1929 estalló la Guerra cristera o Cristiada en la república de los Estados Unidos Mexicanos, impulsada con odio de sangre y odio de muerte por el pedagogo, militar, político y presidente mexicano, Francisco Plutarco Elías Campuzano, llamado uno de los tres hombres fuertes de Sonora. El plan de Elías Calles, como se le conocía, era claro: destruir por completo la Iglesia católica en México. ¿Qué pensaba el perseguidor Calles de la Iglesia católica y de los sacerdotes? En uno de sus discursos decía: ´´Yo soy enemigo de la casta sacerdotal, del cura intrigante, del cura explotador, del cura que pretende tener sumido a nuestro pueblo en la ignorancia, a merced del explotador, del trabajador. Yo declaro que respeto todas las religiones y todas las creencias, mientras los ministros de culto no se mezclen en nuestras contiendas políticas con desprecio a nuestras leyes, ni sirvan de instrumento a los poderosos para explotar a los desvalidos´´.
Es así, que bajo la sucesión continuada de olas de insultos y de actos sangrientos en contra de muchos sacerdotes, salen algunos Misioneros Redentoristas hacia Estados Unidos de América, España, Venezuela, Colombia, Centroamérica y Cuba.
La mayúscula de las Antillas, la república insular de Cuba, que vio nacer a la gran escritora y poetisa Gertrudis Gómez de Avellaneda, de prolífica pluma, con más de cuarenta obras en su haber, recibió en su puerto de La Habana, en el año de 1926, un 16 de julio, día de Nuestra Señora del Carmen, a los padres Baldomero Fernández Silva, viceprovincial de México y José Morán Pan, quienes llegan a la ´perla de Caribe´ con la intención de fundar y sembrar el carisma redentorista en la más grande de las islas del Caribe.
Al llegar se encuentran con los primeros escollos que debían superar: el lugar para la fundación. Los Redentoristas en su primera expedición habían llegado al municipio de La Habana Diez de Octubre, que posee los barrios de: Luyanó, Santos Suárez, La Víbora, Lawton, Lawton-Batista, El Sevillano y Vista Alegre. El arzobispo D. José Manuel Dámaso Ruiz y Rodríguez, quería que fundaran en Luyanó; pero los misioneros se habían decantado por el sector de La Víbora.
El territorio de la Iglesia católica en Cuba tiene once diócesis y tres arquidiócesis. En 1927, encontramos a los Redentoristas al este de la isla, en la arquidiócesis de Santiago de Cuba, segunda ciudad más importante de la república. En el episcopologio de esa arquidiócesis, san Antonio María Claret y Clará ocupa el treinta y seis lugar en la lista de los pastores que han ocupado la silla arzobispal santiaguera. La actividad apostólica de los Redentoristas desde la casa de la Sagrada Familia en esa arquidiócesis, fue el de parroquia, escuelas y comunidades religiosas. El 19 de marzo de 1931 es erigida canónicamente la casa del Santísimo Corazón Eucarístico de Jesús, en La Habana. Allí se dedican a la predicación y oratorios públicos.
Años de 1950: llega la Revolución cubana. El 1° de enero de 1959, las fuerzas rebeldes encabezadas por el fallecido líder revolucionario Fidel Castro Ruz, entraron victoriosas a la ciudad de Santiago, derrocando al dictador Fulgencio Batista Zaldívar.  Una vez en el poder, cuando Fidel Castro ya había declarado que su Gobierno era de carácter marxista-leninista, se dedica a discriminar y perseguir a la Iglesia católica en Cuba. Religiosos y sacerdotes de diferentes órdenes y congregaciones fueron expulsados de manera violenta del país. Instituciones de la Iglesia como parroquias y colegios fueron intervenidos por Unidades Militares de Ayuda a la Producción (UMAP). En ese gran número de religiosos expulsados estaban nuestros abnegados misioneros.
En 1991, a raíz del derrumbe de la Unión Soviética, el Gobierno de Fidel Castro, bajó su bandera de opresión en contra de la Iglesia, permitiendo la entrada a algunas congregaciones religiosas. La visita histórica de san Juan Pablo II en 1998, cuando pidió que ´Cuba se abra al mundo y el mundo se abra a Cuba´, ayudó para que congregaciones religiosas que antes habían estado trabajando apostólicamente en la isla, continuaran su apostolado interrumpido por más de cuarenta años. Es así que los Redentoristas aprovechan esa coyuntura sociopolítica para predicar la redención copiosa en la Cuba de Martí y de la Avellaneda.
Actualmente, la Conferencia Redentorista de América Latina y el Caribe hace presencia misionera en Cuba, en las parroquias Cristo Redentor, en la ciudad capital de La Habana, y Nuestra Señora de Los Dolores, en la Isla de la Juventud, antiguamente conocida como la Isla de Pinos.
NOTAS SOBRE EL EQUIPO MISIONERO REDENTORISTA EN AMÉRICA CENTRAL
´´Honduras, Costa Rica y El Salvador fueron quienes más conocieron el impulso misional redentorista, que tuvo su época de ascenso entre 1928 y 1940 y su descendencia entre 1960 y 1974, cuando murió el Primer Equipo misionero de la Viceprovincia. Menos privilegiados en sentido misional, porque nacieron bajo el predominio de la actividad parroquial fueron Guatemala, Nicaragua y Panamá´´ (Roberto Bolaños)
¿Cómo era la Iglesia y sociedad napolitana en el siglo XVIII? Este siglo es llamado el ´Siglo de las Luces´; es por ello que con gran razón a nuestro fundador, el gran san Alfonso María de Ligorio, se le nombra como ´El Santo del Siglo de las Luces´. Un siglo donde surgió el ´movimiento intelectual´ conocido como ´Ilustración´; es en este siglo que se dieron acontecimientos de tipo político, social, económico, cultural e intelectual que influyeron en toda Europa y el mundo entero. El siglo XVIII fue testigo de dos acontecimientos: la independencia de Estados Unidos de América (4 de julio de 1776) y la Revolución Francesa (1789 - 1799). Desde este siglo se entiende ´el mundo moderno´ según los historiadores y filósofos de nuestros días.
En 1732 ocupaba la silla de Pedro el papa Clemente XII (Lorenzo Corsini), quien en su pontificado -1730 a 1740- condenó la ´francmasonería´ o masonería mediante la bula In Eminenti Apostolatus Speculam, promulgada en 1738. Clemente XII enriqueció lo que sería más tarde la Biblioteca Vaticana. Ayudó a universidades que estaban en manos de los padres dominicos; pero lo más significativo es que favoreció las misiones y envió misioneros a lugares donde hacía falta evangelizar. 
El siglo XVIII fue de tiempos muy rígidos. En la predicación de la Iglesia en Nápoles,  se predicaba no a un Dios Misericordia, sino a un Dios Juez, muy alejado de la realidad de su pueblo. Este siglo se vio sacudido por la doctrina del teólogo y obispo Cornelio Jansen, padre del movimiento conocido como el jansenismo, doctrina que influyó negativamente con un rigorismo moral en los predicadores de la época. Es Alfonso María de Ligorio quien lucha incansablemente contra ese movimiento inmisericorde, predicando el Evangelio, mostrando a los más pobres, abandonados y sufridos que Dios es Amor y que Él es Misericordia.
Acaso san Alfonso tomó el ejemplo del espíritu misionero del papa Clemente XII, quien favoreció grandemente las misiones en el mundo y combatió a los jansenistas franceses. Ese mismo espíritu misionero con mucha fuerza, entusiasmo y pasión se derramó abundantemente en la entonces viceprovincia de San Salvador y hoy provincia de América Central.
¿Cuántas misiones se han predicado en el bendito suelo de nuestra América Central, desde 1927 hasta nuestros días? Tal vez una miríada. En las primeras décadas de la fundación redentorista en el istmo centroamericano, se llevaba cuenta de ello. Hay estadísticas que escribieron los pacientes cronistas que recogen el número de misiones. Por ejemplo, entre 1927 y 1954 se predicaron 765 misiones de ocho días; 423 misiones de 10 días; 79 de quince días; misioncitas de una semana, 408. Hubo 1,086,584 confesiones. Pero el amable lector, con paciencia de santo, que sostiene en sus manos el presente escrito o lo visualiza, puede leer con mayor detenimiento las estadísticas que nos consigna el P. Roberto Bolaños en sus libros, sobre la misión ingente que han realizado nuestros misioneros en las primeras siete décadas de nuestra historia misionera. Y otras muchas que no se escribieron. Y tampoco se ha escrito la obra y gracia de Dios, en cada uno de los hombres y mujeres que se beneficiaron espiritualmente durante casi cien años, en el tiempo y espacio de gracia de las misiones. ´´Hay además otras muchas cosas que hizo Jesús. Si se escribieran una por una, pienso que ni todo el mundo bastaría para contener los libros que se escribieran´´ (Juan 21, 25).
Los métodos y estructuras de la misión en nuestra Unidad han pasado por momentos fuertes de adaptación. Los diferentes equipos misioneros han entrado en procesos de renovación y adaptación.  En estos tiempos de secularización, de mayor conciencia social y política, y la reducción del número de congregados ha influido para que el número de misiones haya descendido considerablemente.
En el Capítulo viceprovincial de 1976, siendo viceprovincial el M.R.P. Fermín Aranguren Murillo, los padres capitulares se replantearon sobre el método y estructura de la misión, una misión renovada dejando detrás de si la misión tradicional que por muchos años habían implementado los primeros redentoristas en nuestra América Central. El modelo a seguir: el CESPLAM, que tuvo sus inicios en 1969 en la provincia de Madrid. Pero antes, a finales de los años de 1950 y principios de 1960, ayudaron grandemente en la evangelización de la entonces viceprovincia de San Salvador, a través de las misiones que ya habían dejado atrás el corte tradicional, la Federación de Apostolado de la Palabra (FEDAP) y el Equipo Misionero para América (EMA). La FEDAP fue fruto de un congreso de misiones populares celebrado en España en el año de 1956, y en el seno de ese congreso misionero surgió el EMA. El FEDAP y el EMA inspiraron en la viceprovincia de San Salvador en 1970 la actividad misionera, constituyendo el primer equipo misionero llamado Equipo Misionero Centroamericano, siendo superior mayor el R.P. José Casal Calviño, quien le dio en su momento gran impulso. El EMA predicó varias misiones en tres campañas misionales en las hermanas repúblicas de Panamá, El Salvador, Honduras, Nicaragua y Costa Rica. El primer equipo misionero centroamericano tan solo vivió cuatro años. Según el R.P. Fermín Aranguren Murillo, a quien los redentoristas de América Central le debemos mucho, la disolución del equipo fue por ´renuncia de unos y aceptación de otros´ (Herederos de una Tradición).
Varios años pasaron para volver a formar un equipo misionero en la entonces viceprovincia de San Salvador. En el Capítulo viceprovincial de 1986, se ve la necesidad de formar un nuevo equipo misionero, preparación y lanzamiento de este, con el nombre de Equipo Misionero Centroamericano Redentorista (EMICAR). Tres años más tarde, el nuevo equipo misionero tuvo su primera experiencia misionera en la república de Costa Rica, conformado por varios sacerdotes autóctonos.
Si hacemos una lectura retrospectiva de la historia de los equipos misioneros que han misionado en nuestra América Central, nos daremos cuenta que no han sido uno ni dos, sino más. Hoy por hoy, en la provincia de América Central, contamos con un equipo misionero itinerante (Estatuto 0057), que hace presencia en el norte y en el sur la región, apoyados por el Equipo Misionero Laico redentorista (EMILAR). Con todas las luces y sombras que dibujan la estela luminosa de los equipos misioneros de la provincia, nunca se ha dejado de predicar la redención copiosa en las patrias centroamericanas.
En Guatemala, ´embajadora de la marimba, sinfonía original´; El Salvador, ´protegida del padre eterno, zipotía Cuscatleca´; Honduras, ´ninfa de la Bahía de Roatán, de arrecifes y corales´; Nicaragua, ´nacarada musa de Darío, amarilla flor zacuanixochil´; Costa Rica, ´salud tierna guaria morada, doncella de Bahía Coronada´; Panamá, ´eres beso de dos océanos, que se acarician en las esclusas´; Cuba, ´es tu corazón, Cuba es mi cielo, Cuba en tu libro mi palabra sea´; y Belice, con tu agujero azul inmenso, observas como hija menor de la provincia de América Central, que la redención copiosa también te ha cobijado con el mismo manto inmenso de la alegría del Evangelio.
AÑO 2012: ERECCIÓN CANÓNICA DE LA PROVINCIA DE AMÉRICA CENTRAL, PASO DE VICEPROVINCIA A PROVINCIA
El año 2012 (MMXII), fue declarado por la Asamblea General de las Naciones Unidas, como el año internacional de las cooperativas. Fue un año marcado por grandes acontecimientos de carácter social, cultural, económico, político y religioso.
Algunos acontecimientos que llenaron la página histórica del 2012, fueron: el salto supersónico de Félix Baumgarner, el triste tiroteo en una escuela primaria de Connecticut en los EE. UU., el devastador paso del huracán ´Sandy´, cuyo impacto mayor lo recibió Estados Unidos de América, las elecciones presidenciales en EE. UU.,  y cuatro años más en la presidencia para el expresidente Barack Obama, los Juegos Olímpicos celebrados en Londres, los escándalos políticos en algunos países de América Latina, el fallecimiento de famosos, la primavera árabe, los problemas de Wikileaks y el naufragio del Costa Concordia, llenaron el año bisiesto de 2012.
En ese año, el papa emérito Benedicto XVI publicaba el 15 de agosto, solemnidad de la Asunción de María, su libro ´La infancia de Jesús´, y proclamaba a inicios del mes de octubre, el Año de la Fe. Es en el marco de dicho año que la viceprovincia de San Salvador pasó a ser la provincia de América Central.
Actualmente, tras noventa y tres años de presencia en América Central, el estado o panorama de nuestra Unidad provincial de América Central, es el siguiente: ocho comunidades canónicamente erigidas (desde las cuales se atienden once parroquias) y tres centros de formación: casa de formación año introductorio, ´Beato Gaspar Stanggassinger´, en la ciudad de Trojes, El Paraíso, Honduras. Postulantado ´San Clemente María Hofbauer´, San José de Costa Rica, y juniorado ´San Alfonso´, San Salvador, El Salvador. Contamos con un equipo misionero itinerante que asiste el quehacer misionero desde el norte y sur de istmo centroamericano, apoyados intensamente por los hermanos del equipo misionero laico redentorista EMILAR y el apoyo pastoral y espiritual de los Oblatos Redentoristas de la provincia de América Central, quienes participan, de manera especial, de todos los bienes espirituales, oraciones y trabajos misioneros.
Echando la mirada hacia atrás, contemplamos la “estela luminosa” que han dejado los redentoristas en América Central, esparciendo el carisma de san Alfonso María de Ligorio. Han sido 93 años de ardoroso apostolado, expresado en la predicación de misiones. Esta labor la dirige con mucho empeño nuestro EMICAR y EMILAR. Atendiendo parroquias, tanto en el área urbana como rural, y haciendo presencia en aquellos lugares donde están los más necesitados, impregnándolos del espíritu misionero heredado de nuestro santo fundador y de aquellos pioneros de la provincia de América Central.
Damos infinitas gracias a Dios nuestro Padre, a Jesús Santísimo Redentor, y a nuestra Madre la Virgen del Perpetuo Socorro, por estos 93 años de redención copiosa, de presencia misionera en todos los países del istmo: Guatemala, El Salvador, Honduras, Nicaragua, Costa Rica, Panamá y Belice.
Nuestras ´Prioridades Pastorales y Plan Pastoral´, nos recuerdan que somos en América Central, una gran comunidad misionera internacional. Que seguimos a Jesucristo Redentor anunciando el evangelio a los más pobres y abandonados. Y que cada miembro de la congregación en estas tierras, contribuye a la realización de la misión y del carisma congregacional, y que junto a nosotros, hay muchos laicos, mujeres, hombres, jóvenes y niños, que comparten nuestro ser redentorista.
Los redentoristas en América Central, hemos heredado la gran riqueza de nuestra madre la Congregación del Santísimo Redentor: ser un carisma específico en la iglesia santa, católica y apostólica, y que gracias al esfuerzo y trabajo de muchos cohermanos, contamos con un proyecto de evangelización que contemplan nuestras Constituciones y Estatutos. Somos en América Central, ´Herederos de una tradición´, y por ello estamos llamados a ´renovar nuestra misión´.


LISTADO DE LOS VICEPROVINCIALES Y PROVINCIALES:
*VICEPROVINCIALES DE LA VICEPROVINCIA DE SAN SALVADOR:
M.R.P. Manuel Cid Riesco, conocido como Agapito Martínez.
M.R.P. Valentín Villar
M.R.P. Laurentino Pisabarro
M.R.P. José Casal Calviño, primer viceprovincial electo por voto directo.
M.R.P. Fermín Aranguren Murillo
M.R.P. Laureano Salgado Estévez, suplente por el fenecimiento del P. Fermín Aranguren Murillo.
M.R.P. Miguel Rodríguez del Palacio
M.R.P. Rufino Tedejo Martínez
M.R.P. Walter Hidalgo García, primer viceprovincial autóctono.
M.R.P. Óscar Víquez Portugués
M.R.P. Óscar Eduardo Rojas, suplente por la dimisión del P. Óscar Víquez Portugués.
M.R.P. José Araya Chavarría
M.R.P Manuel Cruz Meza, último viceprovincial.
*PROVINCIALES DE LA PROVINCIA DE AMÉRICA CENTRAL:
M.R.P. Manuel Cruz Meza, por aclamación en Asamblea provincial fue elegido como el primer provincial de América Central.
M.R.P. Nery René Méndez Vides, primer provincial electo por voto directo.
M.R.P. Jesús María Rojas Quesada.
MISIONEROS REDENTORISTAS ESPAÑOLES QUE HAN DEJADO UNA ESTELA LUMINOSA EN NUESTRA AMADA PROVINCIA DE AMÉRICA CENTRAL.
*PRESBÍTEROS:
Crespo Díez, Perfecto,
De Castro Cid, Virgilio
Abía Carpintero, Misael
Almendros Sánchez, José Luis
Alonso Rodríguez, Ángel
Alonso Yarritu, Ricardo
Álvarez Pérez, Jesús
Aranguren Murillo, Fermín
Ariz Elcarte, Maximino Alfonso
Barberá Grenzner, Miguel
Barbero Cantero, Leonardo
Barja Iglesias, José
Belloso García, Eulogio
Berasain Erviti, Vicente
Buznego García, Eladio
Carballeda Gómez, Ildefonso
Carralón Moreno, Antonio María
Casado Cortés, Pedro
Casal Calviño, José
Castro Valderrama, Pedro María
Cavero Combarros, Carlos
Cid Riesco, Manuel
De Miguel, Alfredo
De Prada Guzmán, José
Del Palacio Fernández, Pedro
Del Pozo Presa, Baldomero
Del Río Lerga, Juan Manuel
Díez Rodríguez, Porfirio
Domínguez Álvarez, Julián
Domínguez Yañez, Julio
Duque Martín, Gerardo
Eguíluz Eguíluz, Nicolás
Elorza Parra, José
España Moreno, Odón
Fernández Cavero, Emilio
Fernández de Labastida, Gratiniano
Fernández Hernando, Antonio
Fernández Peña, Cándido
Fernández Romance, Daniel
Fernández Silva, Baldomero
Ferrero Aparicio, Miguel
Fuentes R., Santiago
García Portero, Javier
García Portero, Jesús
Gómez Campo, José
Gómez García, José
González Martínez, Victoriano
González Pérez, Antonio
Guaresti Ugarte, José
Hermosilla Busto, Heraclio
Hernando Fernández, Fausto
Ibañez Cabodevilla, Jesús
Iglesias Iglesias, Josçé (Felipe Huerta)
Iglesias Iglesias, Luis
Ilzarbe Azcona, Juan
Jañez Casado, José
Labalde San Martín, Jacinto
Larrañeta Cenoz, Pedro
Lorenzo Grandal, Nicolás
Martínez Álvarez, Avelino
Martínez Álvarez, Valentín
Martínez Freile, Saturnino
Martínez Gamboa, Román
Martínez López, Evaristo
Martínez Vuelta, Víctor (Miguel Cervantes)
Mendoza Samaniego, Joaquín
Monroy Alaguero, Dionisio
Morán Combarros, Ángel
Morán Hernández, Manuel
Morán Pan, José
Moriones Pomet, Jesús
Moriones Pomet, Nicanor
Nuin Gorosterratzu, Juan
Núñez Berrueco, Orencio
Ortía Gil, Antolín
Palacios Castro, Félix (Agustín Davalos)
Perea Pinedo, Eduardo
Pereda González, Julián
Pérez Cancela, Manuel
Pérez Pérez, Sabino
Pisabarro García, Laurentino
Reymóndez del Campo, Miguel
Rico Aldave, Jesús
Rodríguez Carrera, Julio
Rodríguez del Palacio, Miguel
Roldán Marín, Gregorio María
Ruiz de Samaniego Viana, Félix
Ruiz Revilla, José Luis
Salgado Estévez, Laureano
Santiago Fernández, Eutiquio
Seisdedos Domínguez, Carlos
Susaeta Corcuera, Sebastían
Tedejo Martínez, Rufino
Varona Gordo, Lorenzo
Vega Curvo, Manuel
Vera Jarabo, Carlos
Villar Martínez, Valentín
*HERMANOS COADJUTORES:
Alcalde Cardo, Pedro (Mateo)
Álvarez Palacios, Demetrio
Bertólez Vidal, Ignacio. (Basilio)
Ecay Orbaiz, Pedro (Prudencio)
Ezquer Miralles, Esteban
García Galván, Abundio
Gil, Jorge
Martínez Sorribas, Rafael
Merayo Vega, Tomás (Hilario)
Sutil Fernández, Francisco (Jerónimo)



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